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¿Puede Saquon Barkley imponer nuevo récord de yardas terrestres?

Todo lo que necesitas saber sobre lo que necesita el estelar de los Eagles para unirse al selecto club de las 2,000 yardas terrestres, e imponer nuevo récord de la NFL


"Me va a costar trabajo dormir si Saquon se va a Philadelphia" -- John Mara, copropietario y presidente de los New York Giants, al gerente general Joe Schoen, vía "Hard Knocks".

En una liga de quarterbacks, Saquon Barkley tiene argumentos firmes para ser considerado el Jugador Más Valioso de la temporada regular del 2024 en la NFL, en su primera campaña con los Philadelphia Eagles.

Además, está a su alcance la posibilidad de escribir algo de historia, en el proceso.

Después de 13 partidos disputados, y con cuatro más por celebrarse, Barkley no solamente está muy cerca de unirse al reverenciado club de las 2,000 yardas terrestres en una temporada, sino también de imponer una nueva marca histórica para yardas por tierra en una campaña.

¿Cómo va Saquon Barkley hasta el momento en el 2024?

En una palabra: fenomenal.

Al momento, Barkley suma 266 acarreos para 1,623 yardas y 11 touchdowns por la vía terrestre. Eso arroja un promedio de 6.1 yardas por acarreos, y 124.8 yardas por partido. Ni siquiera vamos a meternos con las contribuciones al juego aéreo, por ahora; eso lo dejamos para otra ocasión.

Seguro, una temporada regular de 17 partidos eleva las probabilidades de alcanzar las 2,000 yardas en una campaña, El primer corredor en la historia de la liga en superar dicha barrera, O.J. Simpson de los Buffalo Bills, lo consiguió en una temporada de 14 encuentros, en 1973. Simpson llegó a 2,003 yardas en 332 acarreos, de los cuales 12 terminaron en las diagonales. Esos números arrojan promedios de 143.1 yardas por partido y 6.0 yardas por acarreo.

Sin embargo, en las tres campañas previas de 17 encuentros, ningún corredor se acercó lo suficiente a las 2,000 yardas como para pensar seriamente en que se uniría al club. Jonathan Taylor de los Indianapolis Colts, en el 2021, acumuló 1,811 yardas en los 17 partidos, mediante un promedio de 106.5 yardas por salida.

La última temporada de al menos 2,000 yardas en la NFL llegó cortesía de Derrick Henry, con los Tennessee Titans, un año antes, en el 2020. En ese año, Henry consiguió 2,027 yardas y 17 touchdowns terrestres en 16 juegos, con un total de 378 acarreos y un promedio de 126 yardas por encuentro.

Curiosamente, Henry, ahora con los Baltimore Ravens, es segundo en la liga por tierra este año, solo por detrás de Barkley, con 240 acarreos para 1,407 yardas con 13 touchdowns por tierra. Con un promedio de 108.2 yardas por juego, él y Barkley son los únicos dos corredores en la liga que promedian por arriba de la centena por encuentro.

¿Quién posee el récord de yardas terrestres en una temporada de NFL?

La marca absoluta corresponde a Eric Dickerson, con Los Angeles Rams, impuesta en 1984. Once años después de la hazaña de Simpson, Dickerson sumó 2,105 yardas en 16 encuentros, con un promedio de 131.6 yardas por partido, y de 5.6 yardas por acarreo. También, se anotó 14 touchdowns terrestres.

Lo más cerca que alguien ha estado de alcanzar a Dickerson fue Adrian Peterson en el 2012, gracias a una temporada de 2,097 yardas en 16 partidos, con un promedio de 131.1 yardas por partido. Simpson, Dickerson y Peterson son los únicos corredores del club de las 2,000 yardas con un promedio de al menos 130 yardas terrestres por juego. Peterson logró, además, 12 touchdowns terrestres y un promedio de 6.0 yardas por acarreo.

En términos de yardas por acarreo, Barry Sanders tiene la mejor marca entre los ocho corredores del exclusivo club, cortesía de su campaña de 1997 cuando se apuntó 2,053 yardas en 335 acarreos a lo largo de 16 partidos, para un promedio de 6.1 yardas por acarreo --el mismo promedio que lleva actualmente Barkley-- y 128.3 yardas por juego.

Aquí están los números de los ocho miembros del exclusivo club de las 2,000 yardas terrestres en una temporada de NFL, junto a las cifras que lleva, hasta ahora, Barkley en la actual campaña.

Entonces, ¿qué necesita hacer Barkley para unirse al club de las 2,000 yardas por tierra en una temporada y, en su caso, apropiarse de la marca absoluta de yardas por tierra en una campaña NFL?

La respuesta sencilla: mantener su ritmo actual. Vamos a aterrizarlo con números.

Barkley está a 377 yardas de alcanzar las 2,000 en la campaña. Si dividimos eso entre los partidos que le faltan, requiere entonces apenas 94.3 yardas para superar esa barrera. En lo que va de la temporada, solo ha finalizado tres de sus 13 partidos con 94 yardas o menos.

Si hacemos la proyección con base a su promedio de yardas por acarreo, de 6.1, entonces solo necesitaría alrededor de 15.5 acarreos por juego, manteniendo ese mismo promedio, para superar las 2,000 yardas. Solo lleva dos partidos en el año, de 13, con menos acarreos que eso.

Si volteamos la proyección a acarreos promedio por juego, sus 266 acarreos en el año --con los que lidera a la liga-- arrojan un promedio de poco menos de 20.5 por partido. Si mantiene ese mismo promedio en los cuatro partidos que le faltan por disputar, solo requiere un promedio de 4.5 yardas por acarreo el resto del camino para alcanzar las 2,000 yardas.

Ahora, hagamos las mismas proyecciones con respecto a 2,106 yardas, el mínimo total que requiere para superar la marca de Dickerson.

En los cuatro partidos que restan en el calendario de los Eagles, Barkley necesita sumar 483 yardas, un número mucho más intimidante. Eso arroja un promedio de 120.8 yardas por encuentro para el resto del camino. Todavía es una cifra que está por debajo de su promedio actual, pero ya muy cerca del límite.

Además, tenemos las siguientes proyecciones:

  • Si mantiene su promedio de 6.1 yardas por acarreo, necesita 19.8 acarreos por partido, conservando ese promedio, para superar a Dickerson.

  • Si mantiene su promedio de 20.5 acarreos por partido, entonces requiere promediar 5.9 yardas en cada uno de ellos para saltar a Dickerson.

  • Si mantiene su promedio actual de 124.8 yardas por partido a lo largo de los cuatro juegos pendientes, entonces culminaría la campaña con 2,122 yardas terrestres, rebasando por 17 yardas la marca de Dickerson.

Son números que no están fuera de su alcance. Eso lo sabemos con certeza, según lo visto en los 13 partidos anteriores. Pero, no es lo mismo mantener un desempeño constante tan alto a lo largo de 13 partidos que a lo largo de 17. El desgaste semana a semana es brutal.

¿Cómo pintan los rivales restantes para Saquon Barkley y los Eagles?

Los partidos que le faltan en la campaña a Philadelphia son en casa ante los Pittsburgh Steelers, de visita ante los Washington Commanders, en casa ante los Dallas Cowboys, y en casa ante los New York Giants.

Pittsburgh posee, actualmente, la cuarta mejor defensiva terrestre de la liga en cuanto a yardas terrestres por partido, cediendo apenas 91.5 por salida. En yardas por acarreo, son sextos, concediendo apenas 4.1 yardas por intento.

Washington se ubica N° 28 en la NFL en yardas terrestres por partido, con 137, y N° 27 en yardas por acarreo, con 4.8.

Dallas es el equipo N° 30 en la liga en yardas terrestres concedidas por juego, con 141.9 cada jornada, y N° 28 en yardas por acarreo permitidas, con 4.8 --marginalmente peor que los Commanders en este rubro--.

El equipo original de Barkley está entregando 141.7 yardas terrestres por juego, dejándolos N° 29 en la NFL, y 4.9 yardas por acarreo, para quedar en el N° 30 en la liga.

Cerrar la campaña contra tres de los peores equipos en defensiva terrestre de la NFL brinda un panorama de optimismo para Barkley, y el hecho de que tres de los cuatro partidos restantes son en casa, también puede influir positivamente.

Contra Washington, Dallas y New York ya jugó, además. A los Commanders les corrió para 146 yardas en 26 acarreos en la Semana 7, y a los Giants les corrió para 176 yardas en 17 acarreos en la Semana 7. Este promedio de 10.4 yardas por acarreo contra New York es, por mucho, el mejor del año para Barkley. Pero, Dallas fue otra historia. Ante los Cowboys, en la Semana 10, únicamente logró 66 yardas en 14 acarreos. Ese fue, además, uno de seis partidos que lleva en el año sin anotación terrestre.

Si Steelers, Commanders, Cowboys y Giants admiten ante los Eagles el mismo promedio de yardas terrestres que han permitido a lo largo de los 13 partidos previos, entonces Philadelphia sumaría aproximadamente 512 yardas por la vía terrestre en el resto del camino. De esas, ¿cuántas serían para Barkley? ¿Cuántos acarreos podría robarle Jalen Hurts, Kenneth Gainwell, o hasta Will Shipley?

En lo que va de la campaña, Barkley se ha comido el 56.2 por ciento de los acarreos en la ofensiva terrestre de Philadelphia, con Hurts llevándose un 27.9 por ciento. ¿Bastaría esa repartición para superar la marca de Dickerson?

¿Qué hay con los premios?

Aunque no es exagerado afirmar que Barkley tiene posibilidades reales de quedarse con el premio a Jugador Más Valioso, una potencial temporada de 2,000 yardas no lo garantiza.

De los ocho corredores previos que superaron esa barrera, solo la mitad de ellos --Simpson, Sanders, Davis y Peterson-- fueron reconocidos con ese galardón. Incluso, las 2,000 yardas terrestres tampoco garantizan el reconocimiento como Jugador Ofensivo del Año. Insólitamente, Dickerson, en el año en que impuso la marca, no se quedó con ninguno de los dos premios. Ambos fueron para Dan Marino en aquella campaña.

Actualmente, la repartición de los premios ha sufrido una especie de transformación, donde usualmente es un quarterback el Jugador Más Valioso, y un jugador de otra posición el Ofensivo del Año.

El 2018 fue la última vez en que un quarterback fue designado Jugador Ofensivo del Año, Patrick Mahomes, quien también fue el Jugador Más Valioso.

Peterson fue, en el 2012, el último no quarterback en ser designado Jugador Más Valioso, con su campaña de 2,097 yardas.

Y, ¿cómo le va a los Giants, sin Saquon Barkley, en el 2024?

"Thank you, Giants! Thank you, Giants!", fueron los cánticos que llovían desde las gradas de Lincoln Financial Field en Philadelphia, el pasado 14 de noviembre, en el duelo de jueves por la noche en que Barkley sumó 146 yardas y dos touchdowns terrestres --en conjunto con dos recepciones para 52 yardas más-- durante una victoria por 26-18 sobre Washington.

El temor de John Mara --presidente y copropietario de los Giants-- al hablar de cuánto se arrepentiría si Barkley llegara a los Eagles, captado en la ahora viral escena de "Hard Knocks" no pudo ser más profética. Los Giants optaron por, en el receso de temporada del 2023, otorgarle una extensión de contrato de cuatro años y 160 millones de dólares al quarterback Daniel Jones. Respecto a Barkley, solo le ofrecieron la etiqueta de jugador franquicia, por un año y 10.091 millones de dólares, a pesar de que, como registraron las cámaras de "Hard Knocks" en su momento, Barkley era, lejos, el jugador más popular en la organización, según palabras de Mara. El corredor no firmó la oferta calificada aparejada a la designación de jugador franquicia, y en lugar de eso aceptó una extensión de un año por la misma cantidad, 10.091 millones de dólares, con la posibilidad de cobrar incentivos adicionales por casi un millón adicional.

Previamente, el propio Mara había insistido en reiteradas ocasiones que deseaba retener a Barkley, pero el gerente general Joe Schoen tenía otras ideas. Cuando llegó la agencia libre del 2024, Schoen comunicó a Barkley que le "permitiría" explorar la agencia libre, apostando a que no recibiría una oferta alta en el mercado abierto --uno con tendencia a la baja para la posición de corredor--, y que volvería a New York aceptando alrededor de 9 o 10 millones anuales.

¡Vaya error de cálculo de Schoen! Barkley, nacido en el Bronx, New York, pero criado en Pennsylvania y egresado de Penn State, encontró una oferta en Philadelphia por tres años y 37.75 millones de dólares que puede crecer hasta los 46.75 millones de dólares, y que incluye 26 millones garantizados. Lo que sigue en la historia, ya lo conocemos.

Esa decisión de Schoen tiene a los Giants sin Barkley, sin Jones --cortado luego de mandarlo a la banca y alinearlo como safety en un entrenamiento, con un cargo contra el tope salarial del 2025 de 22 millones de dólares en dinero muerto-- y con un total de 1,046 yardas terrestres en 243 acarreos entre tres corredores. Lo más importante, los Giants tienen foja de 2-11 y con la mirada en el primer turno global del próximo draft, mientras los Eagles están en 11-2, con un pasaporte a la postemporada estampado, y a punto de conquistar el título divisional.

Y, para colmo de males, Barkley podría unirse al selecto club de las 2,000 yardas en una temporada, y posiblemente imponer la marca de todos los tiempos de la NFL para yardas por tierra en una campaña... ante los Giants... en la última semana de acción.

¿Cuánto trabajo le costará dormir, entonces, a Mara?