Los estelares de la NFL huyen al Pro Bowl del 2016 en números históricos, culminación de una tendencia que debe generar una discusión seria acerca del futuro del evento.
Hasta este martes por la tarde, el número oficial de jugadores que fueron votados para el Pro Bowl o añadidos como alternos había alcanzado 133. Se trata del número más alto en la historia de la NFL, según el Elias Sports Bureau, y mucho más que el récord previo, impuesto tras la campaña del 2009, de 119.
Un total de 86 jugadores fueron votados originalmente al juego, que será disputado este domingo en Honolulu, Hawaii. Será televisado a las 7 p.m. tiempo del Este, 8 p.m. tiempo de México, por ESPN.
Jugadores declinan sus invitaciones por una variedad de motivos, incluyendo lesiones y si son miembros de los equipos que calificaron para el Super Bowl. Pero este año ha producido un incremento en el número de jugadores que simplemente estaban desinteresados.
Eso ha forzado a la liga a mirar hacia abajo en su lista de alternos para llenar las posiciones. El mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, Jameis Winston, nombrado el lunes como reemplazo, fue el octavo jugador en su posición en ser invitado o anunciado además de los seis pasadores que fueron votados al juego. El esquinero de los Cincinnati Bengals, Adam Jones, nombrado este martes, fue el séptimo alterno en su posición.
La posición de mariscal de campo fue especialmente golpeada. Russell Wilson de los Seattle Seahawks es el único jugador votado que sigue en la plantilla. Cam Newton de los Carolina Panthers jugará en el Super Bowl 50, pero Tom Brady de los New England Patriots, Aaron Rodgers de los Green Bay Packers, Ben Roethlisberger de los Pittsburgh Steelers y Carson Palmer de los Arizona Cardinals, han dicho no gracias.
Andy Dalton de los Bengals, el primer alterno, no puede jugar por una lesión en el pulgar que le ocasionó perderse los playoffs. Philip Rivers de los San Diego Chargers declinó la invitación y se presume que Drew Brees de los New Orleans Saints ha hecho lo mismo.
Eso deja la siguiente colección de mariscales de campo para el encuentro de estelares: Wilson, Derek Carr de los Oakland Raiders, Eli Manning de los New York Giants, Tyrod Taylor de los Buffalo Bills, Teddy Bridgewater de los Minnesota Vikings, y Winston.
De nuevo, la asistencia de los jugadores de impacto al Pro Bowl se ve impactada cuando se celebra antes del Super Bowl. Tampoco hay gran incentivo financiero para los alternos; los jugadores solamente reciben incentivos contractuales si están entre los originales que han sido votados al cotejo. Elementos del equipo ganador reciben 58,000 dólares; y los del equipo perdedor, 29,000. Pero cuando casi el 8 por ciento de la liga de 1,696 jugadores es invitada a participar en lo que debe ser un encuentro exclusivo, es difícil promocionarlo como una colección de estelares.
En todo caso, este Pro Bowl podría ser una colección de estelares futuros. Quizás esa sea una idea para los Pro Bowls que vienen. No hay nada malo con votar a un genuino equipo de estelares al final de la campaña, pero quizás el Pro Bowl podría ser jugado por elementos prometedores más jóvenes --los Derek Carrs y Jameis Winstons de cada temporada-- quienes estarían ansiosos por participar y pudieran ser anunciados como el futuro de la liga. Simplemente es una idea, mientras sigue la hemorragia a las plantillas actuales.