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Los 14 contratos a seguir de cerca durante la temporada baja de NFL

MÉXICO -- En la NFL no todos los contratos están para cumplirse, por extraño que sea. A diferencia de los convenios que se firman en la MLB o NBA, aquí no hay garantías absolutas. Los equipos ostentan la posición de poder durante las negociaciones en la gran mayoría de los casos, y firmar a jugadores a contratos bestiales por un número de años es una práctica común, incluso si se sabe de antemano que dicho convenio se volverá insostenible con el paso del tiempo.

Cortar a jugadores o reestructurar sus acuerdos son los mejores métodos a disposición de los clubes para mantenerse por debajo del tope salarial de cada año.

A continuación, echamos un vistazo a 14 jugadores cuyos contratos estarán bajo la lupa de sus respectivas gerencias en los siguientes días:

Peyton Manning, QB, Denver Broncos. La suposición general es que Manning anunciará su retiro muy pronto. No obstante, el mariscal de campo de los Broncos ya ha dejado pasar algunas oportunidades para hacerlo, incluidos los primeros momentos tras la obtención del Trofeo Lombardi en el Super Bowl 50. Eso puede significar que Manning no está completamente convencido de que dejará de jugar, y en caso de que el futuro miembro del Salón de la Fama decida seguir sumando a su currículo, pondría a la gerencia de los Broncos en aprietos. Nadie en la plantilla de los Broncos tiene un impacto contra el tope mayor a los 21.5 millones de dólares de Manning, gracias en buena medida a un salario base de 19 millones. Manning aceptó reducir su salario base el año pasado por 4 millones de dólares, los cuales recuperó mediante incentivos de postemporada, incluyendo el triunfo de Super Bowl. No es de esperarse que Manning acepte eso nuevamente. Si Manning se retira o es cortado, los Broncos ganarían esos 19 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial, cargando solamente un impacto por concepto de "dinero muerto" de 2.5 millones. Con tantos agentes libres por firmar --Von Miller, Malik Jackson, Danny Trevathan, Brock Osweiler, para empezar--, la decisión de Manning carga un peso tremendo para Denver. Los Broncos cuentan por ahora con poco menos de 12 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial, por lo que les urge encontrar dinero si quieren retener más o menos a la plantilla que los acaba de sacar campeones.

Drew Brees, QB, New Orleans Saints. La otra cara de la moneda, respecto a Manning. Los Saints no sólo quieren de regreso a Brees, lo necesitan. No hay nadie más. Hasta hace unas horas, los Saints estaban por encima del tope salarial proyectado para él, aunque lograron colocarse por debajo del límite cuando reestructuraron el contrato de Cam Jordan. Eso no es suficiente. En su último año de contrato Brees tiene programado un sueldo de 20.85 millones de dólares, pero su impacto al tope salarial es de 30 millones, el más alto en la liga. Una extensión contractual es casi obligada para aplazar la mayor parte de ese golpe al límite del 2016, y esparcirlo en los siguientes dos o tres años. No hay motivos para pensar que no se llegará a un acuerdo en New Orleans.

Joe Flacco, QB, Baltimore Ravens. No hay mucha ciencia con este caso. Flacco ya ha anunciado su disposición de reestructurar su contrato, y los Ravens requieren espacio para respirar en nómina. Actualmente, Baltimore está 5.2 millones de dólares por debajo del límite máximo proyectado para el 2015, y hace falta dinero para retener a Kelechi Osemele, a mi juicio el mejor liniero ofensivo interior disponible en la actual agencia libre-- y el pateador Justin Tucker, uno de los mejores en el juego. Para Flacco, encontrar el modo de disminuir un golpe al tope de 28.55 millones de dólares al tope de este año con tal de retener a su mejor bloqueador al frente y a uno de los pateadores más seguros de la liga no debe ser una decisión complicada. Los contratos del ala defensiva Elvis Dumervil y del tackle ofensivo Eugene Monroe también estarán bajo la lupa de los directivos en Owings Mills.

Mario Williams, DE/LB, Buffalo Bills. Los reportes que salen de Orchard Park indican que el equipo ya decidió cortar lazos con Williams. Las razones son obvias. En este instante, los Bills son el equipo que más estaría por encima del tope proyectado para el año que viene, por unos 100,000 dólares. Sin embargo, falta contratar agentes libres y pagar contratos de novatos. Buffalo necesita espacio y encontrarán algo con la salida de Williams. Con un impacto al tope salarial de 19.9 millones de dólares, los Bills obtendrían casi 13 millones de espacio para respirar si se desprenden de Williams antes de comenzar el cuarto año de un contrato de seis temporadas firmado en el 2012, el mayor en la historia para un jugador defensivo en su momento. Sobra decir que la producción de Williams no es despreciable, pero no corresponde a un contrato histórico de esa magnitud, facilitando la decisión en Buffalo.

Stephon Gilmore, CB, Buffalo Bills. Mismo caso que Williams por la situación tan apretada de los Bills bajo el tope salarial, pero completamente diferente, porque Buffalo no se deshará de él. Actualmente, Gilmore tiene programado jugar el 2016 a cambio de 11.082 millones de dólares, resultante de que el equipo ejerciera la opción a un quinto año contractual sobre el recluta de primera ronda del 2012. Buffalo no planea dejar caminar a Gilmore, y una extensión a largo plazo que incluya un bono por firmar que pueda ser prorrateado en años futuros sería un modo para que los Bills ganaran hasta 10 millones de dólares de espacio para esta temporada, dependiendo de dónde quede su sueldo base.

DeMarcus Ware, DE/LB, Denver Broncos. En Denver, se habla sobre todo de Manning, pero también hay rumores de que Ware podría elegir el retiro. Si Ware es cortado o decide retirarse, los Broncos obtendrían otros 10 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial, y la cifra por "dinero muerto" sería de apenas 1.666 millones de dólares. Sin embargo, algo me dice que a Denver no le urge tanto la decisión de Manning como la de Ware.

Arian Foster, RB, Houston Texans. Pese a que Houston no se encuentra en el infierno de tope salarial de otros clubes, gracias a unos 29.6 millones de dólares de espacio bajo el límite, podríamos haber visto el final de Foster con los Texans. El corredor entra al año final de su contrato en el peor momento posible, recuperándose de una lesión de tendón de Aquiles y próximo a cumplir los 30 años de edad. Con un golpe al tope salarial de 8.925 millones de dólares, los Texans ganarían de regreso unos 6.625 millones en caso de despedir a su corredor. El propietario de los Texans, Bob McNair habló recientemente de que al equipo le urge volver a echar a andar el ataque terrestre, y la única salvación de Foster podría ser si el equipo determina que no hay en plantilla un heredero definido para el líder histórico por tierra de la franquicia.

Cameron Wake, DE/LB, Miami Dolphins. Como habrán notado, el denominador común en esta pieza, con una excepción por allí, es que se trata de franquicias apretadas contra el tope salarial. No sorprende entonces que los Dolphins aparezcan mencionados, después de varias temporadas bajas de gasto sin mesura. Momentáneamente, Miami se halla unos 6.5 millones de dólares por debajo del límite, y el contrato monstruoso de Ndamukong Suh cuenta por casi el 18 por ciento de eso para el 2016. Wake está por iniciar el último año de su acuerdo y tiene programado cobrar 8.4 millones esta campaña. No debemos dudar que los Dolphins lo querrán de vuelta, pero también hay que encontrar dinero para retener a Olivier Vernon, quien se convertirá en agente libre. Una extensión de contrato, sin duda riesgosa para un jugador de 34 años de edad, parece ser la senda correcta. Modificar el contrato del tackle ofensivo Branden Albert --quien se ha perdido nueve juegos en los últimos dos años por lesiones-- y cortar al receptor Greg Jennings, también serán consideradas como alternativas en Miami.

Lawrence Timmons, LB, Pittsburgh Steelers. Los Steelers no son grandes gastadores de agencia libre, por lo que el hecho de que se hayan en este momento solamente 6.7 millones de dólares por debajo del tope salarial no debe ser demasiado preocupante. Aun así, Pittsburgh se ha distinguido por ser un cuadro sumamente responsable en el rubro financiero, y por ello no me sorprendería que el contrato de Timmons estuviera bajo la lupa. Con un impacto al tope salarial de 15.131 millones de dólares --segundo en plantilla, después de los 23.95 millones de Ben Roethlisberger--, tiene todo el sentido del mundo otorgar una extensión contractual a Timmons antes de que comience su último año de contrato. A sus 29 años de edad, se trata del mejor jugador defensivo en Pittsburgh y líder de la defensiva. Mientras jóvenes apoyadores como Bud Dupree, Jarvis Jones y Ryan Shazier terminan de dar el estirón, conviene a Steelers tener a Timmons sobre el campo, pero no necesariamente a ese costo.

Robert Griffin III, QB, Washington Redskins. No hay ningún contrato más superfluo en la nómina de los Redskins que aquel del pasador por quien entregaron una fortuna en selecciones de draft hace cuatro años. Washington ejerció la opción al quinto año contractual de Griffin antes de que, esencialmente, Kirk Cousins le robara el puesto durante la campaña del 2015. Pero esa cláusula sólo queda garantizada por lesión, lo que significa que cortar a RGIII solamente liberará 16.155 millones de dólares para los Redskins y acarreará una penalización en dinero muerto nula. Como es probable que ningún equipo de la NFL desee adoptar esa deuda por una campaña, parece que es cuestión de tiempo para que el ex ganador del Trofeo Heisman se quede sin trabajo.

Pierre Garçon, WR, Washington Redskins. Los Redskins serán financieramente más responsables gracias a la llegada de Scot McCloughan a la gerencia general desde el año pasado. Además de RGIII, vale la pena revisar el contrato de Garçon, un receptor abierto de 29 años de edad que no ha alcanzado las 800 yardas en recepciones en ninguna de las dos temporadas previas, y que solamente ha superado las 1,000 una vez en ocho campañas de NFL. En su último año de contrato, Garçon tiene estipulado cobrar 8 millones de dólares, los que recuperaría Washington si lo deja libre, cargando únicamente unos 2.2 millones de dólares en "dinero muerto" por él.

Dashon Goldson, FS, Washington Redskins. No se trata de enfocarnos en Washington, pero son las cosas que suceden típicamente con los cambios de gerencia. Goldson estaría por iniciar su penúltimo año de contrato después de llegar a los Redskins por la vía del canje en el 2015 tras fracasar con los Tampa Bay Buccaneers en las dos temporadas previas. Goldson no ha tenido el impacto sobre el campo que tuvo al inicio de su carrera para los San Francisco 49ers, y los Redskins deberán examinar si vale un sueldo de 7.5 millones de dólares más un bono adicional de otro medio millón, o simplemente será preferirlo cortarlo para ganar ese espacio bajo el tope sin ninguna carga por "dinero muerto".

Brandon Carr, CB, Dallas Cowboys. Se trata del mejor esquinero en una plantilla de Dallas que claramente está desprovista de talento importante, por lo que será una prioridad tratar de retener a Carr. Sin embargo, Carr acarrea una etiqueta de 13.817 millones de dólares contra el tope salarial del 2016, y sería buena idea reestructurar su contrato de modo que la mayor parte de su sueldo base de 9.1 millones se convierta en un bono que pueda ser repartido en los topes salariales de años subsecuentes. Los Cowboys se hallan 9.359 millones de dólares por debajo del tope proyectado para la siguiente campaña. Una reestructuración para el ala cerrada Jason Witten también podría estar en el futuro inmediato de Dallas.

Charles Johnson, DE, Carolina Panthers. Los campeones reinantes de la Conferencia Nacional no están tan apretados en contra del tope --se hallan a unos 16.6 millones de dólares del límite-- y recuperarán bastante espacio tras el anuncio del retiro de Jared Allen. Sin embargo, si algo quedó de manifiesto en el Super Bowl 50 es que a este cuadro le hacen falta armas ofensivas de élite para rodear a Cam Newton, y quizás haya que salir a buscar al mercado de la agencia libre para hallar una. El contrato de Johnson es el segundo más oneroso en la nómina del club, con un impacto al tope proyectado del 2016 de 15.02 millones de dólares, y el defensivo de 29 años de edad viene de una temporada donde jugó apenas nueve partidos y registró una captura. Kony Ealy tiene amarrado uno de los puestos titulares como ala defensiva, y si Carolina cree que Johnson puede volver a levantar su producción, deberá reestructurar su contrato para disminuir el costo actual del mismo. De otro modo, cortarlo sería una alternativa realista, lo que crearía unos 11 millones de dólares adicionales de espacio para buscar a un potencial reemplazo.