HOUSTON -- Dante Scarnecchia y su esposa Susan se pasaron dos años mimando a sus nietos y viajando por el mundo. Dos pasatiempos que eran de tiempo completo, y que le llenaban el corazón después de tres décadas de horarios complejos y trabajo árduo.
Es que Scarnecchia estuvo 30 años con los New England Patriots antes de sentirse “quemado” y decidir retirarse a los 66 años de edad.
A decir la verdad, nunca se retiró del todo, si consideramos que el entrenador en jefe Bill Belichick lo mantuvo como consultor, pidiéndole que evalúe prospectos linieros ofensivos.
Sin embargo, Scarnecchia estaba viendo menos fútbol americano, sobre todo cuando los partidos estaban en horario estelar porque ese era “tiempo para la familia”.
Un partido que sí vio, fue el Campeonato de la AFC entre los Patriots y los Broncos el año pasado. En ese encuentro, Tom Brady fue golpeado en 16 ocasiones, capturado cuatro veces, y en la mayoría de los casos, fue sin enviar cargas.
Dicha paupérrima actuación hizo que Belichick decidiera no renovarle el contrato al entonces entrenador de línea ofensiva Debe DeGuglielmo.
En febrero del 2016, llegó el llamado de Belichick, quien le preguntó a Scarnecchia si quería retornar. Después de todo, estamos hablando de un entrenador icónico que entrenó a esa unidad entre 1999 y el 2013.
"Honestamente, me había cansado del estilo de vida", admitió Scarnecchia. "Pero después de dos años lejos de la NFL, la empecé a echar de menos. Nunca dejé de amar el deporte y de esta manera mis nietos podrían ingresar a los partidos gratis".
Tras aceptar regresar a los Patriots, los entrenadores tuvieron una reunión de personal de 14 horas, y fue allí donde se dio cuenta verdaderamente que el retiro ya era parte de pasado.
Dicen que sarna con gusto no pica, y ese es el caso para Scarnecchia, que es famoso por ser el primero en llegar a la oficina y el último en irse. Con esa pasión y esa dedicación, transformó a una unidad que había permitido 42 capturas el año pasado, en una de las claves por las cuales New England está nuevamente en el Super Bowl.
Con dos titulares nuevos, el novato Joe Thuney, a quien Scarnecchia recomendó personalmente -- elegido en la tercera ronda -- y David Andrews, quien no fue elegido en el draft, formando como centro, la línea ofensiva se estabilizó.
Shaq Mason continuó siendo el guardia derecho, mientras que los dos tackles resucitaron de la mano de Scarnecchia. Nate Solder recobró su nivel tras un par de temporadas malas, mientras que Marcus Cannon recobró la memoria tras ser humillado por Von Miller.
"En el pasado, Cannon tenía la cabeza agachada", declaró Belichick. "Scarnecchia le elevó la confianza y los resultados están a la vista".
Habitualmente, los Patriots buscan evitar todo tipo de titulares y polémicas, pero no se guardaron nada a la hora de hablar de su entrenador de línea ofensiva.
"Hemos mejorado drásticamente esta temporada", enfatizó Solder. "Con todo el respeto para sus predecesores, pero estoy feliz de tener a Scarnecchia de regreso porque él te puede enseñar cosas que otros no ven. La diferencia que ha marcado es enorme".
Algunos desestiman la importancia de Scarnecchia porque piensan que todos los entrenadores de línea ofensiva educan las mismas cosas, pero la realidad es que es raro encontrar a dos hombres que enseñen la misma técnica.
Por ejemplo, mientras DeGuglielmo suele enfatizar el hecho de poner sus manos en los rivales lo más rápido posible, Scarnecchia se enfoca más en la técnica - -pulgares arriba es su preferencia -- y los ángulos.
Scarnecchia va a cumplir 69 años el mes que viene, aunque Mason elogió su capacidad de conectar con los jugadores más jóvenes y hasta admitió que los hace reir todo el tiempo.
La decisión de volver no fue sencilla, y mientras haber regresado al Super Bowl seguramente ratifica que fue lo correcto, no sabe lo que le deparará el futuro.
"Por ahora disfruto el presente", concluyó Scarnecchia. "Ya veremos qué pasará en el futuro".
Los viajes con Susan ya no son tan frecuentes, pero aunque no venda boletos, Scarnecchia es una de las principales razones por las cuales los Patriots están en Houston. 45 años entrenando fútbol americano es toda una vida, y en el caso del entrenador de línea ofensiva de New England es "lo único que sé hacer".
Y lo hace mejor que nadie.