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¿Qué huecos quedan en los equipos de la NFC Este después del draft?

El Draft 2018 ha quedado atrás, y los grandes nombres de la agencia libre hace ya tiempo que encontraron acomodo.

Salvo algunas excepciones, la mayor parte de los nombres que queda disponibles son novatos que no fueron reclutados o veteranos que han ido perdiendo sus lugares de plantilla en los días posteriores al draft.

Sin embargo, eso no significa que los 32 clubes estén listos para enfrentar la temporada regular del 2018. Pese a que faltan cuatro meses para el arranque de la temporada regular, es momento de revisar qué huecos de plantilla subsisten para cada uno de los equipos de la NFL. Hoy toca echar un vistazo a los cuatro cuadros de la NFC Este:

DALLAS COWBOYS

Las bajas más evidentes para Dallas llegaron después de la primera oleada de contrataciones de agencia libre, con el corte de Dez Bryant y el retiro de Jason Witten.

La salida de ambos pilares ofensivos deja huecos enormes en la ofensiva de los Cowboys, pero además deja a Dallas en una posición vulnerable donde, por el tiempo en que ocurrieron, hay pocas opciones realmente confiables para servir como reemplazos.

En cuanto a la posición de receptor abierto, se quedan en plantilla Terrance Williams y Cole Beasley, quienes dan la bienvenida a los veteranos Allen Hurns, Deonte Thompson, y Tavon Austin, y al novato Michael Gallup. Esos serán los seis nombres que más oportunidades recibirán para consolidar un grupo confiable a las órdenes de Dak Prescott. Hurns parece ser el candidato más viable para tomar el rol de N° 1 en el orden, pero no lo hizo para los Jacksonville Jaguars el año pasado cuando Allen Robinson quedó marginado pro lesión. El resto de los receptores lucen como piezas complementarias para un pilar que no existe en plantilla.

En la posición de ala cerrada, la situación está peor. Witten no era solamente el líder más respetado en el vestidor de Dallas, sino un jugador de élite a la hora de mover las cadenas en situaciones de tercera oportunidad. No hay nadie en plantilla que esté, siquiera, en la misma galaxia que Witten. Rico Gathers sigue siendo un proyecto después de llegar procedente del baloncesto en Baylor, Geoff Swaim lleva nueve recepciones en tres temporadas, y el novato Dalton Shultz de cuarta ronda no está listo para asumir un rol predominante.

Defensivamente, Dallas hizo un gran trabajo para cubrir los huecos evidentes en las posiciones de ala defensiva y apoyador. No obstante, aún hay dudas entre los tackles defensivos. Maliek Collins se fracturó un pie hace días y se perderá una porción del campamento de entrenamiento, al menos, mientras que David Irving, quien lleva solamente una campaña incompleta jugando en la posición, viene de cumplir una suspensión de cuatro partidos en el 2017. Eso significa que un strike más, y se perderá una campaña entera. Además, terminó la campaña marginado por problemas de conmoción.

Aún con Collins e Irving al 100 por ciento, la posición es muy vulnerable. Ninguno de los dos está cerca de nivel All-Pro, y la profundidad detrás de ellos deja mucho qué desear. esperen ver a Dallas seguir explorando opciones a lo largo del verano.

NEW YORK GIANTS

El regreso de Odell Beckham Jr. tras ver cortada su campaña pasada por lesión, al lado de Sterling Shepard, brinda a los Giants una dupla de receptores abiertos de mucha calidad. El problema es que después de ellos hay solamente interrogantes. Las 36 recepciones en el 2017 para Roger Lewis son la mayor cantidad entre los que quedan, y quizás sea demasiado optimista creer demasiado en Cody Latimer, quien nunca alcanzó 300 yardas en recepciones en cuatro años con los Denver Broncos.

El siguiente gran hueco que delata la plantilla neoyorquina está en la línea defensiva, donde perdieron a Jason Pierre-Paul y las 8.5 capturas con que lideró al equipo el año pasado. Olivier Vernon fue segundo con 6.5, su total más bajo desde el 2014, y Devon Kennard, quien emigró en agencia libre a los Detroit Lions, fue tercero con cuatro.

¿Dónde se generará la presión en contra de los quarterbacks?

Los Giants esperan que la combinación de Kareem Martin y Kerry Wynn aporten por fuera, mientras que el estelar Damon Harrison, jugador de segundo año Dalvin Tomlinson, y novatos B.J. Hill y R.J. McIntosh puedan generar algo desde el interior.

La esquina que no pertenece a Janoris Jenkins también deja dudas. Eli Apple no ha mostrado demasiado como profesional desde que fuera elegido en la primera ronda del draft del 2016 --más allá de los incidentes con sus compañeros de equipo-- y los nombres que hay detrás de él inspiran poco, incluyendo a Curtis Riley, Teddy Williams, B.W. Webb y el veterano William Gay.

PHILADELPHIA EAGLES

Los campeones reinantes del Super Bowl cuentan con --predeciblemente-- una de las plantillas más completas de la liga.

Ofensivamente, hay tres huecos a primera vista, y los tres tienen que ver con veteranos que ya no están más con los Eagles. Torrey Smith atrapó apenas 36 pases en el 2017 como tercer receptor abierto, pero su potencial reemplazo es Mike Wallace, quien ya tiene 29 años de edad y que ha perdido parte de la velocidad que le caracterizaba cuando llegó a la liga. Los alas cerradas Brent Celek y Trey Burton tampoco están más con el club como sustitutos de Zach Ertz, y por ahora la plantilla de Philly nos muestra a Richard Rodgers y al novato Dallas Goedert en esos roles. Finalmente, los Eagles también se despidieron del corredor LeGarrette Blount, quien asumió el papel de corredor pesado el año pasado, como complemento a Jay Ajayi. Matt Jones fue firmado recientemente, pero incluso con sus 240 libras de peso, no corre con el poder de Blount. En los tres casos, se perdieron a veteranos que aportaron una buena dosis de liderazgo en el vestidor de lo campeones.

Defensivamente, hay poco qué reclamar, y si acaso vale la pena señalar que a los Eagles les vendría bien un poco más de profundidad detrás de los titulares en el backfield defensivo. Fuera de eso, los campeones lucen imponentes en prácticamente todas sus líneas.

WASHINGTON REDSKINS

En Washington, el cambio que más influirá respecto a la campaña pasada es en la posición de quarterback, donde el veterano Alex Smith asume la titularidad tras la salida de Kirk Cousins.

Los defensores de Cousins argumentan que nunca tuvo un equipo suficientemente bueno a su alrededor. Si es el caso, entonces Smith padecerá el mismo mal.

Paul Richardson es una adición atractiva al arsenal aéreo, pero realmente la clave entre receptores abiertos tiene que ver con el desarrollo de Josh Doctson, quien todavía tiene esperando a la afición luego de haber sido seleccionado en la primera ronda del 2016. La profundidad detrás de Doctson, Richardson y Jamison Crowder no es grandiosa, tampoco, con un grupo repleto de novatos.

La recontratación de Shawn Lauvao asegura que la línea ofensiva no lucirá muy distinto al año pasado, y eso no es necesariamente algo bueno. Trent Williams es un indiscutible como tackle izquierdo, pero el jugador más talentoso que llega este año al grupo, el novato Geron Christian, juega la misma posición.

Defensivamente, me llama mucho la atención las llegadas de los tackles defensivos Da'Ron Payne y Tim Settle vía draft, aunado a la incorporación de Jonathan Allen, quien se perdió gran parte de su campaña de novato el año pasado gracias a una lesión. Esta unidad debe mejorar notablemente frente a la carrera. No obstante, todavía restan interrogantes por despejar entre los safeties, donde por ahora los titulares son D.J. Swearinger y Deshazor Everett. Los Redskins pierden una presencia valiosa en el vestidor con el retiro de DeAngelo Hall, pero lo cierto es que sobre el campo ya no había aportado mucho en los años recientes gracias a lesiones. Troy Apke fue reclutado en la cuarta ronda del draft procedente de Penn State, pero no es ninguna certeza que esté listo para asumir un puesto titular desde su primera temporada de NFL.