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Codo de Ben Roethlisberger oscurece panorama de Steelers

La temporada 2019-20 de los Pittsburgh Steelers inició con una tormenta eléctrica nocturna con mucho viento. Incluyan en la escena la peor pesadilla que pudieran imaginar.

Ben Roethlisberger perderá el resto de la campaña por una lesión en el codo que requerirá de cirugía, dolencia que le obligó a dejar el juego contra los Seattle Seahawks.

Sin Roethlisberger, quien en 2018 logró jugar toda la campaña, una rareza en su carrera, los Steelers pondrán su suerte en manos de Mason Rudolph, quarterback al que reclutaron en la tercera ronda del draft de 2018.

La misión de Rudolph no será nada sencilla, pues si ya se hablaba de que la ofensiva en Pittsburgh estaba limitada, sin Roethlisberger, el panorama parece desalentador.

Roethlisberger tiene marca de 144-71-1 (porcentaje de .670) como titular con los Steelers, trabajo que tomó en 2004. Desde entonces, ha perdido 24 partidos, de los cuales, Pittsburgh ha ganado 14 (.588).

Roethlisberger ha sido un quarterback castigado por las defensivas rivales al contar, particularmente en la primera mitad de su carrera, con frágiles líneas ofensivas en la protección en el juego aéreo.

En su carrera, Roethlisberger ha sufrido más de 500 capturas y de 2006 a 2013, sumó seis temporadas con 40 o más capturas, incluida una con 50 en 2009.

A sus 37 años, es probable que Roethlisberger comience a resentir el castigo físico al que fue sujeto hace unos años, razón por la que los Steelers quizá deban mentalizarse que no contarán con él de tiempo completo hasta el final de su carrera.

En sus 15 años previos en la NFL, Roethlisberger sólo ha podido jugar los 16 partidos de una temporada en cuatro ocasiones, la más reciente en 2018. En 2010, perdió los primeros cuatro juegos por violar la polìtica de conducta de la liga.

Con marca de 14-10, los Steelers han demostrado que pueden arreglárselas sin el número 7 en el campo, pero, el panorama en 2019 es distinto, pues su ataque parece no contar con el arsenal necesario para respaldar a Rudolph si es necesario. Ni siquiera a Roethlisberger.

Si Rudolph debe tomar el mando de su ataque, quizá es momento para que los Steelers retomen esa mística corredora con James Conner para respaldarlo y darle confianza.

Y si la lesión de Roethlisberger no es seria, quizá deban hacerlo también para proteger a su quarterback número 7.