Los Cincinnati Bengals saltaron al "Monday Night Football" en Heinz Field para mostrar, posiblemente, la peor versión hasta el momento en su temporada.
También, ofrecieron un salvavidas para la campaña de los Pittsburgh Steelers.
Con ambos equipos en 0-3, había que ganar este partido para aprovechar que, un día antes, los Baltimore Ravens cayeron ante los Cleveland Browns para quedarse a la par en 2-2 al tope de la AFC Norte.
Fueron los Steelers quienes aprovecharon la oportunidad, superando por 27-3 a Cincy, aunque se debió más a un gris desempeño de los Bengals que a una luz propia.
Mason Rudolph sigue estando lejos de responder a la pregunta sobre si se trata de una opción viable a largo plazo para la franquicia como sucesor de Ben Roethlisberger, y a juzgar por la distancia promedio de sus pases, --fuera de una larga conexión de touchdown para Diontae Johnson-- uno pensaría que los entrega de mano.
James Conner tampoco luce como el corredor sensación del 2018 que se ganó un viaje al Pro Bowl, aunque hoy, ante una diezmada y fatigada defensiva de Cincy, brindó su mejor partido en lo que va de la actual temporada. Eso sí, se vio bien complementado por Jaylen Samuels.
Defensivamente, los Steelers se aprovecharon del miserable nivel de los tackles ofensivos de los Bengals, Bobby Hart y Andre Smith. Cuando eso no funcionó, Cincy intentó con bloqueos uno a uno de un ala cerrada, con resultados predeciblemente nefastos. Fue un paseo para T.J. Watt, Bud Dupree, Cam Heyward y compañía, quienes abusaron de todos los linieros de los Bengals, sin excepción.
Andy Dalton tampoco lo hizo mucho mejor, con una aparente falla en los engranes del reloj imaginario que deben tener los quarterbacks en la cabeza. En total, fue capturado por los Steelers en ocho ocasiones, un ingrediente infaltable en la receta del desastre. Su sincronía con las rutas de los receptores tampoco fue precisa, como quedó de manifiesto en la aberrante intercepción que tiró en las diagonales, al inicio del cuarto periodo.
A decir verdad, los menos culpables de todo fueron los Steelers, quienes encontraron ritmo ofensivo hacia el final de la primera mitad y, sobre todo, en el inicio del segundo medio. Vale la pena aclarar que no es momento todavía de echar las campanas al vuelo. Si somos sinceros, Pittsburgh debió haber anotado 50 puntos esta noche, considerando lo que vimos del rival.
Desde el 2002 a la fecha --ya bajo la configuración actual de la liga con 32 equipos-- solamente los Houston Texans del año pasado lograron jugar postemporada tras un inicio de 0-3. Los Steelers desean unirse a esa corta lista.
El camino es largo y lleno de obstáculos para Pittsburgh, pero una Semana 4 donde todas las piezas se acomodaron a pedir de boca puede ayudar.