Si algo han demostrado los Dallas Cowboys en 2019 es que son abusadores con los débiles y dóciles con rivales de su tamaño o más grandes.
Y si consideramos que las circunstancias que rodean a los New England Patriots en 2019 hacían del duelo en Foxborough uno al alcance de los Cowboys, se refuerza la percepción de que Dallas es un equipo bueno a secas.
Los Cowboys han perdido los cuatro partidos que han tenido en la actual campaña ante equipos que han llegado a esos duelos con marca ganadora. Su marca en el resto de los encuentros es de 6-1.
Además de los New England Patriots, Dallas ha perdido ante los New Orleans Saints, Green Bay Packers y Minnesota Vikings, todos equipos que llegaron con marca ganadora a sus duelos ante los Cowboys y que la mantienen actualmente.
Quizá lo revelador no sea en sí haber perdido esos cuatro encuentros sino la forma en que los Cowboys los han caído en ellos, pese a ser derrotados por los Patriots por cuatro puntos.
De acuerdo a ESPN Stats & Information, los Cowboys han anotado 16.8 puntos y tienen una diferencia de -7 en balones perdidos y recuperados, mientras que en los duelos que han perdido contra equipos con marca ganadora, su promedio de puntos es de 32.6 y su diferencia de +5.
Es probable que veamos a los Cowboys en Playoffs, pero, si esperan ver en enero a equipos con marca perdedora, su frustración va a ser grande.
El frío le da frío a Derek Carr
Si Derek Carr y los Oakland Raiders pudieran hacerlo, elegirían que, al menos, sus 16 partidos de temporada regular se disputaran bajo temperaturas templadas en el peor de los casos.
Carr completó 15 de 27 pases para sólo 127 yardas y sufrió una intercepción en la paliza que sufrieron los Raiders por 34-3 ante los New York Jets en el MetLife Stadium de New Jersey.
La actuación del quarterback negro y plata fue acorde al récord de 2-8 que tiene cuando las temperaturas son de 10 o menos grados centígrados (50 grados Farenheit).
La temperatura registrada al inicio del duelo entre Raiders y Jets fue de 6.1 grados cenígrados (43 Ferenheit).
‘Adiós, Mason Rudolph; hola Devlin Hodges’
Si en algún momento se pensó que la lesión de Ben Roethlisberger significaba el inicio de una nueva era en la posición de quarterback de los Pittsburgh Steelers, estábamos equivocados.
La sustitución que hizo Mike Tomlin de quarterback en la victoria por 16-10 sobre los Cincinnati Bengals al enviar a Mason Rudolph a la banca por Devlin Hodges podría significar el inicio del proyecto para desarrollar al pasador novato como futuro quarterback titular de los Steelers.
Rudolph, quien dejó el duelo tras completar sólo ocho de 16 pases para 85 yardas, sufrió su quinta intercepción en dos juegos (sumó cuatro en la derrota contra los Cleveland Browns en la Semana 11).
Habrá que ver qué ofrece Hodges si Tomlin lo mantiene como titular para el resto de la temporada. Por lo pronto, el novato respondió con un pase de touchdown de 79 yardas a James Washington que puso 10-7 al frente a Pittsburgh en el tercer cuarto y terminó con cinco envíos completos de 11 lanzados para 118 yardas, números que evidencian que hay mucho trabajo por hacer en su desarrollo.
Por otro lado, además de las intercepciones, Rudolph quizá le facilitó a Tomlin la decisión de enviarlo a la banca tras protagonizar la pelea de la Semana 11 ante los Cleveland Browns y, por ende, tener demasiada y negativa exposición en los medios y por el incidente mismo, el cual hizo más grande al ir a buscar a Myles Garrett luego de que fueran separados.
Si su pobre actuación ante los Browns y Bengals y la pelea en Cleveland fueron lo último que vimos de Rudolph como pasador titular en Pittsburgh, su breve legado en el uniforme de los Steelers se recordará con más pena que gloria.