DALLAS – Por vez primera en mucho tiempo, Jerry Jones apareció después de un partido enfurecido por completo y falto de diplomacia, para criticar a entrenadores y el esfuerzo de sus jugadores.
El dueño de los Dallas Cowboys, parado frente al vestidor visitante del Gillette Stadium, cuestionó si los jugadores estaban preparados para enfrentar en las tres fases del juego, ofensiva, defensiva y equipos especiales, a los New England Patriots.
También reconoció estar frustrado con la derrota, la cuarta que sufre contra equipos con marca ganadora, ya que Dallas ha sido incapaz de ganar durante toda la temporada. Su marca de 6-5 se refiere a seis triunfos contra equipos que este lunes se combinan para un récord de 20-49, si se considera que ya enfrentaron dos veces a los New York Giants, además de Washington Redskins, Miami Dolphins, Detroit Lions y Philadelphia Eagles. Las derrotas han llegado contra tres equipos que serán contendientes a playoffs –New Orleans Saints, Green Bay Packers, Minnesota Vikings- y contra un conjunto en plena reconstrucción, los New York Jets.
Garrett tampoco se ayuda con respuestas esquivas, sin sentido, timoratas y derrotistas, sobre la falta de agresividad y competitividad contra los buenos equipos. “Eso en realidad tampoco nos importa“, respondió al ser cuestionado sobre la imposibilidad de derrotar a equipos con aspiraciones de playoffs. “Creo que ellos han ganado 20 partidos en fila en este estadio. Y su historia de éxito está bien documentada. Así que sabíamos que iba a ser un gran reto hoy, y desafortunadamente, nos quedamos cortos“.
Si en el papel, los Cowboys tienen un conjunto con el que el ex quarterback Troy Aikman, llamó el mejor talento desde que ganaron su último Super Bowl en 1995, entonces habrá que buscar la respuesta por qué jamás pueden competir contra los buenos.
“Con la composición de este equipo, no debería estar tan frustrado“, dijo Jones en referencia al visible enojo con el que bajó a vestidores. “Estoy muy molesto, no pudimos hacerlo. Y es bastante evidente porqué no pudimos hacerlo…“.
Jones habló de un gran retroceso e inconsistencia en esta temporada por la que culpó en algunos aspectos puntuales a los entrenadores, como quizá jamás lo había hecho antes.
“Los equipos especiales son 100 por ciento de los entrenadores“, apuntó hacia la patada de despeje bloqueada y el gol de campo fallado en el primer cuarto, cuando el marcador contra los Patriots era de 0-0. “Es 100 por ciento de los entrenadores. Es estrategia. Es tener a la gente lista. Equipos especiales significan esfuerzo. Equipos especiales son sabiduría. Equipos especiales son pensar…“.
Cualquiera podría pensar que después de esas palabras, los resultados y la manera de jugar de los Cowboys en los momentos y contra equipos que más importan, el dueño estaría pensando en tomar decisiones radicales; en hacer cambios al menos entre los asistentes del entrenador Jason Garrett. Pero eso es poco probable, al menos mientras termina la temporada, mucho menos en la plaza de entrenador en jefe. Dallas sólo ha realizado un cambio en esa posición a media campaña en su historia; precisamente cuando despidieron a Wade Phillips en el 2010 y colocaron a Jason Garrett como interino, después de ser apaleados en el octavo partido por los Packers.
Hace tiempo que la mayoría de sus aficionados y algunos sectores de la prensa piden en Dallas el despido de Garrett, quien en una década al frente parece haber desperdiciado mucho talento. Sólo ha sido capaz de avanzar tres veces en una década a la postemporada, donde sólo ha ganado dos partidos y nunca avanzó a ronda divisional. Pero este lunes en Dallas, llegó una ola grande de periodistas de radio, televisión y prensa escrita, además de los aficionados de los Cowboys que han exigido que echen a Garrett de inmediato.
Cierto que los Patriots eran los grandes favoritos. Han ganado 21 partidos consecutivos en su estadio. Pero hay maneras de competir y Cowboys dejó mucho que desear cuando se enfrentan a equipos competitivos y con entrenadores de media tabla para arriba.
“Nos hemos puesto en una posición en la que jugar este partido era para dar una declaración sobre nosotros“, afirmó Jones. “No hay vergüenza aquí. Pero tampoco ha una victoria moral.
“Esto nos ha puesto en una posición bastante complicada. Es muy frustrante recordar que algunos de los aspectos fundamentales y la dirección de los entrenadores fue lo que nos venció".
Parece que en el último año de su contrato, Jones por fin se cansó de defender a Jason Garrett.