FRISCO -- Una temporada de los Dallas Cowboys que empezó llena de promesa ha sido reducida a lo siguiente: intentar derrotar a los Washington Redskins (3-12) el domingo, y esperar que los New York Giants (4-11) superen a los Philadelphia Eagles.
Con Dallas en 7-8 con un partido por jugar, esta situación no es la que personas asociadas a los Cowboys tenían en mente antes de que comenzara la temporada del 2019.
"No se dobleguen. Todo mundo querrá dividirnos. No se dobleguen", dijo el ala defensiva de los Cowboys, DeMarcus Lawrence. "Vamos a salir a este último juego, y vamos a ganar ese pin--- [partido]".
Hubo una sensación de desesperación en el vestidor después de la derrota por 17-9 ante los Philadelphia Eagles el domingo. Se ha ido la sensación de control de destino de playoffs. Se ha ido la idea de una carrera de cuento hasta el Super Bowl.
En lugar de ello, una sobria realidad se impone: viene el cambio.
El status de laboral de Jason Garrett ha sido una discusión constante desde que el propietario y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, optara por no ofrecer al coach una extensión de contrato luego de que condujera a Dallas a salir de un hoyo de 3-5 y hasta los playoffs en el 2018. Quizás sería simbólico si los Cowboys finalizan con marca de 8-8 en la temporada final de Garrett, dado que abrieron su mandato con tres años consecutivos en.500.
Pero los cambios que se asoman van más allá de Garrett. Dieciocho de los 25 coaches asistentes, incluyendo el coordinador del juego aéreo Kris Richard, y el coordinador defensivo Rod Marinelli, tienen contratos a punto de expirar. El coordinador ofensivo Kellen Moore, coach de línea ofensiva Marc Colombo, coach de quarterbacks Jon Kitna y coach de receptores abiertos Sanjay Lal, están entre los que están firmados hasta, al menos, la temporada del 2020, pero no existen garantías de que vuelvan bajo un nuevo entrenador en jefe.
Por el lado de los jugadores, el número es más alarmante, porque hasta 26 jugadores podrían convertirse en agentes libres sin restricciones. Aunque la renovación de plantilla es una constante, año con año, se trata de un número impresionante.
Algunos de esos jugadores, como el quarterback Dak Prescott y el receptor abierto Amari Cooper, no se irán a ninguna parte.
Si no existe una extensión al contrato colectivo de trabajo de la NFL, los Cowboys podrán utilizar su designación de jugador franquicia y de transición sobre ambos jugadores en el 2020. Si existe un nuevo acuerdo laboral antes de marzo, los Cowboys podrán emplear solamente una designación, y probablemente sea la designación de jugador franquicia sobre Prescott, costando entre 27 millones a 37 millones de dólares.
La meta, no obstante, es firmar a Prescott y Cooper a contratos multianuales. Por supuesto, esa era la meta de los Cowboys el año pasado, también.
Pero, ¿qué hay acerca de Byron Jones, el mejor esquinero de los Cowboys? Aunque acumula 39 en fila sin intercepción, es valioso por sus habilidades de cobertura. El líder en capturas, Robert Quinn, quien suma 10.5 derribos de quarterback y cumple 30 años de edad en mayo, probablemente demande más de lo que pueden pagar los Cowboys.
El linebacker Sean Lee ha mostrado que todavía puede hacer jugadas si es administrado apropiadamente durante la semana de prácticas y juegos. Podría ser un contribuyente valioso para una defensiva buscando liderazgo veterano. El ala defensiva Michael Bennett ha cometido demasiadas penalidades desde que fuera adquirido en canje, pero puede ocupar posiciones múltiples al frente. Existe la interrogante, sin embargo, si a sus 34 años de edad todavía querría jugar otra campaña.
El tackle defensivo Maliek Collins tiene 24, pero se cree que puede cobrar más dinero en otro lado, incluso si no tuvo la campaña que muchos predijeron. La gente ha deseado reemplazar al safety Jeff Heath en años pasados, pero la defensiva de Dallas no ha sido la misma cuando no está sobre el campo.
Ofensivamente, ¿regresará el ala cerrada Jason Witten? O, ¿querrá regresar? Ha sido productivo y jugó menos oportunidades este año luego de su temporada fuera en la silla de analista para ESPN, pero cumplirá 38 años de edad en mayo, y Blake Jarwin, quien será agente libre restringido, ha progresado.
El tercer receptor en el orden, Randall Cobb, ha sido un activo valioso. Los linieros suplentes Xavier Su'a-Filo, Joe Looney y Cameron Fleming han desempeñado roles valiosos como titulares eb los últimos dos años. Los tres podrían ser agentes libres si los Cowboys no ejercen la opción sobre el contrato de Fleming. El fullback Jamize Olawale también tiene una opción contractual que necesita ser validada.
Dos de los tres especialistas --L.P. Ladouceur y Kai Forbath-- tienen contratos que finalizan. Ladouceur superó a Witten por la marca del equipo en juegos consecutivos disputados para la franquicia (236) ante los Eagles y es probable que regrese a cambio de un acuerdo por una temporada. Forbath no ha fallado una patada en sus dos partidos, y podría regresar para una competencia de temporada baja en la posición.
Jones usó el año de contrato de coaches y jugadores como herramienta motivacional, creyendo que sacaría lo mejor de ellos cuando se necesitara.
No ha sucedido, y los Cowboys están a punto de comenzar una temporada de cambios mayores.