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Conclusiones tras la victoria de los Texans sobre Bills en la prórroga

Los Houston Texans consiguieron una sufrida victoria de tiempo suplementario ante los Buffalo Bills en la Ronda de Comodines para prolongar su paso en la actual postemporada.

Aquí está lo más importante que nos dejó el emotivo encuentro.

ELEMENTAL, MI QUERIDO WATSON

Deshaun Watson confirmó el por qué fue mencionado como candidato a Jugador Más Valioso durante algunos tramos de la temporada. Si somos justos, el resto de la ofensiva le falló, por momentos. DeAndre Hopkins perdió un balón suelto de forma muy descuidada, Carlos Hyde no tuvo el partido que se esperaba por tierra, y Darren Fells dejó caer un pase que hubiera valido la oportunidad de ganar una serie antes.

No obstante, Watson se sobrepuso a los Bills y a los errores propios para traer de vuelta a su equipo, dejando en claro que tiene ese factor ganador que algunos llevan en la sangre.

De acuerdo a ESPN Stats & Information, Watson es el único quarterback titular en las últimas 15 postemporadas con una victoria por remontada de al menos 14 puntos en las filas colegiales y una igual en las filas profesionales. Hoy, los Texans perdían por 16-0, y en la Final Nacional del 2017, Watson lideró la remontada de Clemson sobre Alabama después de verse abajo por 14 puntos.

La jugada clave del triunfo, aquella en la que se saca a dos defensivos en el backfield para luego completar el pase que coloca el balón para el gol de campo de la victoria, fue magia pura. Con todo y eso --y con lo que mostró también el quarterback rival--, habrá quien siga alegando neciamente que los quarterbacks móviles no sirven en esta liga.

JOSH ALLEN NO ESTÁ LISTO... TODAVÍA

Es imposible emitir un juicio definitivo sobre el joven pasador de los Bills, y es cierto que tuvo momentos importantes en el duelo de esta tarde. Sin embargo, también fue parte de la razón por la que Buffalo dejó escapar una ventaja de touchdown para perder al final.

Allen perdió un balón suelto sin contacto mientras intentaba escapar por tierra, y más tarde intentó una lateral mientras era derribado que hubiera acabado con el partido antes del fin del tiempo reglamentario si no es porque su compañero tuvo la suficiente presencia para sacar el ovoide por la línea lateral. Allen logra crear buenas jugadas extendiendo con las piernas y lanzando en movimiento, pero también sigue siendo impreciso con sus pases. Sin embargo, lo más cuestionable es su toma de decisiones.

La realidad es que su head coach también tomó algunas decisiones cuestionables, particularmente esa jugada de cuarta y 27 en la que decide jugársela en lugar de intentar un gol de campo largo --hubiera sido un intento de 60 yardas para Steven Hauschka-- o tratar un despeje que encerrara a los Texans. En lugar de eso, Allen corrió hacia atrás para ser capturado con pérdida de 19 yardas, entregando el ovoide en intentos, en su propia yarda 39. Houston no logró ponerle el cerrojo al juego en ese momento, pero esa ya es otra historia.

Sin un desempeño más predecible de Allen --predecible para sus coaches, no para el rival-- será complicado ver que se aproveche a esta gran defensiva.

¿HASTA DÓNDE?

Considerando que los Texans visitarán ahora a los Baltimore Ravens o Kansas City Chiefs --dependiendo quién gane entre los Tennessee Titans y New England Patriots, partido en progreso al momento de escribir esta pieza-- es francamente improbable suponer en una sorpresa por parte de Houston. Igual que los Bills, el equipo de casa cometió varios errores de toma de decisiones desde la banca, y de ejecución, que nos hacen pensar que no superarán la Ronda Divisional.

Utilizando una analogía de pugilismo, en la postemporada de la NFL no te puedes confiar con irte a las tarjetas. Hay que noquear cuando se tiene la oportunidad. Houston no lo hizo cuando tenía a Buffalo contra las cuerdas luego de recibir el balón en intentos en la yarda 39 del rival. Era la posibilidad del nocaut. En lugar de eso, el partido se fue a la prórroga, donde Houston lo pudo ganar hasta su segunda serie ofensiva, y gracias a una genialidad de Watson. A este equipo de Houston le falta ese instinto asesino que, suponemos, Ravens y Chiefs sí van a mostrar en la siguiente ronda.