Los Houston Texans visitan Arrowhead Stadium para tratar de dar la campanada ante los Kansas City Chiefs como parte de la acción de la Ronda Divisional en un partido donde los quarterbacks llaman la mayor parte de la atención.
En un duelo que se la bautizado como "Trubisky Bowl" --o "Pace Bowl"-- se verán cara a cara los dos quarterbacks elegidos después de que el gerente general de los Chicago Bears, Ryan Pace, convirtiera a Mitch Trubisky en el segundo recluta global del draft del 2017.
Los Chiefs eligieron a Patrick Mahomes --Jugador Más Valioso del 2018 en la NFL-- con el décimo turno global, y los Texans llamaron el nombre de Deshaun Watson --quien estuvo en la discusión por Jugador Más Valioso del 2019 por algunas semanas--, dos peldaños más abajo.
Desde luego, este morbo juega su papel en atraer atención a este encuentro, pero no debe ser lo único en lo que nos enfoquemos. Se trata de dos equipos con plantillas con suficiente experiencia de postemporada como para garantizar un partido de alta calidad, pero con suficiente talento joven como para proyectar que los seguiremos viendo en playoffs en años próximos.
LOS TEXANS GANARÁN PORQUE...
Ningún esquinero en la liga puede cubrir a DeAndre Hopkins. Houston ha encontrado algo de vida nueva en su ataque terrestre recientemente con Carlos Hyde, y eso permite al head coach Bill O'Brien ampliar sus opciones de pases con engaño de carrera. Si a eso le sumamos las alternativas de "run-play options", las famosas RPOs, nos encontramos con una ofensiva múltiple capaz de atacar todos los niveles de la defensiva. Por si fuera poco, la defensiva recibió un impulso enorme con el regreso de J.J. Watt, tanto en lo que toca al juego sobre el emparrillado como en el estado emocional de la unidad. Los Texans necesitan salir inspirados ante Mahomes, y Watt es el hombre perfecto para aportar esa inspiración. Este equipo de Houston ya sabe lo que es ganar en Arrowhead, luego de vencer a los Chiefs por 31-24 en la Semana 6 de la presente temporada.
LOS CHIEFS GANARÁN PORQUE...
La ofensiva que comanda Mahomes es mucho más consistente que la de Houston. Aunque Mahomes no ha conseguido los mismos números que su temporada récord del 2018, sigue siendo el mismo jugador. Lo mismo va para Tyreek Hill, el relampagueante receptor abierto, o Travis Kelce, el estelar ala cerrada. Ambos equipos tienen la capacidad de sumar puntos por racimos, por Kansas City lo hace con menos esfuerzo. Defensivamente, Tyrann Mathieu ha tenido una campaña de revelación --sobre todo la segunda mitad--, y la unidad juega con mayor disciplina que en años anteriores. Esa es justo la clave para frenar a un ataque como el de los Texans.