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¿Cómo se calcula el QBR? Les explicamos nuestro rating para mariscales de campo

El QBR, que mide cada jugada, demostró que Aaron Rodgers tuvo mejor efectividad que Kirk Cousins en un duelo de comodín entre ambos en 2015. Photo by Rob Carr/Getty Images

Tradicionalmente las estadísticas de la NFL funcionan como espejos de feria, haciendo que las actuaciones de los mariscales de campo parezcan algo que no son.

Por ejemplo, tomemos las estadísticas del juego por el comodín de la NFC del 2015 entre los Green Bay Packers y los Washington Redskins:

Aaron Rodgers: 21 de 36 pases completos, 210 yardas, 2 TD, 0 intercepciones, 93.5 rating de pasador.

Kirk Cousins: 29 de 46 pases completos, 329 yardas, 1 TD, 0 intercepciones, 91.7 rating de pasador.

Si le preguntamos a 100 personas de manera aleatoria en una especie de “Reto Pepsi” cuál de los Quarterbacks registró un mejor juego en base a sus estadísticas, las oportunidades de que Cousins gane serían muy marcadas. Pero cualquier observador objetivo que hubiera visto el partido sabría que Rodgers fue mejor Quarterback en la victoria de Green Bay 35-18.

Las estadísticas tradicionales distorsionan las actuaciones de Rodgers y Cousins en este juego porque (1) fallan en contabilizar todas las maneras en que un Quarterback puede afectar el resultado, (2) no colocan a las jugadas en el contexto apropiado (una ganancia de 5 yardas en segunda y cinco es muy diferente a una ganancia de 5 yardas en tercera y diez por avanzar) y (3) no reconoce que un mariscal de campo tiene compañeros que pueden afectar cada jugada y que también reciben crédito por todo lo que pasa en el campo.

Examina todas las contribuciones del Quarterback

El índice total de pasador de ESPN (Total QBR), publicado en 2011, nunca ha dicho que sea perfecto, pero en comparación de otras medidas del desempeño del Quarterback, incorpora todas las contribuciones de los Quarterback para lograr la victoria, incluyendo su impacto en pases, carreras, entregas de balón y castigos. También, como el QBR está construido a partir de la información de cada jugada, contabiliza el nivel de éxito o fracaso de cada jugada del equipo con el fin de proporcionar el contexto adecuado para que así se le otorgue el crédito indicado a la Quarterback y a sus compañeros. Así se produce una medida más clara de la eficiencia del Quarterback.

Dejando fuera las áreas de impacto más importantes, la actuación de un Quarterback puede lucir muy diferente. Por ejemplo, se omiten las estadísticas registradas de Cousins como las 6 capturas sufridas, los 3 balones sueltos (uno perdido) y 2 castigos previos a la jugada cometidos por la ofensiva de Washington. Rodgers, por su parte, solo fue capturado una vez, no perdió ningún balón y provocó algunos castigos que permitieron mantener sus series ofensivas con vida. Cada Quarterback impactó el juego con esas jugadas, pero ninguna es reflejada en las estadísticas tradicionales.

La falta de contexto de cada jugada también distorsiona el rendimiento. Muchos reconocerían que un pase completo de 7 yardas en tercera y diez no es una jugada exitosa, pero las estadísticas básicas tratan a todas las yardas por igual. Entrenadores, jugadores y aficionados saben cómo se ganan los juegos; solo es cuestión que las estadísticas que juzgan a la posición más importante también lo hagan.

En el juego por el comodín de la NFC que nos referimos anteriormente, Rodgers tuvo un inicio lento pero lideró 5 series anotadoras de manera consecutivas y registró un QBR total de 87. Por su parte, los errores de Cousins le costaron el juego, y pese a superar por 119 yardas a Rodgers, registró un QBR total casi 30 puntos menos. El QBR es una medida de eficiencia, así que Rodgers registró un valor mayor por jugada que Cousins.

Grado de éxito de cada jugada

¿Y cómo trabaja el QBR?

Para cada jugada, el QBR inicia con una pregunta: ¿Qué tan exitosa fue la jugada para el equipo, según sea el contexto?

El contexto de cada jugada incluye el número de oportunidad, las yardas para avanzar, la distancia a la anotación y el tiempo restante en la mitad. Todos esos factores pueden ser usados antes de que inicie la jugada para estimar la ventaja que un equipo a la ofensiva espera conseguir. Esta estimación es conocida como “puntos esperados”. Después de la jugada, las modificaciones en esos factores llevan a un cambio (positivo o negativo) de la ventaja de puntos neta del equipo. Ese cambio en estos puntos esperados ocasionado por el resultado de la jugada representa el valor de la jugada o el EPA (Puntos Esperados Agregados o Expected Points Added), según el contexto.

Cuando un equipo falla en convertir en tercera oportunidad, sufre en la zona roja, acepta varias capturas o entrega muchos balones, generalmente registra un EPA negativo para la ofensiva. Pero no todas las entregas de balón son iguales; la intercepción de un Hail Mary al final de la mitad no impacta de la misma manera que una intercepción a la mitad del segundo cuarto, el EPA sabe eso.

División o crédito

EPA proporciona el contexto para cada jugada y también tiene la clave para separar el impacto del Quarterback en relación a sus compañeros de equipo. Para todas las jugadas en las que el Quarterback está involucrado, pases, acarreos, capturas, castigos, balones sueltos, etc., el EPA del equipo es calculado y después dividido entre un Quarterback y sus compañeros. En otras palabras, ¿Fue la jugada exitosa y cuánto de ese éxito fue conseguido por las habilidades del Quarterback?

Por ejemplo, el pase completo más largo de Rodgers contra Redskins fue de 34 yardas a James Jones durante el segundo cuarto, pero pudo haber ganado esas yardas por aire o en un pase pantalla que salió mal pero que de alguna manera resultó con una gran ganancia. También pudo completar ese pase bajo presión o de manera cómoda dentro de la bolsa de protección. En todos esos escenarios, el nivel de habilidad de Rodgers difiere y el crédito que recibe por la ganancia de 34 yardas (o en su caso, Más 2.0 EPA) debería diferir también.

Esto significa que, en pases completos, el EPA es dividido entre el Quarterback, sus receptores y la línea ofensiva basándose en cuanto viaja el balón en el aire, que porcentaje de yardas se ganaron tras la recepción (comparado con cuantas yardas se esperaban alcanzar tras la recepción) y si es que él estaba bajo presión. Esta división del crédito está basada en un análisis estadístico de miles y miles de jugadas de la NFL. En este sentido, el QBR sabe que Cousins fue ayudado por su receptor, quien ganó menos yardas tras la recepción de las que se esperaban considerando al lugar donde recibió el balón, pero afectado por su línea ofensiva.

Los detalles de cada jugada (yardas aéreas, pases sueltos, la presión, etc) son acomodadas por un equipo de analistas entrenados del grupo de ESPN Stats & Information. Cada jugada de cada partido es revisada por al menos dos analistas para ofrecer la representación más precisa de lo ocurrido en cada momento.

Antes de seguir a la siguiente jugada, el QBR hace otra pregunta: ¿Esta jugada ocurrió en tiempo “basura”?

Como sabemos, una gran cantidad de yardas y puntos en un marcador abultado no habla mucho del verdadero nivel de habilidad del Quarterback. Cuando el juego está ya definido, y es medido por la probabilidad de victoria de un equipo al inicio de la jugada, un Quarterback recibe menor crédito que en una jugada “normal”. Pero a diferencia de la versión inicial del QBR del 2011, las jugadas ya no son ponderadas por las “situaciones de triunfo”, pero sentimos que es importante mantener el del peso de cada número de oportunidad.

La estadística de eficiencia, no el valor estadístico

Este proceso es determinado por el EPA, dividiendo el crédito entre el QB y sus compañeros y después determinar el peso de la jugada en cada una donde el Quarterback esté involucrado. Todas esas jugadas son sumadas y luego son divididas entre el número de jugadas más importantes para producir una medida de la eficiencia del QB por jugada.

¡Esta última parte es muy importante! El QBR es una estadística de eficiencia similar a yardas por jugada o yardas por intento. Por lo tanto, Cousins podría ofrecer mayor valor que Rodgers porque se involucró en más jugadas, pero en bases al rendimiento por cada jugada, Rodgers fue significativamente más eficiente.

Para terminar, la medición de la eficiencia por jugada es trasladada a un número dentro de una entre 0 y 100 para producir un QBR total. El proceso para determinar esta escala hace que el número sea más fácil de interpretar, En promedio un Quarterback tendrá un QBR alrededor de 50, un QB del Pro Bowl estará por los 75 en la temporada. En un juego, el valor de 75 significa que manteniendo constantes otros factores (defensiva, compañeros en la ofensiva, etc.) el equipo de un Quarterback esperaría ganar el 75 por ciento de las ocasiones, dado el nivel del QB.

A pesar de que el QBR no siempre es un perfecto reflejo del desempeño de un Quarterback, resuelve muchos de los problemas que las estadísticas tradicionales ocasionan y le dan un enfoque más preciso a las diferencias entre Rodgers y Cousins.