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El fenómeno Patrick Mahomes

Si los Chiefs ganan, se convertirá en el quarterback más joven con dos títulos de Super Bowl, el problema es que enfrente tendrá a Tom Brady

En medición de talento, Patrick Mahomes tiene que ser uno de los cuatro quarterbacks que más me han impactado desde que cubro la NFL. John Elway, Dan Marino, Brett Favre y Mahomes son los que integran ese grupo preferente, subrayo por talento atlético, no por logros. Mahomes está a tiempo de superarlos también en títulos conseguidos.

Elway, que al igual que Mahomes, jugó béisbol en su etapa amateur, tenía un brazo privilegiado, potente y preciso, además de la capacidad atlética para alargar las jugadas, salir de la bolsa de protección y poner los pases donde él quería. Elway perdió los tres primeros Super Bowls que jugó ante los Giants de Lawrence Taylor, el equipo de Washington del inspirado Doug Williams y los Niners de Joe Montana. Hasta que tuvo un corredor de bola capaz en su repertorio, Terrell Davis, ganó dos Super Bowls.

Marino tenía el movimiento mecánico más rápido para deshacerse del balón que recuerdo, el famoso "quick release". Cuando irrumpió en la liga lo hizo con mucha fuerza, en 1984 superó las 5,000 yardas y completó 48 pases de touchdown. Esos números son propios de la NFL actual, no de la de hace 35 años. Sin embargo, en sus 17 años de profesional solo una vez tuvo un corredor de más de 1,000 yardas, en 1996 con Kareem Abdul-Jabbar (así se llama). Jamás ganó el Super Bowl.

Favre podía poner el balón en las ventanas más estrechas, completaba los pases imposibles, tenía una gran capacidad de improvisación. Confiaba demasiado en sus grandes cualidades y muchas veces eso lo llevo a la perdición. Nadie ha sufrido más intercepciones en su carrera que él, 336 (69 más que el segundo de la lista, George Blanda). Apenas ganó un Super Bowl.

Mahomes puede improvisar tanto o más que Favre, y tiene más cuidado del balón (apenas ha sufrido 24 intercepciones en 46 partidos de su carrera). Mahomes tiene un brazo tan potente y preciso como el de Marino, una capacidad atlética tan buena como la de Elway, y aunque no tiene a uno de los mejores corredores de la NFL, tiene suficientes armas para detonar la ofensiva de Kansas City.

Si los Chiefs ganan el próximo domingo, Mahomes se habrá convertido en el quarterback más joven (25 años y 143 días) con dos títulos de Super Bowl. Sería el mejor arranque en la historia de cualquier mariscal de campo. El problema es que enfrente tendrá a Tom Brady, el mejor de la historia. Marino y Elway toparon con pared ante Montana en el Super Bowl. Así se defienden los sitios de privilegio, como Montana lo hizo en su momento. ¿Qué tendrá que decir Brady al respecto? El domingo lo sabremos.