Mientras el equipo esté sano no dudo que de la mano de la gran dupla que hacen Lynch y Shanahan, tengan un excelente futuro
El camino al éxito de los San Francisco 49ers ha sido paulatino pero constante. A paso firme John Lynch ha logrado conformar un equipo sólido que puede terminar una campaña con tan solo tres derrotas y competir como un grande como los son los Kansas City Chiefs en la vitrina más importante de la NFL, el Super Bowl.
No ha sido tarea fácil y a través de los años con más experiencia el gerente general ha demostrado ser calculador a la hora de tomar decisiones importantes, porque sabe lo que es mejor para su equipo.
Esta firmeza la demostró cuando decidió escalar posiciones en el pasado Draft para seleccionar a un nuevo mariscal de campo, pues sabe que Jimmy Garoppolo es el presente de la franquicia, pero no el futuro. Días previos se especuló si sería Mac Jones, si éste contaba con mejores características para el equipo, pero Lynch lo tenía claro, su apuesta segura era Trey Lance.
Tuve la oportunidad de entrevistar al gerente general y aseguró que “estábamos muy convencidos de que Trey era el quarterback indicado para nosotros… era el tipo en el que realmente nos concentramos como el que mejor encajaba con nosotros”.
“Creo que sobre el campo tiene instintos naturales para la posición, timing, juega la posición y además es un gran atleta, un atleta impresionante. Tiene la habilidad de correr el balón, puede agregar algunas cosas a nuestra ofensiva”, añadió Lynch durante la entrevista.
A demostrar que fue la mejor apuesta
Trey Lance solo disputó una temporada completa en 2019, la cual fue suficiente para mostrar todas sus habilidades. Pese a que en la camada de ese año había muy buenos quarterbacks como Joe Burrow, Jalen Hurts y Justin Herbert, logró ser el cuarto mariscal con mayor eficiencia en los pases, superando incluso al actual QB de los Jaguars y a Trevor Lawrence.
Lynch ya hizo su parte junto a su equipo de trabajo al intercambiar picks y subir a la tercera selección global para elegirlo, ahora es turno del ex quarterback de North Dakota State demostrar que es el futuro de una franquicia que está urgida por volver a ganar el trofeo Vince Lombardi, algo que no logran desde 1995 y que estuvieron muy cerca de conseguirlo en la campaña 2019.
Sabias decisiones
Lynch no teme cambiar selecciones de primera ronda con tal de obtener la oportunidad de elegir talento joven para pulir, pues en la misma entrevista que le hice aseguró que creen en el desarrollo de jugadores.
En el Draft de 2017, Lynch cambió su segunda selección global con los Chicago Bears para que éstos seleccionaran a Mitchell Trubisky y a cambio recibió los picks tres, 67 y 111 de ese Draft, además del 70 en el del siguiente año. De este intercambio su mayor logro fue la selección en 2018 de Fred Warner, uno de los mejores en su posición actualmente.
Fue 2019 el año en el que los 49ers llegaron al Super Bowl y hubo dos grandes decisiones que fortalecieron al equipo: seleccionar a Nick Bosa y traer a Emmanuel Sanders a cambio de las selecciones 95 y 137 del Draft 2020. Pese a que los números de Sanders no fueron sorprendentes, tuvo impacto dentro del emparrillado y fungió como mentor de los jóvenes receptores del equipo, mientras que ya hemos visto el poderío de Bosa.
El futuro pinta brillante
Mientras el equipo esté sano no dudo que de la mano de la gran dupla que hacen Lynch y Kyle Shanahan, los 49ers tengan un excelente futuro, aún tienen piezas por pulir y que éstas se consoliden (sí, hablo de Trey Lance), pero lo que han demostrado dentro del campo y desde las oficinas me hacen creer que en un futuro el equipo pueda cumplir el sueño de volver a ganar un Super Bowl.