La directiva no forzará a Dallas a un status de desesperación antes de la fecha límite para canjes de la semana entrante
FRISCO -- Los Dallas Cowboys (5-1) poseen una cómoda ventaja en la NFC Este, lucen como contendientes en la conferencia, y con posibilidades de alcanzar el primer Super Bowl para la franquicia desde 1995.
Un consejo de sabios: disfruten este momento porque podría ser complicado replicarlo más allá del 2021.
Ya hay rumores acerca del coordinador ofensivo Kellen Moore convirtiéndose en head coach para el 2022, especialmente cuando el ex quarterback Tony Romo está comentando los juegos de los Cowboys por CBS. El coordinador defensivo Dan Quinn podría regresar a la baraja de candidatos como head coach, considerando el modo en que ha reconstruido a la defensiva de Dallas. Y, hay un número de asistentes que, teóricamente, podrían mudarse a roles más prominentes, como el coach de secundaria/coordinador de juego aéreo, Joe Whitt.
Pero, el mayor tema con los Cowboys será el reto que enfrenten con el tope salarial.
El tope del año entrante estará fijado en 208 millones. Actualmente, los Cowboys pueden sumarle otros 3.5 millones de dólares de espacio bajo el tope salarial no utilizado en el 2021 a su total del 2022, dejando la cifra en alrededor de 211.5 millones.
De acuerdo al Roster Management System de ESPN, el valor de los Cowboys contra el tope del siguiente año es ya de 217.7 millones de dólares, con 43 jugadores bajo contrato. También, tendrán un cargo de al menos 6.86 millones de dólares en dinero muerto, por los jugadores que ya no están más en la plantilla. El total de los 10 jugadores mejor pagados en la plantilla para el siguiente año contabiliza 171.96 millones de dólares, liderados por el quarterback Dak Prescott y su cargo por 34.45 millones.
Nada es imposible cuando se trata del tope salarial y las reestructuraciones contractuales, los recortes, y las negociaciones, pero incluso esas tres opciones no brindan a los Cowboys una salida absoluta sin raspones del embrollo.
“Será un reto para nosotros resolver cómo lidiamos con el tope”, admitió el vicepresidente ejecutivo Stephen Jones. “Siempre iba a ser difícil, especular hasta dónde llegaría el tope hasta no atravesar una temporada completa normal, o simplemente una normalidad más allá de la pandemia. Empezaremos a tener una mejor idea hacia el futuro respecto a cómo administramos y proyectamos el tope salarial”.
Reestructurar el contrato de Prescott abriría la mayor cantidad de espacio, quizás hasta 15 millones de dólares. Esa sería la decisión más simple para los Cowboys, y la razón por la que fue firmado por seis años con dos rescindibles en marzo pasado.
Ellos preferirían evitar reestructurar los contratos del corredor Ezekiel Elliott, guardia Zack Martin y tackle ofensivo Tyron Smith por una combinación de edad, lesión y futuras ramificaciones contra el tope salarial.
La suspensión de cinco partidos del tackle ofensivo La’el Collins le costó una garantía de 6.48 millones de dólares de su salario base de 10 millones para el 2022. Con el modo en que Terence Steele ha jugado tan bien en su ausencia --a un costo mucho menor-- los Cowboys podrían optar por seguir adelante sin Collins al término de esta campaña para crear algo de espacio, ya sea 1.3 millones como un corte franco, o hasta 10 millones con designación post 1° de junio.
Dejar libre al receptor abierto Amari Cooper y al ala defensiva DeMarcus Lawrence significaría para los Cowboys abrir al menos 24 millones en espacio bajo el tope.
Entonces, la pregunta se convierte en: ¿cómo reemplazan los Cowboys a Cooper y Lawrence, y si estarían mejor sin ellos y Collins?
Retener a sus propios agentes libres siempre es prioridad para los Cowboys.
En el rubro de receptor abierto, ellos retendrían a Michael Gallup bajo este escenario, pero, ¿qué sucederá con Cedrick Wilson, cuya paga debe incrementarse con base en su productividad (14 recepciones, 168 yardas, dos touchdowns) en ausencia de Gallup por un problema de pantorrilla?
En ala defensiva, retendrían a Randy Gregory, quien acumula cuatro capturas y está en el mejor nivel de su vida. Quizás, la paciencia de los Cowboys con el recluta de segunda vuelta del 2015 a lo largo de múltiples suspensiones que le costaron 54 partidos se vea retribuida en negociaciones. Y, ¿sin no? Colocar la etiqueta de jugador franquicia o de transición tendría que ser una posibilidad.
Ahora, miren al resto de los titulares o regulares que tienen programado alcanzar la agencia libre sin restricciones en el 2022 que desempeñan roles prioritarios para la ofensiva, defensiva o equipos especiales.
La producción del ala cerrada Dalton Schultz en el último par de campañas (94 recepciones, siete touchdowns entre el 2020 y 2021), lo tienen en la fila para cobrar en grande. Si los New England Patriots pagaron a Jonnu Smith y Hunter Henry más de 12 millones de dólares por año, entonces Schultz estará en ese vecindario. ¿Pueden los Cowboys costear eso? En caso de que sí, entonces podrían tener que resolver algo con Blake Jarwin, quien se halla bajo convenio hasta el 2023.
Los Cowboys declinaron hacer válida la opción al quinto año de contrato del linebacker Leighton Vander Esch para el 2022, por lo que se convertirá en agente libre. Pero, los coaches se han visto complacidos por su nivel de juego hasta el momento, acreditado con 29 tacleadas y dos tacleadas para pérdida de yardas. ¿Le darán a Jabril Cox, selección de cuarta ronda este año, un rol mayor?
Connor Williams ha iniciado todos excepto tres partidos como guardia izquierdo desde el 2018. Los linieros ofensivos son difíciles de hallar, y a pesar de sus errores --siete castigos aceptados en su contra-- otro equipo podría ser capaz de pagarle más que los Cowboys. Además, Dallas puede recurrir a Connor McGovern como titular, en caso de ser necesario.
Este año, los Cowboys fueron capaces de acertar en sus firmas de agencia libre económicas como el linebacker Keanu Neal, los safeties Damontae Kazee, Jayron Kearse y Malik Hooker, y alas defensivas Carlos Watkins y Brent Urban. Más allá de que los Cowboys decidan o no traer a alguno de ellos de regreso en el 2022, ¿podrán hacerlo? En caso de no ser posible, ¿podrán ser tan exitosos en el 2022 con agentes libres baratos a corto plazo nuevamente?
Encontrar respuestas a finales de octubre para temas que deben resolverse en marzo próximo es complicado, pero Jones y su grupo prefieren una perspectiva amplia del tema de tope salarial a futuro.
Jones admitió la complejidad del desafío que viene, pero no forzará a los Cowboys a un status de desesperación antes de la fecha límite para canjes de la semana entrante.
“Siempre trabajamos no solo para el momento, sino para el largo plazo”, reveló Jones. “Nunca diríamos solamente, ‘Ey, lo apostamos todo a una temporada’, especialmente con este joven equipo de fútbol americano”.