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El Manteca Martínez y una postal inolvidable en La Bombonera

El 11 de octubre de 1992, hace 30 años, Boca Juniors le ganaba por 1-0 a River Plate en La Bombonera. Y de esa manera se encaminaba hacia la obtención de un esperado título, luego de más de 10 años sin alegrías en el ámbito local.

El Xeneize estaba dirigido por Oscar Washington Tabárez, con quien venía de ganar el Torneo Apertura, pero habiendo perdido la final de esa temporada 1991 contra Newell's, ganador del Clausura, por penales.

El local llegaba como primero e invicto; del otro lado estaba el River de Daniel Alberto Passarella, que buscaba los dos puntos para prenderse en la lucha por el título.

Fue un clásico caliente, emotivo, que tuvo de todo y que marcó a Sergio Martínez para siempre: el uruguayo anotó el único gol del Superclásico y celebró con ese festejó que todos quieren imitar: trepado al alambrado y de cara a la hinchada.

Muchos años después, en una entrevista, su compatriota Edinson Cavani señaló que su sueño era jugar en Boca y hacer un gol en La Bombonera para imitar al Manteca, su ídolo. Hace poco, en el último Superclásico, el Pipa Benedetto se dio ese gusto al anotar de cabeza el gol del triunfo ante el River de Gallardo.

"La imagen del gol ante River en el alambrado no me la voy a olvidar más, la tengo guardada para siempre. Fue algo especial, quería abrazarme con todos. Cuando pasan mis goles y me veo, siento que sigo jugando", recordó Manteca.

Esa tarde en La Bombonera, Boca formó con: Navarro Montoya; Soñora, Medero, Giuntini, Mac Allister; Villarreal, Giunta,Tapia, Marcico; Cabañas, Sergio Martínez.

River lo hizo con: Comizzo; Basualdo, Fernando Cáceres, Cocca, Altamirano; Hernán Díaz, Astrada, Zapata, Ruben Da Silva; Medina Bello, Ramón Díaz.

Boca lo ganó con justicia con el gol del Manteca en el comienzo del segundo tiempo. Tras un tiro libre de José Luis Villarreal y un rebote en la barrera, el Manteca tomó el balón que quedó boyando cerca del punto del penal para cruzar el remate y sellar el 1 a 0.

Pero el partido iba a contar con más emociones. Porque Passarella movería el banco y con el ingreso del Burrito Ortega, River encontraría más desequilibrio en ataque.

Así, a los 21 del complemento, el árbitro cobró una falta sobre el Burrito que pareció dudosa, pero que de todos modos Juan Carlos Loustau, el padre de Patricio, sancionó con seguridad.

Hernán Díaz fue el encargado de ejecutar la pena máxima y el Mono Navarro Montoya atajó el remate de manera magistral, arrojándose con todo sobre su palo derecho.

La imagen es recordada porque el arquero de River, Comizzo, se dio vuelta de cara a la hinchada de Boca y en vez de mirar el penal, lo escuchó a través de una radio que desde las tribunas le habían arrojado.

Otro dato de color fue ver en las tribunas de La Bombonera alentando a Diego Armando Maradona, junto con su esposa Claudia Villafañe y el recordado actor Carlín Calvo.

De la mano del Maestro Tabárez, Boca lograba otro triunfo contra River y comenzaba la "paternidad" ante el clásico rival, algo que marcó esa década de los noventa: muchas victorias de Boca ante un River que, de todos modos, celebraba títulos.

Lo cierto es que luego de ese partido Boca iba a salir campeón, aunque no sin sufrimiento. Recién se consagraría en la última fecha en el sufrido empate contra San Martín de Tucumán y el recordado gol de un desconocido Claudio Benetti.

El pibe de las Inferiores, como el Manteca, también celebró su tanto subido al alambrado.