Volvió a hacer fútbol en una práctica de forma normal. Y se ilusiona con el regreso oficial. Exequiel Zeballos, conocido como Changuito, realizó un entrenamiento a pleno en Boca Juniors y sueña despierto, tras el trauma de las lesiones.
"La vida es así, tenés que seguir para adelante. A mí me pasaron todas juntas, pero yo siempre con felicidad. De cualquier lesión se puede volver bien. Cuando me rompí estaba triste, pero la vida es así; tenés que seguir para adelante. A mí me pasaron dos juntas, pero siempre con felicidad, como me dijeron mis papás", comentó Zeballos, de apenas 22 años, quien hace pocos meses fue papá de una nena, en una entrevista que le dio al canal oficial de Boca.
Ya superó la kinesiología y este viernes regresó a una práctica a la par, pero no fue con el plantel profesional del Xeneize, que dirige Diego Martínez. Es que Zeballos se entrenó con los pibes de la Séptima División.
"Estoy muy bien, incluso mejor que antes. Trabajé mucho. Con los kinesiólogos, con Jorge Batista, el médico del plantel (fue el encargado de operarlo). Me siento con mucha fuerza. Y les agradezco a los chicos que jugaron hoy, la rompieron", explicó el extremo, de gran velocidad y calidad.
Lleva un tatuaje especial, que dice 'Resiliencia'. “Son 15 años de carrera, así que cada momento hay que vivirlo con felicidad, para adelante. Esto pasa, ahora vuelvo a jugar. Ya pasó. Por suerte me llega mucho el cariño de la gente, el hincha de Boca es hermoso. Le agradezco un montón a la gente el cariño que me da. Eso me hace venir con esta sonrisa a entrenar", explicó el Changuito. Y disfruta con la complicidad de sus compañeros de categoría, como Equi Fernández, Cristian Medina y Luca Langoni.
"Mi familia me enseñó a dar mucho amor. Cuando llegué a la Primera, estaban Carlos Tevez, Wanchope Ábila, Mauro Zárate. Me recibieron con todo el apoyo. Román (Riquelme) también siempre nos apoya. A mí me llega mucho el cariño de la gente de Boca", contó con una sonrisa.
Zeballos, que se pone a punto para retornar a Primera, como él tanto quiere y la gente se lo pide, contó que hubo una razón especial en su proceso de recuperación. A comienzos de 2024, nació su hija Bianca. "Por ella la lesión pasó más rápido", afirmó el delantero. "Estoy muy bien, muy contento. Nació mi hija así que en una etapa nueva. Dormimos, gracias a Dios. Y no veo la hora de jugar en La Bombonera, así la llevo a Bianca conmigo”, agregó.
"Tengo los pies sobre la tierra, pero yo soy Exequiel. Me gusta que me comparen con esos jugadores que yo quiero ser, aunque falta mucho por trabajar. Ahora tengo que volver y espero volver bien", remarcó.