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Miguel Borja se entrenó con normalidad en River

Casi 24 horas después de la denuncia radicada en su contra -en la UFIJ N° 3 de Ezeiza- por presunto maltrato físico a sus hijos, causa que sigue abierta pese a constatarse que los niños "no sufren ningún tipo de violencia por parte de los padres", Miguel Borja se presentó en el River Camp este miércoles para retomar las prácticas junto al resto de sus compañeros.

Tras el delicado del episodio que trascendió -y repercutió- este martes en las entrañas del plantel de River Plate, la gran duda en la jornada matutina de hoy miércoles era si Marcelo Gallardo contaría con el delantero de 31 años en el retorno a los entrenamientos del plantel completo (ayer solo lo hizo un grupo reducido).

Y la respuesta estuvo temprano: Borja llegó al predio de Ezeiza como es habitual y trabajó con normalidad a la par del resto de la delegación, que quedó considerablemente reducida en el marco de la fecha FIFA por los convocados a las Eliminatorias y a la Selección Argentina Sub-20, lo que esclareció un poco la situación.

Por lo pronto, como la fiscal González dispuso que los niños vuelvan sin impedimentos a la casa de los Borja en un country de Canning al comprobar que no había ninguna señal de agresión física, posterior a entrevistar a todos los involucrados, el futbolista continuará entrenándose en River sin restricciones.

Qué pasó con los hijos de Borja

Miguel Borja, fue protagonista de una denuncia que hizo en su contra la directora del colegio al que van sus hijos, en una localidad bonaerense, quien pidió que se investigue si los chicos sufren violencia doméstica. La directora realizó la presentación ante la Comisaría de la Mujer y la Familia La Unión, de Ezeiza e incluyó a la pareja del jugador.

Luego de eso, el Servicio local de Niñez realizó una entrevista a los niños y determinó que “no sufren ningún tipo de violencia”, por lo que se dispuso que los chicos volvieran a su hogar con sus padres, según fuentes del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.

De todos modos, se abrió una investigación de los hechos y quedó ahora a cargo de la UFI N°3, de la fiscal María Elena González. Según el informe de la denuncia, la directora supo de la situación luego de que se lo comentara la maestra de segundo grado del hijo menor de la familia, de siete años.

Según el relato, la maestra le habría llamado la atención al niño por su comportamiento en la primera hora de clase. Tras el reto, el niño pareció muy angustiado y, ante eso, habría empezado a llorar y dicho: “No hablen con mi papá porque me pega”. Según la maestra, el menor le habría comunicado que “sus padres les pegaban con cintos en las piernas”. También le habría dicho que la situación de violencia era recurrente.

Aún así, no les comentó si su hermano mayor sufría la misma situación y las maestras no le preguntaron, debido a que rápidamente realizaron el acta para denunciar el hecho. El único registro de violencia física que se describe en el relato viene por parte de la vicedirectora del establecimiento, que afirmó ver unas raspaduras arriba de una de las rodillas del niño.

Tras los hechos, se realizó la denuncia y las autoridades tomaron contacto con el Servicio Local y de Niñez y dispusieron que se realice un precario médico a los dos niños junto a su madre y esposa de Borja, Linda Pérez. Con dicha secretaría realizaron una entrevista, donde estipularon que “los niños no sufren ningún tipo de violencia por parte de los padres, disponiendo que los mismos regresen con sus progenitores al domicilio”.

Por ahora, ni el jugador del Millonario ni su entorno realizaron declaraciones al respecto.