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Así fue el tormentoso 2024 de Boca Juniors

El final del año es el momento perfecto para hacer balances. En el caso de Boca Juniors, cuando sus hinchas se sienten a la mesa este 31 de diciembre y miren hacia atrás, una de las pocas cosas que podrán ver de forma positiva es que el 2024 finalmente terminó y esperar el 2025 con más esperanza.

El año para el equipo Xeneize estuvo plagado de sinsabores y decepciones deportivas, con algunos partidos para recordar y rendimientos destacados, pero con el balance general que quedó en deuda tanto por el nivel de juego como los resultados obtenidos.

El 2024 inició con el recuerdo fresco de la final de la CONMEBOL Libertadores perdida al mando de Jorge Almirón y con la llegada de Diego Martínez para hacerse cargo del equipo, en un año atípico, que no tendría competencia en el máximo torneo de clubes del continente.

El mercado de pases fue austero pero efectivo, con las incorporaciones de Kevin Zenón, Lautaro Blanco y Cristian Lema, siendo los dos primeros muy importantes en ese primer semestre, sobre todo Zenón, formando una gran sociedad con Cristian Medina y Ezequiel Fernández en el mediocampo.

Del éxtasis ante River a la agonía en pocos días

El pico de rendimiento del primer semestre y el año en general para el Xeneize llegó en los cuartos de final de la Copa de la Liga, al ganarle a River Plate un Superclásico inolvidable en Córdoba por 3-2, con un nivel espectacular de su dupla uruguaya, Edinson Cavani y Miguel Merentiel.

Pero casi de forma inmediata llegó un golpe que sería clave de cara a lo que quedó del ciclo Martínez. En las semifinales de la misma Copa de la Liga ante Estudiantes de La Plata, Boca ganaba bien, pero un penal infantil de Cristian Lema que terminó expulsado y provocó el empate Pincha, cambió todo y el equipo se despidió en los penales.

Esta derrota sumada a un empate ante Fortaleza en La Bombonera por la CONMEBOL Sudamericana, que terminó siendo muy costoso en la definición del grupo, provocó un cambio en el entrenador de cara al inicio del segundo semestre.

Papelón administrativo y despedida anticipada en la Sudamericana

El arranque de la segunda mitad de año no pudo haber sido peor para el Xeneize. Sin varias de sus principales figuras -Zenón, Equi y Medina- en los Juegos Olímpicos, Boca encaró los playoffs de la Sudamericana ante Independiente del Valle con un equipo muy mermado y sin poder usar los refuerzos -Gary Medel, Milton Giménez, Brian Aguirre y Tomás Belmonte- por haber presentado los cambios en la lista demasiado tarde.

A pesar de haber avanzado a octavos de final derrotando a los ecuatorianos, la siguiente fase marcó la dolorosa despedida en Brasil ante Cruzeiro, tras un partido que rozó la épica por haberlo jugado con uno menos desde los 10 segundos de juego por una roja a Luis Advíncula, pero los penales, aliados en el pasado del Xeneize, le jugaron otra mala pasada, con Merentiel como el villano inesperado, fallando el penal clave.

Clásicos perdidos y final de ciclo para el entrenador

La eliminación internacional hizo mella en el equipo, que ya no tenía a Equi Fernández, que dejó el club para irse al fútbol árabe, y sumó varios mediocampistas -Belmonte, Ignacio Miramón y Agustín Martegani-, que nunca pudieron reemplazarlo.

Nunca pudo levantar cabeza y en el torneo local sufrió varias derrotas determinantes. Primero ante Racing en Avellaneda, luego ante un equipo alternativo de River en La Bombonera, con escándalo en el final incluido por un episodio en el que Sergio Romero increpó a un hincha que estaba insultando al equipo en la salida, lo que llevó a una sanción del club al arquero y un vínculo roto con la hinchada.

Una nueva caída ante Belgrano de Córdoba marcó la salida de Diego Martínez, que desde aquella derrota ante Estudiantes en esa misma provincia, cambió su forma de dirigir, dejó de lado el protagonismo mostrado en los primeros meses de 2024 y optó por una postura más especulativa, sobre analizando a los rivales.

Así, Martínez dejó el club tras nueve meses y 45 partidos, donde acumuló 20 triunfos, 15 empates y 10 derrotas, sin títulos y con un ciclo claramente que fue de mayor a menor, teniendo como mayor deuda el rendimiento como visitante.

La llegada de Fernando Gago y el cierre agridulce de año

Juan Román Riquelme apostó por un exfutbolista del club al darle la confianza a 'Pintita', pero los resultados tardaron en llegar. Su primer triunfo llegó recién en el quinto partido, aunque incluyó un triunfo por penales ante Gimnasia LP en Copa Argentina, con un episodio que también quedará en el recuerdo, con Román en el medio de la tribuna parando los incidentes entre ambas hinchadas y la policía que estaba escalando a un ritmo peligroso.

A partir de allí pudo enderezar un poco el rumbo, pero sufrió una nueva decepción al caer en las semifinales de la Copa Argentina ante Vélez, con un derrota por 4-3, en un partido que tuvo de todo y terminó con un golpe durísimo.

Una buena racha en el Torneo de la Liga, con 5 triunfos en los últimos 7 partidos le permitió cumplir el objetivo de clasificar a las fases previas de la CONMEBOL Libertadores 2025, donde jugará en la segunda fase ante el ganador del duelo entre Nacional de Paraguay y Alianza Lima de Perú. Si avanza a la tercera fase, se verá las caras con Deportes Iquique de Chile o Independiente Santa Fe de Colombia.

De cara a 2025, Boca ya sumó un refuerzo, con la incorporación de Carlos Palacios desde Colo Colo y deberá apuntar mejor sus cañones. Del último mercado se puede destacar a Milton Giménez, uno de los goleadores del semestre para Boca, con 7 goles en 25 partidos, más algunos destellos de Brian Aguirre como extremo.

Los números marcan el difícil 2024 para Boca

El año del Xeneize se puede definir como irregular, cuanto menos. Disputó 58 partidos, de los cuales ganó 26, empató 19 y perdió 13. Marcó 77 goles y sufrió 53.

Sus goleadores fueron los uruguayos Edinson Cavani, con 20 tantos y Miguel Merentiel con 17 goles.

Su rendimiento como visitante fue catastrófico durante casi todo el año. Ganó apenas 6 partidos de 26, con 11 derrotas y 9 empates, con una racha de cinco meses sin poder ganar fuera de casa.

Su saldo marca dos semifinales locales - Copa de la Liga y Copa Argentina-, eliminación temprana en CONMEBOL Sudamericana, en octavos de final y un pobre sexto puesto en el Torneo de la Liga, el cual nunca pudo pelear. Este es el primer año desde 2016 en el que el club finaliza sin títulos.

Todo Boca Juniors espera dejar atrás el olvidable 2024 y levantar su copa este 31 de diciembre para desear por un 2025, que con la vara bastante baja, pueda ser mucho mejor.