Y un día, la racha adversa de Boca Juniors se terminó. Se despejó el cielo y volvió la sonrisa de sus hinchas tras 120 días de frustraciones en continuado. La goleada 3-0 frente a Independiente Rivadavia en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, por la quinta fecha del Torneo Clausura 2025, significó mucho más que tres puntos: cortó una seguidilla negativa histórica, le devolvió aire al ciclo de Miguel Ángel Russo y lo reubicó en la pelea por la clasificación a la CONMEBOL Libertadores 2026.
Fin de la sequía y regreso a la pelea
La última vez que Boca había ganado había sido el 19 de abril, ante Estudiantes. Desde entonces pasaron 12 partidos sin festejos. El alivio llegó en Mendoza, curiosamente en el partido 13, con goles de Leandro Paredes (el primero desde su regreso, con ayuda del arquero Ezequiel Centurión), Exequiel 'Changuito' Zeballos y Alan Velasco.
El triunfo no solo lo sacó del fondo de la Zona A del Torneo Clausura, sino que también lo ubicó tercero en la tabla anual con 39 puntos, detrás de River y Rosario Central (42). En este escenario, si el torneo terminara hoy, el Xeneize estaría nuevamente en la Libertadores.
Los factores que cambiaron el rumbo
Más allá de la suerte que tantas veces le fue esquiva en los últimos meses, en Mendoza hubo decisiones tácticas y estratégicas que modificaron la ecuación:
La dupla central: Lautaro Di Lollo y Marco Pellegrino transmitieron seguridad en el fondo y protagonizaron jugadas claves, incluida una salvada monumental de Pellegrino que evitó el empate transitorio en el primer tiempo.
El doble cinco: Rodrigo Battaglia y Leandro Paredes, dupla de experiencia, brindó equilibrio y salida prolija desde el medio.
Laterales y extremos con protagonismo: Juan Barinaga se consolidó en el costado derecho, mientras Brian Aguirre fue una constante amenaza en los duelos individuales.
La salida a tiempo de Edinson Cavani: el uruguayo, de bajo nivel en los últimos partidos, incluyendo otro gol increíble que se perdió al nivel del fallado ante Alianza Lima en febrero pasado, fue reemplazado por Milton Giménez.
A esto se sumó un primer tiempo sólido, en el que Boca fue protagonista y mostró un esquema lógico, con cada futbolista en su posición natural.
Cambios institucionales y señales externas
Es creer o reventar, pero la victoria coincidió con movimientos fuera de la cancha: la salida de Alfredo Cascini del Consejo de Fútbol y la partida de Marcos Rojo a Racing Club. Curiosamente, desde que Rojo llegó a la Academia -si bien es cierto que todavía no jugó-, su nuevo club no pudo sumar puntos (0 de 6 unidades disputadas).
Además, la caída de rivales directos como Argentinos Juniors y San Lorenzo ayudó a que Boca recuperara terreno en la tabla.
¿Cómo sostener el nivel tras el triunfo?
El desafío ahora es transformar este triunfo en un punto de partida y no en un simple alivio momentáneo. Para conseguirlo, Russo y su plantel deberán:
Repetir la fórmula táctica: mantener la solidez defensiva y la dupla Paredes-Battaglia en el medio.
Consolidar a los jóvenes: dar continuidad a Di Lollo, Pellegrino y Barinaga, que demostraron estar a la altura.
Tomar decisiones firmes con Cavani: el 9, en un grande como Boca, debe responder con goles o ceder su lugar.
Sostener la confianza: el alivio anímico es vital, pero deberá ratificarse con regularidad para volver a ganar y empezar a pelear los puestos de arriba, algo necesario para los hinchas acostumbrados a colmar La Bombonera.
