A los 35 años, Darío Benedetto, de reciente paso por Newell's, visitó el programa ESPN F90 y contó detalles de su carrera profesional. Explicó que estuvo al borde del retiro, qué lo hizo cambiar de opinión, dónde le gustaría jugar y a qué clubes podría sumarse.
Quedará en la memoria de los hinchas leprosos el penal que falló frente a Belgrano por la novena fecha del Torneo Clausura 2025. en Córdoba, que le tapó el arquero Thiago Cardozo para impedir que Newell's se pusiera en partido. Eso fue lo más cerca que estuvo de marcar en su fugaz paso por el Rojinegro. Y también el día en el que fue el arquero suplente de Keylor Navas en el duelo frente a Independiente Rivadavia, apenas llegado al club.
Tras volver al fútbol argentino, después de jugar para Querétaro en la Liga MX y Olimpia de Paraguay, Benedetto rescindió su contrato con Newell’s a fines de octubre. La acumulación de decepciones desde que dejó Boca en julio del año pasado reconoció haber pensado más de una vez en el retiro, incluso haber estado a punto de tomar la decisión, pero reveló qué fue lo que lo hizo cambiar de opinión y estar esperando oportunidades para dar continuidad a su carrera.
"Me hartaron ciertas mañas que agarró el fútbol de hoy. Quilombos, negocios, no importa... Pero siempre me va a gustar, porque le estoy muy agradecido al fútbol. No puedo creer la carrera que logré hacer... Ahora casi me retiro. Pero me propuse a mí mismo, haciendo terapia, estirarlo un poquito más y retirarme bien", contó Benedetto, quien admitió el dolor de haber perdido a su mamá siendo un niño, cuando jugaba una final. Y expresó lo fuerte que fue ese golpe para él y su familia.
Dijo haber decidido acudir a la ayuda de un psicólogo en Olympique de Marsella, gigante del fútbol francés que marcó su primera experiencia en el fútbol europeo y a la vez su primera despedida del Xeneize, meses después de la dolorosa derrota ante River en la final de la Copa Libertadores de 2018 que se definió en Madrid.
"Hago terapia hace seis, siete años. recontra recomendable. Yo creo que todo jugador de fútbol tiene que hacer terapia. Yo empecé en Francia, porque me costó mucho la adaptación allá. No al fútbol, pero sí a la vida, al idioma", contó el jugador surgido de Arsenal de Sarandí.
Benedetto afirmó que no tiene intenciones de dejar el fútbol argentino, pero explicó cuáles son sus prioridades: "Voy a inclinarme por clubes que no tengan quilombos, porque los últimos años me la pasé renegando. Tengo ganas de disfrutar jugando al fútbol". Y descartó jugar en un equipo del Interior del país, para poder estar cerca de sus hijos, en especial tras su separación. "En Boca me hubiese querido retirar, pero no se dio. Mi mejor versión fue en 2016. Y siempre lo miro por TV", explicó.
Hablando del Xeneize, elogió a Claudio Ubeda, clave en la levantada del nivel de Boca que lo llevó a ser uno de los semifinalistas del Clausura: "Lo levantó, hubo un cambio. Creo que se lo dimos con Newell's, cuando nos ganaron 5-0", ironizó.
"Ahí empezó a levantar Boca, pero yo creo que Ubeda le hizo muy bien. Vi el partido contra River y creo que hacía rato que Boca no jugaba un clásico así. Cuando estaba yo, reclamaban que había que tirarse de cabeza, pero no se estaba dando porque no se encontraba el juego. Me sorprendió que en el Superclásico lo llevó por delante en cada sector de la cancha. Al partido siguiente igual y los jugadores se empezaron a entender mucho mejor", comentó Benedetto, hincha confeso del Xeneize.
Si bien aclaró que ya no quiere jugar en el exterior, le abrió las puertas a una excepción con tal de poder volver a compartir cancha con Lionel Messi, a quien alguna vez cumplió el sueño de tener al lado en la Selección Argentina, en las Eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018. "Si me llama para jugar en Inter Miami, voy en bicicleta", dijo entre risas.
