Diego Martínez, ex entrenador de Boca, contó y recordó la vez que Edinson Cavani les pidió perdón a sus compañeros luego de un entrenamiento en el Xeneize.
En una nueva Masterclass del curso de director técnico de la Escuela ATFA Alvear, Martínez habló sobre la función del entrenador y narró una situación que vivió en el inicio de su ciclo al frente de Boca, elenco que dirigió desde enero a septiembre de 2024.
“Dirigir a futbolistas de la jerarquía de Edinson Cavani y de Marcos Rojo iba a ser un gran desafío. En uno de los primeros días, estábamos haciendo una tarea de concepto, que es un trabajo reducido pero con una regla que tiene que ver con algún concepto táctico, por ejemplo jugar a tercer hombre, hacer énfasis en la presión tras pérdida o tocar y buscar un espacio libre… Le ponemos una regla al juego para hacer énfasis, y después eso lo podemos trasladar a un concepto táctico”, comenzó explicando el entrenador de 47 años.
Martínez continuó: “Había un par de reglas por cumplir, y Edi no las cumplía. ¿Y qué hacés como entrenador? Y se las empecé a cobrar. Porque si te hacés el boludo con Edi, otro pibito va a decir ‘¿a mí me cobrás todo y al otro no?’ Y se las empecé a cobrar, y Edi se fastidiaba, y ‘por qué tantas reglas, y por qué no algo más simple’. Y se puso medio tenso el tema, y hubo un momento donde se hacía difícil hacer el ejercicio”.
“Paré la práctica y le dije al profe que los llevara a correr, que hiciera un intermitente, y se hizo un silencio. Y Marcos Rojo, que entrena como juega y es una fiera, empezó a decir que termináramos el ejercicio. ‘Bueno, dale, vamos a terminarlo’, le dije. No voló una mosca, lo hicieron impresionante, Edi no le erró a una sola regla, terminó haciendo goles, salió espectacular el ejercicio”, valoró el DT.
El argentino agregó: “Al otro día, había una sesión de video. Fueron entrando todos los jugadores, y Edi se paró, me pidió permiso y pidió perdón delante de todos”.
“Eso te muestra cómo la jerarquía y la grandeza de un tipo de la experiencia de él, de haberse dado cuenta de que quizás estuvo mal, cómo el jugador te prueba y te lleva al límite para ver hasta donde vos respetás esa pauta de convivencia con todos… Por eso no hay que dejar de ser nunca uno, y tener esa muñeca y darle en la tecla a cada uno como dice Julio Velasco. Aunque no niego que en esos segundos de silencio me planteaba cómo iba a terminar”, reconoció Martínez.
