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Real Madrid dio una muestra de carácter y derrotó 3-2 a Atalanta

Real Madrid venció 3-2 a Atalanta, uno de los que venía invicto en UEFA Champions League, y sumó tres puntos vitales. ¿La mala? Mbappé salió lesionado en el primer tiempo.

Real Madrid concretó el partido que necesitaba, el que le hacía falta para demostrar que está a la altura de esta UEFA Champions League. Se impuso 3-2 a Atalanta, que llegaba invicto y peleando en los puestos de arriba de la Fase Liga. Como si esto fuera poco, además lo hizo en tierras italianas, en condición de visitante.

Si bien tuvo varios sobresaltos y por momentos la pasó mal, desde el arranque el equipo de Carlo Ancelotti salió decidido a buscar el triunfo. Y era lógico, porque venía con un récord de apenas dos victorias y tres duras derrotas en lo que va de esta edición de la máxima competencia de clubes de Europa.

Iba solamente un minuto de juego cuando Kylian Mbappé se las ingenió para tener el primer mano a mano. Definió a tiempo pero Marco Carnesecchi salió desesperado del arco y tapó lo que era el 1-0. De todas formas, fue el propio francés el que más tarde se encargó de romper el cero; ingresó al área y definió cruzado para estampar el primer tanto de un encuentro que terminó repleto de celebraciones.

Parecía que los de la Casa Blanca se iban arriba al entretiempo, pero no fue así, ya que un penal en la última jugada derivó en el 1-1 a cargo de De Ketelaere, que le rompió el arco a Courtois. Empate y otra vez a remarla para la visita, que a los 35 minutos de juego ya había perdido a Mbappé por lesión: Rodrygo ingresó en su lugar.

Ya en la segunda parte, ambos salieron dispuestos a arriesgar y llovieron goles. Real Madrid tuvo tres minutos de gloria donde primero mojó Vinicius, que volvía de una lesión, y luego Bellingham, para sentenciar el 3-1 parcial. Al rato, descontó Ademola Lookman, pero no alcanzó. Ni el ingreso de Mateo Retegui pudo evitar que Atalanta pierda su invicto en Champions. Para colmo, el delantero argentino falló un gol insólito debajo del arco sobre el final del partido.

El conjunto español sumó mucho más que tres puntos. Demostró que puede medirse ante los que pelean arriba y que luchará hasta el final por meterse entre los ocho que clasifican directo a la siguiente fase. Para los italianos fue su primera derrota, aunque siguen firmes y mostrando un desempeño digno de ser destacado.