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Julian Draxler, la esperanza del Wolfsburgo ante el Madrid

WOLFSBURGO - La esperanza del Wolfsburgo en el duelo desigual ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones descansa en buena parte sobre los hombros de Julian Draxler, a quien puede calificar de "ahijado" de la leyenda madridista Raúl González.

La relación que tuvieron los dos en los tiempos comunes del Schalke 04 fue uno de esos típicos encuentros entre un veterano -que ya era una leyenda- y una promesa juvenil.

Draxler debutó en el Schalke a los 17 años y prácticamente desde que pisó por primera vez el césped empezó a vérselo como un jugador destinado a algo grande. Teniendo todavía pocos partidos con el primer equipo, Draxler recibió un espaldarazo de Raúl quien predijo que se estaba ante un jugador que le daría mucho al club y a la selección alemana.

Es memorable el gol que le marcó Draxler al Núremberg en la semifinal de la Copa de Alemania en 2011 con un remate desde 25 metros. El primero en correr a felicitarlo fue Raúl que lo derribó al lanzarse encima para abrazarlo.

En esa temporada, los dos ganaron juntos la Copa de Alemania; Draxler volvió a marcar en la final. Y a medida que pasó el tiempo los ojos de clubes con más posibilidades económicas y deportivas que el Schalke empezaron a poner sus ojos en Draxler.

Su condiciones, que empiezan por una gran velocidad y un gran disparo a puerta y siguen por un excelente regate, llamó la atención incluso del Real Madrid y llegó a tener una oferta en 2013 que rechazó.

"No me arrepiento porque lo hice con plena convicción", dijo Draxler en declaraciones que recoge la revista "Kicker" en su suplemento previo a la jornada de la Liga de Campeones.

Para Draxler, que actualmente tiene 22 años, la prioridad era buscar el mejor horizonte para su desarrollo lo que pasaba por ser titular en el equipo al que fuera. Otra alternativa que se barajó fue el Borussia Dortmund pero Draxler dejó claro que no ficharía directamente por el acérrimo rival del Schalke.

Pese a que Draxler estaba en camino de convertirse en una figura de identificación del club de Gelsenkirchen, el Schalke no pudo retenerlo.

Probablemente, un factor clave haya sido el haberse quedado por fuera de la Liga de Campeones para la edición de esta temporada.

Fue entonces para el Wolfsburgo, que acababa de perder al belga Kevin de Bruyne. Llegó a un acuerdo con el jugador y pagó una cláusula de 36 millones de euros, lo que lo convierte en el tercer fichaje más caro de la historia de la Bundesliga después de Javi Martínez y Mario Götze.

Draxler, que puede considerarse campeón del mundo aunque su presencia en Brasil con la selección alemana haya sido poco más que testimonial, ya sabe lo que es jugar contra el Real Madrid.

La primera experiencia, en el año de la Décima, no fue buena. En Gelsenkrichen el Schalke cayó goleado por 1-6 y en Madrid perdió por 3-1. La segunda fue un poco mejor. Tras una derrota en casa (0-2) el Schalke estuvo a punto de sorprender en la vuelta al imponerse en el Bernabéu por 3-4. Sólo faltó un gol.

En Alemania ya nadie duda de las condiciones de Draxler. Lo que le falta es constancia y se sabe que es capaz de dar un recital de fútbol, como lo hizo en la goleada por 4-1 de Alemania ante Italia, para pasar desapercibido pocos días después como ocurrió en la desastrosa derrota por 3-0 ante el Bayer Leverkusen.

Dentro de los titulares habituales del Wolfsburgo, sólo Maximilian Arnold -de 21 años- es menor que Draxler. Sin embargo, dentro de toda la plantilla, sólo dos jugadores -los veteranos Dante y Niklas Bendter- tienen más partidos jugados en Liga de Campeones. Ya van 30.

Mañana, además, Draxler se encontrará, en el banquillo del Madrid como entrenador, a uno de sus ídolos y modelos a seguir, Zinedine Zidane que también jugó con Raúl con quien conquistó la Liga de Campeones.

El exmeta internacional alemán Bodo Ilgner, que también jugó para el Real Madrid, ha dicho que una de las preguntas de los cuartos de final es si Draxler podrá mostrar su mejor versión ante el Real Madrid.

De llegar a ser así, Ilgner no descarta que otra vez se abra la posibilidad de que Draxler desembarque en la que fue la primera casa de Raúl.