Mateo Kovacic, volante del Chelsea, levantó este sábado su cuarta UEFA Champions League, pero la más especial de todas, porque por fin se sintió protagonista.
El jugador croata, ex del Real Madrid, ya había tocado la 'Orejona' en tres ocasiones, siempre con los Blancos, pero nunca la podía haber disfrutado en el campo.
En la temporada 2015/2016, la primera en su etapa como madridista, no fue elegido para el plantel que venció en la tanda de penaltis al Atlético de Madrid en la final de Milán.
En la final de la temporada siguiente, la que el Real Madrid ganó en Cardiff al Juventus de Turín, el croata estuvo en el banquillo, pero Zinedine Zidane no le dio entrada. Mismo caso que en la 2017/2018, cuando el Madrid se coronó con la tercera Champions seguida en Kiev, pero Kovacic tampoco salió del banco de suplentes.
Ante la imposibilidad de imponerse como titular, Kovacic abandonó el Real Madrid, primero como cedido y luego ya de forma definitiva y dos temporada después logró su objetivo.
Salió a diez minutos para el final, para firmar su primera presencia en un partido por la Copa de Europa. El croata ayudó a aguantar los últimos arreones del Manchester City y por fin se proclamó campeón vestido de corto y en el campo. A la cuarta fue la vencida para Kovacic.