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De Paul, indiscutido de la Selección Argentina: causas y efectos de ser el socio perfecto de Messi

La Selección Argentina intentará revalidar el título conseguido en la última Copa América y, para lograrlo, se apoyará en uno de los líderes futbolísticos y emocionales del grupo: Rodrigo De Paul, el socio perfecto de Lionel Messi. Los aportes del mediocampista son innegables de la línea de cal para adentro del campo de juego, pero también su presencia es decisiva en el espíritu del grupo de Lionel Scaloni.

Con el correr del tiempo, y de los títulos conseguidos, De Paul se fue asentando en la Selección y comprendiendo cada vez mejor qué es lo que el equipo necesita de él. En muchas oportunidades se luce con actuaciones vistosas, asistencias de calidad y cambios de frente dignos de ser aplaudidos. Pero muchas otras veces, su trabajo en la espalda del capitán es silencioso, impecable pero sigiloso (y muy sacrificado).

¿Por qué De Paul es uno de los favoritos de Scaloni?

A Rodrigo De Paul le dio su primera oportunidad en la Selección un técnico interino, que venía a poner la cara después de la mala actuación de Argentina en la Copa del Mundo de Rusia que dirigió Sampaoli. A este inexperimentado DT le tocaba hacerse cargo de un fierro caliente porque, además de devolverle la fe a un equipo golpeado, tenía que encarar un proceso de renovación indispensable y terminar con el ciclo de muchos jugadores históricos en la Albiceleste.

Ese técnico era Scaloni, claro, quien con el diario del lunes supimos que conseguiría potenciar a cada uno de sus hombres y llevaría a Argentina a la gloria. Ese DT fue el que confió en De Paul y lo hizo debutar en un amistoso ante Irak.

Desde ese 11 octubre de 2018 en el que tuvo sus primeros minutos hasta hoy, han pasado 66 partidos y De Paul fue titular en 56. ¿Qué hizo que De Paul se volviera inamovible en el equipo? Bueno, la lista sería muy extensa porque este mediocampista trae de fábrica un olfato ofensivo muy desarrollado, creatividad, inventiva y mucha calidad de pase. Pero también, fue puliendo con el tiempo su faceta más defensiva y se volvió un gran recuperador, casi especialista en incomodar a los rivales con su respiración cerca del cuello.

Más allá de todas las virtudes que hacen de De Paul un jugador completo, posiblemente su mayor logro haya sido interpretar a la perfección que la función más indispensable para que Argentina pueda brillar era trabajar para los demás, especialmente, para el mejor de todos: Leo Messi. La presencia de Rodrigo es determinante para que Leo pueda jugar con soltura: él hace el trabajo sucio para conseguir la pelota y el capitán la recibe redonda en sus pies para decidir qué pasará.

De Paul tuvo una gran performance en la Copa América 2019 y estuvo en el equipo inicial en cada partido. Lo mismo sucedió en todos los amistosos de ese año y en las Eliminatorias que se jugaron en 2020. En la Copa América 2021 solo fue suplente en una ocasión (ante Bolivia) y en 2022 prácticamente no tuvo ninguna ausencia hasta el día de hoy.

Así fue que De Paul se ganó el apodo de Motorcito, porque básicamente su andar devino indispensable para que la máquina funcione. Corre, presiona, recupera y luego la pasa. Pero la pasa con criterio y proactividad, no se desentiende. Se oferta para la combinación, se involucra en la creación y hace uso de su privilegiada vista panorámica.

El póster de la Copa América 2021: desahogo para Leo, justicia para Di María y una galera para De Paul

La final que Argentina le ganó a Brasil en el Maracaná el 10 de julio significó volver a festejar un título después de 28 años. Fue el final de una catarata de frustraciones y el principio de la gran historia de los campeones del mundo. Esa noche Leo levantó por fin un trofeo con la Celeste y Blanca gracias a un golazo de Ángel Di María, que llegó por un pase espectacular que solo vio De Paul.

El mediocampista surgido en Racing dio una función en el partido más importante y ante el rival más difícil del torneo. Fue la gran figura del partido y coronó su actuación con una asistencia desde atrás de mitad de cancha para que Fideo pique el gol consagratorio.

Una vez más el hombre de Atlético Madrid demostró por qué tenía su lugar asegurado en el once titular y qué importante es su participación colaborativa.

El crecimiento del mediocampista fue directamente proporcional al de la Selección, o tal vez del análisis resulte el hecho de que la relación es consecuente: gracias a la pericia que adquirió De Paul y su incidencia en la soltura de Messi, el rendimiento de Argentina se potenció. Hoy es casi tan difícil pensar una Selección sin Messi que pensar una Selección sin De Paul.

El rol de Rodrigo De Paul en el grupo y la complicidad con Messi, también fuera del campo

Como ya se mencionó, Messi encontró en De Paul un socio perfecto, que lo busca, que lo asiste y que interpreta sus intenciones. El mediocampista oficia a la perfección como mano derecha del Diez y no reniega de sacrificarse para que sea él quien se luce. Al contrario: Leo sonríe y De Paul disfruta.

Cuando la renovación llegó a la Selección Argentina, el grupo necesitó trabajar mucho más que conceptos tácticos. Scaloni llegó para transmitir un legado que ponderó el factor humano y así los jugadores comprendieron que el camino a la gloria solo sería posible si todos entendían el real significado de ser un equipo.

En esa transición, el carisma de Rodrigo fue fundamental. Para descomprimir un conjunto humano recargado de presiones y críticas, fue indispensable recuperar la sonrisa. Algo tan siempre como reconectar con la alegría hizo que estar en la Selección sea un momento de encuentro con amigos, un lugar en el que además de entrenar se puede ser feliz, crear, animarse a hacer lo que se hacía cuando el amor por el fútbol nació: divertirse.

Leo se tuvo que acoplar a un nuevo paradigma y para eso necesitó la primera asistencia de las muchas que le daría De Paul. Con el correr de los años, La Pulga valoró la importancia de tenerlo cerca en aquel proceso: "Rodri fue quien me ayudó a integrarme en ese grupo, que era lo que tenía que hacer yo, porque eran todos chicos y en su mayoría nuevos".

Lo que sucedió después es historia conocida: bromas, risas, caras sonrientes, títulos. Messi empezó a fluir adentro y afuera de la cancha. Y cuando Leo se suelta pasan cosas maravillosas.

Argentina fue campeón de la Copa América, le ganó la Finnalíssima a Italia, levantó la Copa del Mundo en Qatar 2022 y ahora va por un nuevo sueño en Estados Unidos. Este jueves a partir de las 21 horas, el equipo que comanda Lionel Scaloni iniciará la defensa del título ante Canadá y allí estará Rodrigo De Paul, a la orden, dispuesto a ser el mejor actor de reparto de la función que el mundo espera de Messi.