Jaime Lozano no es el único responsable del nuevo fracaso de la Selección Mexicana, pero ya dejó de manifiesto que no tiene la capacidad ni experiencia para encabezar a un equipo en crisis, con lo que un cambio de entrenador es indispensable.
En el entendido de que Jaime Lozano no es el único responsable del nuevo fracaso de la Selección Mexicana de Futbol, ha quedado de manifiesto que no tiene la capacidad ni la experiencia para encabezar a un equipo que vive una crisis severa.
El técnico llegó de rebote a una silla que quema, sin los merecimientos ni el recorrido que demanda el puesto, por ello fue cuestión de tiempo para que se desnudara la realidad y el apodado ‘Jimmy’ quedara absolutamente rebasado.
Es necesario el cambio de entrenador si se quiere dar un golpe de timón verdadero para intentar evitar otro papelón histórico en el Mundial de 2026.
Debe llegar un estratega por el que hable su trabajo, no sus relaciones públicas ni mucho menos porque le cae bien a los futbolistas, ya que es una buena persona; de lo contrario, México está destinado a seguir siendo el hazmerreír a nivel internacional.
A continuación, 10 razones por las que Lozano —junto con Juan Carlos Rodríguez y todo su séquito— no debe continuar al frente de la Selección Nacional.
1. INMERECIDO
Cabe recordar que Jaime Lozano llegó a la Selección en calidad de ‘bombero’ luego de que Diego Cocca fue rechazado por los futbolistas debido a su método de trabajo, aunado a que en su breve periodo ni los resultados ni el funcionamiento del equipo lo acompañaron.
Tras ganar una descafeinada Copa Oro que despreciaron Estados Unidos y Canadá, los directivos tomaron la decisión de quitarle la etiqueta de “interino”.
Sin embargo, dicho nombramiento representa varios de los vicios del futbol nacional: la falta de merecimientos, la improvisación, el ‘amiguismo’ y el poco o nulo rigor en la elección de puestos clave.
2. INEXPERTO
La medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y dos poco afortunadas experiencias en Querétaro y Necaxa son el respaldo del hoy entrenador nacional, que evidentemente por su juventud y poco recorrido no tiene los recursos para sacar a flote un barco que está hundido desde hace varios años.
3. REBASADO
Tanto en partidos amistosos como en la Final de la Nations League ante Estados Unidos, y ahora en la Copa América, Lozano ha demostrado su incapacidad para reaccionar ante la adversidad.
El equipo mexicano no muestra recursos desde la banca que le ayuden a modificar cuando las cosas no pintan bien, y eso no es más que responsabilidad de un entrenador que tiene decenas de auxiliares, asesores y expertos en distintas áreas, pero ninguno con los tamaños para ayudarlo.
4. PERMISIVO
Uno de los principales motivos por los que Jaime se quedó con el cargo de seleccionador nacional es su buena relación con los futbolistas. Lo ven como uno más, como alguien cercano que los entiende porque hasta hace relativamente poco también fue jugador y es flexible en muchas situaciones.
Sin embargo, esto lejos de ser algo que sume se convirtió en lo contrario porque Lozano ha sido demasiado permisivo al acceder que en concentraciones los jugadores estén con sus familias, que coman lo que quieran, que no entrenen con la intensidad que lo hacían con Cocca y hasta les llevan payasos y grupos musicales a su hotel, por citar sólo algunos ejemplos.
5. SIN JERARQUÍA
El entorno en el que llegó Lozano al Tri lo coloca en una posición en la que los directivos pueden opinar y decidir en situaciones que tendrían que ser exclusivamente potestad del entrenador.
Por ello le impusieron lo de la famosa “renovación” de la Selección y que dejara fuera a Memo Ochoa, Hirving Lozano, Henry Martín y Raúl Jiménez, porque digan lo que digan esa no fue idea de Jaime.
Antes se vio orillado a llamar a Julián Quiñones con todo y que previamente se había pronunciado en el sentido de priorizar a los nacidos en México, pero debió comerse sus palabras.
Y la lista es mayor, tanto Juan Carlos Rodríguez como su séquito de asistentes opinan, imponen y deciden.
‘La Bomba’ hasta baja al vestidor después de los partidos y les da discursos a los jugadores.
6. DESCONFIANZA
Se ha hablado en reiteradas ocasiones sobre la posibilidad de que Javier Aguirre llegue a la Selección Nacional para convertirse en una especie de asesor de Jaime Lozano.
¿Qué mensaje se leería entre líneas?
Está claro, que ni ‘La Bomba’ confía plenamente en el técnico y le quiere poner a un hombre con la espalda muy ancha y con toda la experiencia del mundo para que lo respalde.
Bajo este entendido, ¿no sería mejor recurrir a un técnico de jerarquía que no requiera de asesores?
7. NO IMPONE RESPETO
En días recientes circularon en redes sociales algunos videos que reflejan que los futbolistas mexicanos no ven a Lozano como una figura de autoridad.
Edson Álvarez prácticamente le ha quitado la palabra para ser él quien se dirige al grupo y da los mensajes que deben seguir el resto de los seleccionados, mientras el entrenador se convierte en un observador más.
En otra situación, cuando se presentó el penalti ante Venezuela, los jugadores ni voltearon a ver la instrucción del timonel, que había elegido a un tirador distinto a Orbelín Pineda.
8. RELAJACIÓN
Debido a que los jugadores abogaron para que Lozano se quedara al frente del Tricolor, están convertidos en sus incondicionales porque tampoco quieren perder sus privilegios y la relajación en la que se instalaron.
Con otro técnico seguramente la competencia sería mayor, prevalecería la justicia deportiva y no se llevarían a cabo convocatorias a contentillo o por peticiones especiales.
A esta Selección le urge una figura que imponga disciplina y que privilegie el buen momento y el trabajo del jugador, factores que, evidentemente, no existen con Jaime.
9. CONTAMINADO
Más allá de que Duilio Davino y sus jefes crean que “respaldando” a Lozano y el “proyecto” rumbo al 2026 será suficiente para que regrese la confianza al Tricolor, este proceso ya está contaminado al grado de que ni los porristas de antaño de la televisora que maneja el balompié nacional creen en él.
El entrenador proyecta cero confianza, nula ilusión y ya no se diga alguna certeza de cara al futuro. Por mucho menos, pero mucho menos echaron a Diego Cocca, pero hoy el discurso es que apostarán por la continuidad porque “se cumplieron otros objetivos en la Copa América”. Otros que nada tienen que ver con clasificar a la siguiente ronda en un grupo sumamente accesible.
10. BUENA PERSONA
En el corto tiempo que lleva el ‘Jimmy’ en el Tri, ha sido recurrente la afirmación que hace referencia a su decencia y calidad humana; sin embargo, nadie o muy pocos hablan de sus cualidades como entrenador.
México no necesita a un técnico que sólo sea una buena persona, le urge un estratega, un líder, un verdadero comandante en jefe que se dé a respetar y no permita intromisiones de los hombres de pantalón largo en su trabajo.
CONCLUSIÓN
Así como Juan Carlos Rodríguez, exdirectivo de televisión, nunca debió llegar al novedoso cargo de comisionado del futbol mexicano, debido a su nulo conocimiento sobre temas deportivos, Jaime Lozano tampoco tendría que haber asumido las riendas del Tri.
Está muy verde y ni cerca reúne los méritos para un puesto de tal magnitud.
Es urgente un cambio, pero lo más probable es que todo siga igual y apuesten por la continuidad de un supuesto proyecto sin pies ni cabeza.
Ha quedado claro en innumerables ocasiones que no importa qué tan bajo pueda caer el Tri, siempre es capaz de hacerlo peor y hacia allá se dirige este barco con el ‘Jimmy’, ‘La Bomba’, el pentatleta, Duilio y compañía.