Figura. Un argentino, apoyado en sus goles, brilla en la máxima competencia del fútbol continental de clubes. Germán Cano, el mismo del histórico triplete sobre River Plate en el Maracaná en la fase de grupos, ahora le metió un doblete a Inter de Porto Alegre en el empate 2-2 de local de Fluminense, su equipo, en la semifinal de ida de la CONMEBOL Libertadores.
"Debo haber hecho entre siete y ocho hat-trick", le comentó Cano a ESPN en una entrevista exclusiva, después del recordado 5-1 de Fluminense a River en Río de Janeiro. Ese partido le sirvió al delantero argentino de 35 años para hacerse más conocido por el público futbolero en general.
Máximo goleador del planeta en este año y medio, Cano le sigue dando alegrías a Fluminense en la tradicional Libertadores. Y hace soñar a sus hinchas con la posibilidad de avanzar a la gran final de la Copa. Este miércoles, en Río, el argentino abrió el marcador y sobre el final le dio el empate a su equipo contra el Inter dirigido por otro argentino, Eduardo Coudet.
Entre la fase de grupos y las instancias de octavos y cuartos de final, Cano sumaba nueve goles. Por eso, con el doblete sobre Internacional, ahora el exjugador de Lanús suma 11 goles en el certamen continental y sólo 14 futbolistas en la historia de la competencia alcanzaron 10 tantos.
Hubo otros siete argentinos que llegaron a la marca de al menos 10 goles en la Libertadores y el último había sido Alberto Acosta, en 1997, con la camiseta de la Universidad Católica de Chile. Por eso, lo de Cano es realmente histórico.
"Nosotros siempre tenemos una misma manera de jugar. Siempre intentamos hacer goles, no quedarnos atrás. Contra River dimos cátedra de cómo se juega al fútbol ante un gran rival. Siempre respetando al Millonario, que es un gran equipo", remarcó sobre el memorable 5-1 en Río. "Fue una cátedra en el sentido de cómo implementamos el fútbol", agregó.
El mismo Cano que se formó en Lanús, donde hizo todas las Inferiores. Es de la categoría '88, compañero de Lautaro Acosta, Sebastián Blanco y Pulpo González, entre otros. "Cuando llegué a Pimera, poder jugar era un poco difícil porque estaba el Laucha, Pepe Sand y decidí abrirme para tener mi espacio. Tuve que salir del país para demostrar lo que soy hoy", admitió.
Ahora sigue brillando en el fútbol brasileño, con Fluminense, a la vez que sueña con ser campeón de América.