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Boca vs. Cruzeiro: un duelo de "final de Libertadores", en octavos de Sudamericana

Edinson Cavani y Cássio están en el póster de la previa porque Boca se encontrará con Cruzeiro en un partido de esos que hacen vibrar al mundo del fútbol, este jueves 15 de agosto en La Bombonera. Y, si bien podría parecer el anuncio de una final de Copa Libertadores, se trata de un duelo de octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana, que cruza de forma precipitada a dos clubes gigantes de América en la competencia de segundo rango a nivel continental.

Uno tiene seis Libertadores, el otro dos. Uno es el más ganador de Argentina, con 74 títulos oficiales, y el otro gritó 10 veces campeón en sus competencias locales, entre ligas y copas.

El club del barrio de La Boca supo ser la casa de Diego Armando Maradona, por tan solo decir un nombre entre las incontables figuras que vistieron y amaron la camiseta azul y oro. En la Bestia Negra de Belo Horizonte dio sus primeros pasos el majestuoso Ronaldo Nazário.

Ambas instituciones son inmensas, insignias del fútbol sudamericano, y una de ellas, luego de cruzarse en esta llave con la otra, se quedará con sus ambiciones internacionales frustradas.

Por qué Boca y Cruzeiro juegan la Sudamericana en 2024

En el fútbol argentino hay diversos caminos para lograr el derecho de disputar la CONMEBOL Libertadores: ser campeón del Torneo de la Liga, de la Copa de la Liga o de la Copa Argentina o estar entre los dos mejores ubicados en la Tabla Anual. Boca no pudo lograr nada de todo eso en 2023.

En el torneo doméstico, donde River Plate fue campeón con dos fechas de anticipación, el Xeneize terminó en el séptimo puesto. La misma ubicación tuvo en su grupo de Copa de la Liga, donde no avanzó a instancias decisivas. Fue semifinalista de la Copa Argentina, pero quedó en el camino ante Estudiantes en Córdoba.

El principal golpe lo recibió en el plano internacional después de clasificarse con sufrimiento a la final de la CONMEBOL Libertadores y perderla ante Fluminense en el Maracaná. Allí se extinguió la última chance de depender de sí mismo y, luego, ningún resultado ayudó a que se liberara un espacio que lo clasificara a la edición 2024.

En el caso de Cruzeiro, la realidad ha sido aún más álgida en el pasado reciente. En 2019 uno de los 12 grandes de Brasil sufrió el primer (y único) descenso en su historia y no le resultó sencillo retornar a la primera categoría.

Un 30 de julio de 2019, el club de Minas Gerais se quedaba afuera de octavos de final la CONMEBOL Libertadores, después de haber sido el líder de su grupo, y su verdugo fue el River Plate de Marcelo Gallardo. El 8 de diciembre del mismo año, con escándalos institucionales y revuelo popular de por medio, se consumó el histórico y doloroso descenso a la Serie B.

Desfilaron entrenadores con grandes nombres (como Meneses, Rogelio Seni y Scolari, entre otros) y, después de rozar los puestos de descenso a la C, finalmente hacia el final de 2022, Cruzeiro volvió a la primera categoría con Ronaldo como socio mayoritario del club.

En la temporada 2023, el club del escudo de las cinco estrellas acabó en el decimocuarto puesto del campeonato brasileño y, aunque estuvo lejos de ubicarse en zona de Libertadores, consiguió su regreso a la competencia continental en la Sudamericana.

Cómo llegan Boca y Cruzeiro a este duelo de octavos

Cruzeiro logró reponerse y adaptarse con rapidez a la exigencia de la primera categoría y, de cara a Sudamericana, se reforzó. Bajo los tres palos, apostó por la jerarquía e incorporó al histórico arquero de Corinthians, Cássio. También sumó a Fabrizio Peralta, Matheus Pereira y al argentino Lautaro Díaz, que fue protagonista y campeón en 2022 de la Sudamericana y la Recopa 2023 junto a Independiente del Valle.

En la fase de grupos de la Copa, Cruzeiro se clasificó primero e invicto en su grupo con 3 partidos ganados y 3 empatados, superando por un punto a Universidad Católica, su escolta. Y, al día de la fecha, marcha sexto en el Brasileirao.

Muy distinta es la realidad de Boca Juniors, que no puede encontrar el rumbo en el torneo doméstico y en la Sudamericana está con vida a los tumbos.

Tras la dura caída en la final de la CONMEBOL Libertadores 2023, comenzó la era de Diego Martínez y, hasta hoy, la irregularidad ha perseguido al Xeneize. Entre lesiones y ausencias (por la colaboración con el equipo nacional de los Juegos Olímpicos), a Boca le ha costado mucho la primera parte del año.

De ser candidato indiscutido pasó a quedar al borde de la eliminación en la Sudamericana. No pudo ganar su zona en la fase de grupos y tuvo que jugar un repechaje contra Independiente del Valle, a quien superó con actuaciones escuetas.

El mercado de pases, momento de cambiar de aires y fortalecerse, aún no parece ser la solución al presente incierto de Boca y los refuerzos aún no entusiasman a los hinchas xeneizes. Sacando la anécdota de un golazo de taco de Milton Giménez ante Barracas, las llegadas de Gary Medel, Tomás Belmonte, Brian Aguirre y Agustín Martegani han pasado tan desapercibidas como sus desempeños. Para colmo, Boca perdió a uno de sus ejes en el mediocampo con la partida de Equi Fernández al Al Qadisiya y tuvo que dejar volar a Luca Langoni, que se fue a la MLS a jugar al New England Revolution.

Boca quedó en el puesto 15 de la tabla del Torneo de la Liga y, en su última presentación, Martínez puso a su once titular ante Independiente Rivadavia y no pudo pasar del empate.

A priori, el encuentro con Cruzeiro preocupa (y mucho) a los hinchas de Boca, que tienen argumentos para desconfiar de un equipo que no ofrece garantías y que se refugia en la jerarquía de sus delanteros uruguayos, que salen al rescate cuando la soga aprieta. Edinson Cavani y Miguel Merentiel son el faro de un Boca que debe definir la llave como visitante, una condición que le sienta fatal desde la llegada del nuevo DT.

Aunque Boca suele tener buenos resultados en Brasil, la tendencia actual marca que al equipo de Martínez le cuesta salir de La Bombonera y, por su mal desempeño en la primera fase de la Copa, está condenado a labrar su suerte en casa ajena.

Boca abre la llave con Cruzeiro este jueves 15 de agosto en el estadio Alberto J. Armando y jugará la revancha el 22 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. Solo uno de estos gigantes del fútbol sudamericano tendrá un lugar en los próximos cuartos de final para soñar con levantar la Copa este noviembre en Asunción.