Boca Juniors se quedó con una victoria "corta" e importante por 1-0 ante Cruzeiro en la ida de los octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana, en un partido chivo para el equipo de Diego Martínez, que terminó de romperse en el último tramo del encuentro. La diferencia, quizás corta por el esfuerzo que hizo el Xeneize y porque fue el que propuso y tuvo las chances, la hizo Edinson Cavani junto a Kevin Zenón, los puntos más altos del equipo. Hasta allí, se había dado un encuentro demasiado friccionado y entrecortado. Tal fue así que, por la vehemencia del equipo brasileño y la sistematicidad para pegar, terminó con cinco amonestados, cuatro en la primera mitad. El Xeneize era puro empuje, en un partido chato y con pocas emociones. Hasta que el creativo del Xeneize asistió al uruguayo para que definiera ante la salida del arquero Cássio y desatara la locura en La Boca, a los 65' de juego. Y a partir de ese momento, el encuentro, más friccionado que jugado desde el vamos, se rompió. Las chances hasta el gol habían escaseado y el equipo brasileño no pasaba zozobras. Pero Cavani empezó inclinando la serie para Boca y rompió el partido. Apenas diez minutos después llegó una chance increíble nuevamente del uruguayo, que los hinchas de Boca siguen lamentando. Un centro de Merentiel lo puso mano a mano con Cássio, y el delantero remató de sobrepique al palo. Luego, en el rebote, Zenón probó a un arquero que desvió de forma brillante. Cruzeiro, que se había dedicado a tratar de cortar el juego lo máximo posible, busco la reacción. Pero tampoco la buscó tanto. Y tampoco tuvo éxito, aunque el encuentro volvió a equilibrarse, esta vez con los brasileños asediando a Chiquito Romero por primera vez en el partido. Sin embargo, no había tiempo. Boca se quedó con una victoria importante por la ventaja conseguida. Quedará la espina en el hincha xeneize por la chance malograda por Cavani después del gol y la irregularidad del equipo fuera de La Bombonera. Pero esa será otra historia.