Racing jugará un partido trascendental el próximo sábado 23 de noviembre, quizás el más importante de los últimos 32 años. Ante Cruzeiro disputará la final de la CONMEBOL Sudamericana en Asunción. El gran partido se podrá vivir por Disney+
Fue largo el camino de la Academia hasta este partido histórico. Más de tres décadas en las que sufrió una quiebra, estuvo a un paso del descenso y revivió en los últimos años hasta esta actualidad ilusionante. Su último título internacional fue en la Supercopa Sudamericana 1988, frente a este mismo rival. Hace ya demasiado tiempo.
Aunque la mochila pese, Racing tiene argumentos de sobra para considerar que ha llegado el momento de cortar esa racha. Los repasamos a continuación.
1) Una columna vertebral bien armada
El equipo tiene jerarquía y seguridad en puestos clave. En primer lugar, en el arco, con un Gabriel Arias que fue cuestionado en pasajes de su trayectoria en La Academia, pero fue decisivo para meter al equipo en el partido decisivo. Sus tapadas en momentos clave del duelo frente a Corinthians lo hicieron protagonista de la serie.
La zaga, con un joven Marco Di Cesare (22 años), a veces acompañado por un García Basso que aporta su experiencia en esta clase de partidos como supo hacerlo con Independiente del Valle, son un excelente complemento.
La mitad de la cancha es un plato fuerte. Primero, un Santiago Sosa que no deja relevo sin hacer, se sabe ubicar y tapa huecos, además de darle salida al equipo como eje. Y Nardoni y Almendra que cumplen sus tareas para acompañarlo, defensiva y ofensivamente.
Y arriba, Maravilla Martínez no puede faltar. En el mejor momento de su carrera, el '9' que llegó casi que como una apuesta a Racing, se destapó. Y demostró mucha jerarquía para aparecer en momentos difíciles para la Acadé y convertirse en el goleador de este certamen.
Si será sólida la combinación que el equipo en la segunda mitad ante Corinthians no pasó zozobras para clasificar a la final. Algo impensado para cualquier hincha; más para los sufridos racinguistas.
2) Valentía y potencia ofensiva, sus grandes virtudes
Gustavo Costas fue cuestionado al principio pero enderezó el barco tras la salida de Fernando Gago en diciembre de 2023. Y desde el principio dejó bien clara la necesidad de pelear un torneo internacional con Racing.
Mientras el equipo buscaba clasificar a la fase final de la Copa de la Liga, algo que no consiguió en el primer semestre, el DT redobló la apuesta. "Lograr algo con Racing y más la Sudamericana sería algo hermoso. Hay que trabajar y sé que va a ser durísimo, pero tengo una fe enorme", había asegurado en diálogo con ESPN.
El trabajo le dio frutos. Racing es un equipo que sabe reponerse a situaciones adversas. Ha sabido levantar resultados negativos, como en la serie con Paranaense y Corinthians. En la primera, se volvió de Brasil con un 0-1 obligado a remontar y ganó 2-1. Y en la segunda, estuvo dos veces en desventaja; perdía 2-1 en Brasil y llegó al empate. Y comenzó perdiendo rápido en el Cilindro 1-0 para ganar 2-1.
Esto habla de su valentía para atacar siempre. Allí está otra de sus virtudes, el poderío ofensivo. Racing es el equipo más goleador de la Sudamericana, con 30 anotaciones en 12 partidos (un promedio de 2,5 goles por encuentro). También es el que más remató al arco y el tercero con más remates totales. Y como para poner en contexto su gran campaña ofensiva, también es el equipo que más goles marcó en una misma edición de este torneo.
No es todo: en el ámbito local pelea por la punta, a pocos puntos del líder Vélez, lo que demuestra la regularidad del equipo. La única espina (grande) que sufrió fue la eliminación en Copa Argentina ante Talleres de Remedios de Escalada, pero el equipo, a pesar de la derrota, se supo reponer en las otras competencias. Y la personalidad no es una cualidad que se compre en el supermercado.
3) Jugadores que conocen el ADN de Racing o se identifican
Racing en su plantel tiene varios futbolistas muy identificados, por h o por b, con el club. Arias llegó en 2018 a la institución, por lo que sabe perfectamente lo que es vestir la camiseta de la Academia (y por algo es el capitán). Después, aunque con menos experiencia, se encuentra Gabriel Rojas (2023), Nardoni (ídem), Almendra -el futbolista que dejó Boca y apenas pisó Avellaneda dijo que ahora "estaba en casa"- y Maravilla, que encontró su lugar en el mundo luego de una complicada historia de vida, en la que llegó al fútbol sin haber hecho inferiores y tuvo un pasaje por breve por la cárcel.
Pero hay más: Juanfer Quintero, por ejemplo, tuvo la chance de redimirse tras haber dejado River y demostrar que todavía tenía nivel para jugar en el fútbol argentino y defender a la Selección de Colombia, Maxi Salas es otro de los que explotó en la Academia, y Di Cesare y Martirena aprovechan su primera oportunidad en un equipo grande.
Por historia, hay varios argumentos para que los futbolistas que habitualmente juegan con Costas se identifiquen con sus compañeros y con el club.
4) El fútbol de Juan Fernando Quintero
Cuestionado desde su llegada a Racing por falta de minutos o incluso poca trascendencia, Juan Fernando Quintero se encargó de asumir el rol de protagonista en el epílogo de la temporada para el equipo de Gustavo Costas. El colombiano levantó su rendimiento y así lo demostró en las últimas semanas, en las que marcó un doblete para meter a la Academia en la final de la Copa Sudamericana y sentenció un golazo sobre la hora de tiro libre ante Independiente Rivadavia para ratificar la vigencia del cuadro de Avellaneda en el Torneo de la Liga.
Los hinchas de la Academia no estaban para nada conformes con el rendimiento de Juanfer, tal así que su primera gran ovación la recibió el mismo día que aportó un par de goles para sellar el pase a la final de la CONMEBOL Sudamericana. De menor a mayor, Juan Fernando Quintero está cumpliendo con las expectativas que generó cuando llegó al club a mediados de 2023. Aunque no consiguió ser clave en la Copa Libertadores que Racing fue eliminado a manos de Boca en cuartos de final, el colombiano está disfrutando de su revancha internacional en la Sudamericana.
¿Es una de las razones por las que Racing debe ilusionarse? Sí. Porque el 8 de la Academia fue fundamental en la consagración de River Plate en la CONMEBOL Libertadores 2018 con un golazo en la final, aunque no todo su fútbol es reconocido por esa anotación, sino por la capacidad de tomar la pelota en los momentos más calientes y buscar a su compañero mejor posicionado para lastimar a Cruzeiro. También destaca por sus habilitaciones filtradas sorpresa, cuando por instantes presume tener el mapa del campo de juego en su cerebro.
Además, cuenta con la experiencia de haber participado en dos Copas del Mundo (2014 y 2018), en las que anotó. La presión no es un problema para él, todo lo contrario, se identifica por ser de esa raza de jugadores que eligen estas circunstancias para exponer toda su calidad, tal como lo demostró en el desquite frente a Corinthians con un doblete para asegurar el boleto a la final de la Copa Sudamericana.
5) La Nueva Olla promete ser el Cilindro
El estadio de Cerro Porteño, sede de la final de la Copa Sudamericana, tiene capacidad para 45 mil personas. Los hinchas del Cruzeiro, tal informó el Azulao en sus redes sociales, solamente vendió 9 mil entradas de las que CONMEBOL puso a disposición de cada club más allá de las neutrales, por lo que se estima que el resto del estadio excepto esos tickets sean hinchas de Racing.
El Cilindro posee una capacidad para 55 mil personas, por lo que en relación a las cantidades no será lo mismo, pero sí se estima que la Academia supere los 30 mil fanáticos presentes en Asunción, un contexto que puede hacer sentir locales a los hombres de Gustavo Costas, así como un contexto no tan amistoso para los de Fernando Diniz.
En 2019, en la anterior ocasión en la que la Sudamericana se definió en La Nueva Olla, esta situación no fue favorable para Colón de Santa Fe, que fue mayoría en las tribunas en la definición ante Independiente del Valle y se fue con las manos vacías. Sin embargo, la localía pesó para la Academia en el transcurso de este certamen internacional, tal lo demostró en el último partido que se jugó en Avellaneda con el espectacular recibimiento (pese a que posteriormente fue sancionado) que prepararon sus hinchas.
El corazón no entiende de razones
Tal vez no se trata de un motivo para la conquista, pero sí un cierre que podría ser de película para Gustavo Costas. El DT de la Academia, confeso fanático del club de Avellaneda, como jugador levantó la Supercopa Sudamericana en 1988, el último título internacional de Racing, y su único título en el cuadro que dirige entre sus dos etapas como jugador y sus tres ciclos como entrenador.
Gustavo Costas más que nadie desea que Racing se lleve esta Copa Sudamericana, que mantiene en vilo a todo el pueblo racinguista y a la espera de que se cumplan las cinco razones para volver a la consagración internacional ante Cruzeiro el próximo sábado 24 de noviembre en Asunción, Paraguay.