Jordy Caicedo, la nueva figura del CSKA Sofía, habló en exclusiva con ESPN.com. La joven promesa del fútbol ecuatoriano contó cómo vive sus primeros meses en el fútbol búlgaro, habló de su adaptación al intenso fútbol europeo y se mostró ilusionado con crecer dentro del Viejo Continente.
-¿Cómo vives tus primeras semanas en CSKA Sofía?
-Llegué bien, se me está haciendo fácil adaptarme a lo que es Sofía, a lo que es CSKA, que exige mucho. Me está yendo bien, me he ganado la confianza de mis compañeros, eso es buenísimo. Llegué con otra mentalidad, para demostrar de qué estoy hecho, para, de a poco, irme ganando un puesto. Yo creo que gracias al trabajo, no solo de ahora, al trabajo constante que he venido haciendo muchos meses atrás, de a poco está dando sus frutos.
-¿En qué se diferencia el fútbol búlgaro del sudamericano?
-Lo que marca la diferencia es la intensidad. Los entrenamiento son diferentes, se trabaja con otra intensidad. Es un juego de mucha fricción, los campos son rápidos. Es algo a lo que me ido acostumbrando, poco a poco. A mí me viene bien porque soy un tipo que juega de 9, tengo corpulencia para aguantar ese juego intenso. Por eso me fascina la liga italiana. Me viene bien en ese sentido. Estar ahí, luchando y dándolo todo por el equipo es algo que me gusta, la verdad.
Pese a la distancia, y que lleva menos de tres meses viviendo en Sofía, la capital búlgara, Caicedo no se olvida del fútbol ecuatoriano ni de sus orígenes. En particular, de su último equipo en el país con el que lo une una historia familiar de afecto: “Me dolió muchísimo el descenso de El Nacional. Mi papá es hincha del club, yo también soy fanático”.
-¿El clima y el idioma hacen más difícil tu adaptación?
-Cuando llegué tenía la ilusión de estar en la nieve, porque no había estado antes. Pero luego de eso me di cuenta de que hacía muchísimo frío (Risas). Había jugado en Quito pero no es tan frío como acá que toca ponerse los guantes, la térmica, la camisa por encima para poder soportarlo. Pero nada, estoy acá por un sueño, vengo a pelear y eso es algo que no me tiene que limitar. Ya estoy acá y no voy a dejar pasar la oportunidad. En cuanto al idioma, hay muchos brasileños y sudamericanos, se me hace fácil hablar con ellos, estar con ellos. Por ese lado no me siento tan solo.
-¿Cómo surgió la posibilidad de ir a jugar a Bulgaria?
-Luego de mi salida de Vitoria tuve la suerte de tener muchos clubes interesados en mis servicios. Tuve una reunión con mi empresario en Guayaquil. Estuvimos 2 o 3 días en un hotel hablando de todas las posibilidades. Viendo la mejor decisión, lo que más nos convenía. En eso estaba CSKA Sofía, un club que por nos prometía crecer mucho como futbolista y, de a poco, se fue dando.
-¿Es una mejora económica o en lo futbolístico jugar en Europa?
-En lo económico había otras propuestas mejores pero siempre quise jugar en Europa. Cuando llegó la oferte me emocioné mucho, estaba contento y con muchas ganas de venir. Tengo la mentalidad de llegar acá y triunfar. Espero, con el trabajo que se está haciendo, conseguirlo. Yo se que estando acá estoy más cerca de los grandes equipos europeos para que me puedan ver. Esperemos que, en un tiempo no muy lejano, pueda surgir algo mejor.
-¿Qué opinan en CSKA Sofía sobre la idea de una Superliga europea con esos grandes clubes?
-Mis compañeros hablan de eso pero en inglés y es un idioma que recién estoy aprendiendo. Con los sudamericanos sí hemos hablado de eso. Es algo muy raro. Pienso que se quitaría esa esencia de la Champions. Yo me crié viendo la Champions, quiero algún día, jugar la Champions. Como la mayoría de los niños soñamos con algún día enfrentar a los equipos más grandes. Que no estén sería algo como salir de la onda.