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Barcelona a resetear el sistema para luchar por los títulos en 2024

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Tras cerrar el año futbolístico con una derrota en un amistoso celebrado en Dallas contra el Club América de México (3-2), el Barcelona inicia este viernes el parón navideño con la misión de hacer un 'reset' que le permita olvidar un primer tramo de temporada irregular y luchar por los títulos que se decidirán en el año 2024.

Tendrán menos de una semana los futbolistas del primer equipo para desconectar de unos últimos días complicados, en los que ni el juego ni los resultados han acompañado a una escuadra que anda perdida, tanto tácticamente como anímicamente.

La pírrica victoria contra el Almería (3-2), colista de LaLiga EA Sports, no ha hecho más que aumentar los nubarrones que rodean al primer equipo azulgrana, que pese a clasificarse para los octavos de la Liga de Campeones anda desnortado en LaLiga, donde ocupa la tercera posición a siete puntos del Real Madrid y el Girona.

El discurso en rueda de prensa de Xavi Hernández tras el último partido liguero dejó entrever que algo no acaba de carburar en el vestuario.

"La primera parte es inaceptable. Tenemos que tener alma. Como entrenador no la acepto. O corremos como animales o no nos llega. No somos el Barça de 2010, lo que nos dio títulos fue un equipo con alma, que ganaba duelos, agresivo, que iba a la presión alta", dijo tras sufrir para ganar a un rival que este curso todavía no conoce la victoria.


La sangría defensiva, un problema en LaLiga

El Barça del primer tramo de curso sufre muchísimo en la parcela defensiva. La cifra de goles encajados en las primeras 18 jornadas de la competición doméstica así lo refrenda.

El equipo ha encajado 21 tantos, uno más de los 20 que recibió el curso pasado en 38 jornadas. El Barça ganó LaLiga pasada siendo sólido atrás. Y lo hizo jugando con tres centrales, con Kounde, Araujo y Christensen liderando el eje de la zaga en la mayoría de partidos junto con un lateral izquierdo (Balde) que abría el campo.

Este curso, Xavi ha repetido esta fórmula en algunos partidos, especialmente contra equipos grandes, pero la ha alternado con una propuesta más ofensiva, situando a Joao Cancelo y Balde como laterales.

Aunque la seguridad defensiva no es exclusivamente responsabilidad de los zagueros. El Barça actual se desordena a menudo con la presión tras pérdida, ya sea porque sus delanteros no son agresivos o porque a los centrocampistas -mal posicionados en el césped- les cuesta tapar los agujeros.

"Si nos falta efectividad, como mínimo debemos tener alma y agresividad. O corremos como animales o no llegamos. O nos dejamos la piel y la vida, o no ganaremos nada", dijo Xavi tras el encuentro contra el Almería.


Poca efectividad ofensiva

Una de las consignas que más ha repetido el técnico de Terrassa, especialmente tras los pinchazos, es la falta de efectividad de sus jugadores. Un argumento que repitió, por ejemplo, tras las derrotas en casa contra el Real Madrid (1-2) y el Girona (2-4).

Lo cierto es que a Robert Lewandowski, clave la temporada pasada para levantar LaLiga con 23 goles, se le han apagado las luces en el área. Registra el polaco 8 tantos en 18 jornadas, muy lejos de las 13 que suma el futbolista del Real Madrid Jude Bellingham.

Sus compañeros en la punta de ataque tampoco pasan por su mejor momento. Joao Félix, Raphinha y Ferran Torres suman tres dianas en Liga, mientras que el joven Lamine Yamal, otro de los delanteros en dinámica del primer equipo, ha marcado un único gol.

La llegada en el mercado de invierno del brasileño Vitor Roque puede ser un revulsivo ofensivo para el Barça, si bien Xavi ya ha avisado de que no será la solución a los problemas de su equipo. "No podemos ponerle toda la presión a Vitor Roque en el Barça", dijo recientemente.

Los remedios a la situación del primer equipo pasan por mejorar el juego colectivo y el rendimiento individual de los jugadores. "Yo tengo que ser más exigente y más fuerte para que puedan rendir", insistió Xavi antes de un parón navideño que será decisivo para el futuro de su equipo.