En cinco meses, Hansi Flick ha transformado al Barcelona que está en camino de recuperar la grandeza perdida: ¿cuáles son las claves del DT alemán para tener al equipo como protagonista de la Liga y la Champions?
El pasado 24 de mayo, en un breve encuentro, Joan Laporta le comunicó a Xavi Hernández que no continuaría al frente del FC Barcelona pese a que apenas unos días atrás se había anunciado lo contrario.
Esa dura decisión del presidente, provocada por unas declaraciones del entrenador en las que hizo énfasis en la crisis que vive la institución y que los años maravillosos eran parte del pasado, se convirtió, meses más tarde, en una ‘jugada maestra’.
Laporta tenía una debilidad por el técnico alemán Hansi Flick, además del convencimiento de que su personalidad, estilo de juego y método de trabajo podían embonar con la filosofía azulgrana. No se equivocó.
La realidad es que más allá de que Xavi ganó una Liga y se quedó cerca de una semifinal de Champions League tras dos años de no superar ni la Fase de Grupos, en el balance de su gestión quedó a deber en cuanto a resultados y sobre todo en funcionamiento.
Apenas cinco días después del despido de Hernández se anunció la llegada del nuevo estratega, con lo que comenzó la verdadera reconstrucción del Barça.
La temporada es joven, se han disputado apenas 10 jornadas de LaLiga y tres en el nuevo formato de la Champions; sin embargo, es posible asegurar que este Barcelona está recuperando su grandeza.
Ya no es más el equipo de los pretextos (el clima, el horario, la cancha, los árbitros, etcétera), recuperó la memoria, apeló a la cantera y hoy de nueva cuenta compite —y hasta ahora gana— con la dignidad y personalidad que demanda su historia.
¿Qué hizo Flick para despertar al gigante?
1. TRABAJO Y DISCIPLINA
Varios futbolistas, Pedri uno de ellos, han declarado que el equipo entrena más y mejor en relación con la campaña pasada, lo que les ha permitido mantener un nivel los más de 90 minutos en cada partido.
Flick es sumamente estricto con el tema físico y es uno de los pilares para que hoy el Barça atraviese por un inmejorable momento.
2. LIBERTAD
El aspecto de sargento imperturbable de Flick es sólo una fachada, pues sus propios futbolistas han revelado que en el trato cercano se da tiempo de bromear y de establecer una conexión para transmitir confianza y sobre todo, libertad.
Los casos de Raphinha y Pedri son la mejor muestra de ello.
El brasileño llegó a estar en la puerta de salida con rumbo a Arabia Saudita y todo apuntaba a que iba a ser el más perjudicado si se concretaba el fichaje de Nico Williams; sin embargo, se quedó y hoy es capitán y figura de este nuevo Barça, jugando indistintamente por el centro en una nueva posición, o por las bandas como era habitual verlo.
En tanto el mediocampista español está convertido en el hombre que maneja los hilos, los tiempos y dicta cómo y cuándo. Vive un dulce momento y no ha reparado en hacer público que está disfrutando del juego gracias a la libertad que le ha brindado el técnico alemán.
3. VERSÁTIL
Si bien el Barça tiene un estilo y una filosofía que lo hace único, Flick no está pelado con la eficiencia, y si es necesario menos elaboración para llegar al gol, se toma dicho camino.
El equipo actual es camaleónico: así como tiene grandes pasajes de verticalidad y de apostar por el desequilibrio, llega un un punto durante los partidos en los que se abraza a la posesión de la pelota, a la salida limpia desde los pies del guardameta y a no dividir tras uno o dos toques.
No es que el Barcelona de Flick renuncie al ‘tiki-taka’, es que incrementó sus herramientas para no volverse predecible. Así de simple o así de complejo.
Y en honor a la verdad, parece difícil que alguien —seguidor del club— tenga alguna queja hasta el momento.
Moisés Llorens analiza el triunfo de Barcelona sobre Bayern Munich, una victoria con autoridad para los catalanes.
4. MENTALIDAD
Al Barcelona le habían perdido el respeto en Europa y en la propia Liga. Desde la salida de Leo Messi dejó de ser un equipo temible y que prácticamente en cada plaza se plantaba para imponer condiciones.
Esto, evidentemente mermó a los jugadores, provocó un ambiente de desconfianza e inseguridad.
Ya no era un sitio atractivo o el sueño dorado de cualquier futbolista jugar para el Barça, y Flick ha conseguido revertir esta situación.
La cantera es la gran bandera de este nuevo proyecto y no hay nadie mejor que los chicos con más de 10 años en la institución para recuperar los valores y la confianza perdida.
No son ni se sienten menos que nadie, no hay pánico escénico ni actitudes derrotistas.
Un día antes del juego ante el Bayern Munich, Hansi Flick lo dijo fuerte y claro: “Estamos preparados y claro que podemos ganarle”.
5. EXIGENCIA Y JUSTICIA
La relajación no es un concepto que esté en la maleta del estratega alemán. Ha provocado una competencia tal con una plantilla extraordinaria, que nadie puede darse el lujo de aflojar.
¿Quién se hubiera imaginado que un chico de 21 años, Marc Casadó, sería titular indiscutible en un mediocampo en donde hay campeones de Europa y olímpicos?
¿O que Íñigo Martínez, tras un rol secundario con Xavi, hoy sería un bastión de la zaga que pretende erradicar una fragilidad añeja?
Flick fomenta la exigencia y predica con la justicia —con lo complejo que eso resulta—.
No hay intocables ni olvidados, las posibilidades están abiertas para quien las quiera y pueda tomar.
CONCLUSIÓN
Con toda certeza este Barcelona perderá partidos y atravesará por malas rachas; sin embargo, ha quedado claro en estos cinco meses desde que Hansi Flick dirige al equipo, que personalidad, orgullo y grandeza son valores que no van a faltar.
El club está en buenas manos, no hay duda de ello con todo y que la temporada es joven y que faltan muchos capítulos por escribirse.