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Barcelona: Raphinha llama a la puerta de los grandes

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Aunque duela, el 4-1 es una realidad (1:11)

Moisés Llorens analiza el triunfo de Barcelona sobre Bayern Munich, una victoria con autoridad para los catalanes. (1:11)

Raphinha se fijó en el Neymar del Barcelona y no quería compararse con los históricos pero ahora llama a las puertas de los grandes.


BARCELONA -- Raphinha ya no hace dudar a nadie. Los rumores de desaprobación, cuando no pitos de protesta, ya no se escuchan en Barcelona. Ahora se escucha a la hinchada corear su nombre mientras él lo agradece. Cumplía 100 partidos en azulgrana contra el Bayern Munich y si en la previa dijo que la mejor celebración era ganar... El tipo se quedó corto. Lo celebró, vaya si lo hizo, con una exhibición.

Tres goles y manteado por sus compañeros al acabar mientras los más de 46 mil aficionados azulgranas (había algo más de 3 mil alemanes) presentes en el estadio le aplaudían a rabiar. Dijo que quería hacer su propia historia sin fijarse en los brasileños grandes del pasado... Y a fe que lo está consiguiendo.

El Barcelona disfruta de una felicidad idílica. Tanto que existe hasta miedo de despertarse de golpe, de pensar que solo es un sueño del que le despertará cualquier rival de primer nivel. Si le tumbó el AS Monaco y le arrodilló el Osasuna... ¿Cómo no pensar en que puedan hacerlo Bayern y Real Madrid?

Pues la primera gran prueba la superó con matrícula de honor y el sábado viajará a Madrid desatado y dispuesto a confirmar que esto es real. Y que hay para más... Raphinha le quitó el papel protagonista a Robert Lewandowski y provocó un éxtasis al que se sumaron todos y cada uno de sus compañeros. Y es que Montjuïc disfrutó de una noche, otra, magnífica.

CASADÓ-FERMÍN: LA MASIA DESATADA

"Es la alegría especial porque somos de la casa, de la cantera y lo disfrutamos aún más". Así de simple y rotundo lo expresó Fermín al acabar el partido. En el césped se fueron todos a celebrar con la afición y fue especialmente idílico ver los saltos y abrazos de Fermín López con Marc Casadó, con Alejandro Balde, Lamine Yamal, Iñaki Peña o Pau Cubarsí...

Un Barcelona con una media de edad inferior a los 25 años y en el que son varios los jugadores que no conocen la depresión y prefieren disfrutar.

Fermín regaló dos asistencias de gol a Raphinha y la tercera se la proporcionó Casadó. Dos futbolistas que podrían considerarse antes de empezar el curso como simples secundarios, suplentes de lujo, y de los que ahora nadie puede pensar en sacar del equipo.

El Barxelona está desatado de tal manera que alrededor del club coexiste la euforia más extrema con el temor de que esto pueda acabarse. De momento, sin embargo, la fiesta no se detiene en azulgrana.