Iván Zamorano ha sido uno de los goleadores más importantes en la historia del fútbol chileno y una de las grandes huellas que dejó fue su paso por el club más importante del mundo: Real Madrid.
En la Casa Blanca jugó desde 1992 a 1996 y, durante su aventura en el club, se destacó por su esfuerzo, su constante lucha y su gran capacidad goleadora.
Zamorano firmó en el Merengue en el verano de 1992, proveniente del Sevilla, en un contexto de renovación del Real Madrid, que atravesaba por una etapa de diversos cambios en su plantilla.
Además, su llegada se produjo en un momento donde el equipo blanco, entrenado por el argentino Jorge Valdano, ya contaba con jugadores de gran renombre como Michel, Butragueño y Hierro, entre otros.
Fue por aquello que "Bam Bam" debió remarla, ya que no era considerado como la primera opción en ataque para el entrenador, por el contrario, ya que, al inicio de aquella pretemporada, Valdano aseguró que sería su quinto delantero.
Rendimiento vestido de blanco
Zamorano deslumbró por la capacidad de adaptarse velozmente al esquema de juego de su escuadra, aparte de su incansable trabajo en el campo y los entrenamientos.
Fue así que su primer año se cristalizó con gran éxito, anotando goles en competiciones nacionales e internacionales. En la temporada 1993-94, se consagró máximo artillero del equipo con 28 tantos en todas las competiciones.
Un año más tarde se vivió la goleada ante Barcelona en el derbi del 7 de enero de 1995, probablemente el partido más memorable en la carrera del excapitán de la Selección Chilena, quien anotó un triplete en una temporada en la que, además, terminaron celebrando como campeones de La Liga. Justamente Zamorano marcó el gol de la victoria ante Deportivo La Coruña para dar la vuelta olímpica.
En su paso por el gigante español, el chileno marcó un total de 101 goles en 173 partidos oficiales antes de su partida a Italia, al Inter de Milan.
Sus grandes logros y la despedida de Madrid
En el más que positivo período en el club blanco, Zamorano logró varios títulos de peso, incluidos la Liga Española en 1995 y la Copa de la UEFA en 1994. Sus intervenciones fueron claves para la competitividad del equipo en esos años.
Fue ya en 1996 que el maipucino fue traspasado al Inter, en una decisión del club madrileño que ya había fichado al crack brasileño Ronaldo, quien rápidamente se convirtió en la nueva estrella ofensiva del equipo.
Aunque su salida fue algo sorpresiva, Zamorano dejó un gran legado en España, siendo uno de los delanteros más queridos por los aficionados del Madrid durante su época.
En resumen, Iván Zamorano tuvo un paso muy favorable por el Real Madrid, plagado de éxitos, transformándose, a pulso y empeño, en uno de los elementos más importantes de ese temible ataque Merengue, y dejando una huella significativa en la historia del club.