De la Fuente podría pasar de testigo a imputado; juez exhorta, "Si así lo consideran (mentiroso), queréllense".
El seleccionador español Luis de la Fuente ha negado que haya estado involucrado en las conversaciones de crisis en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sobre la gestión de la respuesta al beso forzado de Luis Rubiales a la campeona del mundo Jenni Hermoso.
De la Fuente testificó el martes en el juicio de Rubiales por agresión sexual, así como por los supuestos intentos de Rubiales -y otros tres acusados- de obligar a Hermoso a decir que el beso fue consensuado.
Rubiales, que niega los cargos, besó a Hermoso en los labios durante la ceremonia de entrega de medallas tras la victoria de España en la final de la Copa del Mundo femenina en Sydney, Australia, en agosto de 2023, en un acto que Hermoso ha dicho que "manchó uno de los días más felices de mi vida".
Al principio del juicio, De la Fuente fue nombrado como uno de los presentes en el vuelo de Australia de regreso a España -cuando Rubiales y los funcionarios primero intentaron controlar el creciente escándalo- y luego en la sede de la RFEF en Las Rozas, para una reunión de crisis días después.
De la Fuente negó haber tenido conocimiento de ninguna conversación en el avión sobre los esfuerzos para conseguir la colaboración de Hermoso.
"Llevaba 36 horas sin dormir. Estaba muy cansado", dijo. "Leí, dormí y vi películas, no vi nada".
Al seleccionador español, que llevó a la selección masculina a la victoria en la Euro 2024, le preguntaron por su supuesta presencia en una reunión en la oficina de Rubiales el 25 de agosto, tres días después.
El lunes, la jefa de prensa de España femenina, Patricia Pérez, dijo en su testimonio que se había sentido presionada en esa reunión, que describió como "una emboscada", para cambiar su versión de lo que había sucedido con Hermoso, como parte del informe para el Departamento de Integridad de la RFEF.
De La Fuente negó cualquier participación en esas discusiones, diciendo que en cambio había estado presente para discutir temas de fútbol.
"Solo hablé de fútbol en un despacho colindante; era lo habitual a diez días de una convocatoria", dijo De la Fuente. "Yo fui a tratar otros temas muy importantes que me competen a mí: convocatoria, lista de jugadores, viajes, instalaciones, necesidades ... Estuve entre tres y cinco horas".
De la Fuente dijo que pasó la mayoría de su tiempo en una oficina más pequeña a un lado del despacho principal de la presidencia. "Solo a mediodía comimos unos bocadillos en el despacho presidencial", según De la Fuente.
"Yo no consumo prensa y no sabía nada. Cuando llegué por la mañana me dijeron: se está liando una gorda con el beso", dijo De la Fuente.
En un momento dado, el juez José Manuel Fernández Prieto se impacientó con la insistencia en interrogar a De La Fuente.
"Es un testigo que lleva 10 minutos diciendo que no sabe nada", dijo el juez. "Y nos hemos empeñado en decir que es un mentiroso. Que no lo digo que no lo sea, que no lo sé. Pero si así lo consideran, queréllense".
Rubiales y otros tres acusados -el ex seleccionador nacional femenino Jorge Vilda y los ex directivos de la RFEF Albert Luque y Rubén Rivera- prestarán declaración a finales de este mes.
Los fiscales piden una pena de dos años y medio de prisión para Rubiales, aunque según la legislación española, los acusados condenados a menos de dos años a menudo pueden evitar la cárcel pagando daños y perjuicios.