<
>

A 50 años de la primera expulsión de Cruyff en España

En Málaga y llevado por la policía al negarse a abandonar el campo, fue la primera expulsión de Johan Cruyff


Se cumplen 50 años, medio siglo, una eternidad para cualquier aficionado. Menos para aquellos que, entrados en años, veteranos de transistor los fines de semana de fútbol, aún deben recordar aquel 9 de febrero de 1975, 'un domingo cualquiera' que no fue un domingo más, puesto que pasó a la historia como el de la primera expulsión de Johan Cruyff en LaLiga española. Y con una imagen icónica: el holandés abandonando el campo (La Rosaleda de Málaga) llevado de brazos por la policía.

Se cumplía, aquel 9 de febrero, un mes y cuatro días desde que el Barça, campeón de Liga el curso anterior, había perdido el Clásico del Bernabéu (1-0) en un duelo muy polémico y protestado por el club azulgrana, que descubrió de pronto como la euforia de la temporada 1973-74 se había apagado desde todos los organismos.

Betis, Elche y Athletic también habían derrotado por 1-0 al campeón consecutivamente en duelos muy controvertidos. Gol en contra con falta anterior no señalada en Sevilla; fueras de juego inexistentes señalados en Elche, dureza consentida en Bilbao. Y así hasta Málaga, donde explotó todo.

LA EXPULSIÓN

Por partes... Aquella tarde de domingo el Barça ya había poco menos que entregado su título a un Madrid que volaba en LaLiga sin oposición y con acompañamiento arbitral, pero la puntilla la sufrió el equipo azulgrana en Málaga. Pasada la media hora de partido y con 1-1 en el marcador Castronovo anotó el 2-1 y el juez de línea levantó el banderín indicando posición de fuera de juego.

Hasta ahí, lo normal era la anulación del tanto... Pero el árbitro, José Luis Orrantía, hizo caso omiso de su ayudante y dio el gol. Cruyff, como capitán, fue a pedir al colegiado que hablase con su auxiliar y recibió una amonestación; Cruyff insistió. Y el árbitro le mostró la tarjeta roja, armándose poco menos que un escándalo al no querer irse el holandés del campo, insistiendo en su protesta y acudiendo la policía nacional para llevárselo agarrado por los brazos, en una imagen icónica e histórica.

"Ahora se entiende todo. No tiene sentido jugar así, con esta animosidad contra el Barça" explotó al acabar el partido Rinus Michels, entrenador del equipo azulgrana que acabaría perdiendo aquel partido por 3-2 para caer a la tercera posición, ya a ocho puntos del intocable Real Madrid (los triunfos se premiaban con dos puntos) consumidas 19 de las 34 jornadas.

El árbitro, por cierto, fue el mismo que había dirigido un año antes el histórico Clásico del 0-5 en el Bernabéu, anulando un gol al Real Madrid. Y siendo multado por elogiar "la caballerosidad" de Johan Cruyff. Años después, ya retirado, Orrantía desveló en una entrevista que siempre que debía dirigir un partido del Real Madrid recibía en los días previos una llamada telefónica del presidente de los árbitros, José Plaza.

"Esta es la gota de agua que hace rebosar el vaso. En Málaga se han decidido cuatro puntos porque nos quitaron dos a nosotros y se los dieron cuando jugó el Madrid de forma muy discutible. Y en cada partido nos pasa lo mismo" explotó al día sjguiente Cruyff mientras el Barcelona daba a conocer una nota oficial de nueve puntos en la que expresaba su indignación por lo que entendía una 'campaña contra el Barça'.

Se refería el holandés al partido jugado por el Madrid en La Rosaleda y que ganó por 1-3, remontando un inicial 1-0 y empatando con un gol fantasma de Roberto Martínez del que todos los medios coincidieron que no debió concederse (el balón no traspasó la línea) y otro gol de penalti muy dudoso (el 1-2), después de que el equipo andaluz se quedase en inferioridad por expulsión de Montero.

El Málaga amenazó con denunciar al árbitro Sánchez Ibáñez. Algo que finalmente no hizo, 'aconsejado' desde la federación. Y curiosamente el club andaluz, colista y desahuciado a mediados de enero, llegó a la última jornada con opciones de salvación, lo que no pudo lograr.

LA 'CAMPAÑA'

Del Barça campeón, elogiado, aplaudido y hasta admirado en no pocos campos de España la temporada anterior no quedaba apenas nada. En la nota que dio a conocer después de lo sucedido en Málaga, el club azulgrana recordó los problemas " imprevisibles e insólitos" a los que debió hacer frente desde el verano anterior, no pudiendo contar con Sotil, retrasando los papeles oficiales de Heredia.

Y es que la simpatía de ese Barça la habían borrado tantos los organismos oficiales como cierta prensa que no dudó en calificar a Cruyff como "chulo" o "ridículo". Durante el verano de 1974 el club recibió los informes favorables pertinentes desde la federación respecto a la nacionalización del peruano Hugo Sotil (clave en la conquista del título). Así, con la mediación de Cruyff y Michels, el club fichó a un joven Johan Neeskens que venía a dar mayor empaque si cabe al centro del campo.

También reclutó al argentino Juan Carlos Heredia, un delantero de gran calidad y carácter que había tenido cedido al Elche mientras se avanzaba con la documentación que le facilitaba jugar como 'oriundo'.

¿Que pasó? De pronto la nacionalización que se había dado por inmediata del Cholo Sotil (tristemente fallecido a finales de diciembre de 2024) se convirtió en un vía crucis. Vaya, que de hecho no pudo jugar ni un solo partido oficial aquella temporada.

¿Y Heredia? Mientras el Madrid podía contar sin problemas con oriundos como Touriño o Roberto Martínez, tal como años después lo hizo con Guerini o Quique Wolf la documentación de Heredia se perdía en despachos, cajones y archivos. Nadie sabía nada. Y Heredia se pasó siete meses sin jugar, debutando, precisamente, en aquel partido de Málaga.

Eran otros tiempos. Aquellos en los que todo parecia 'atado y bien atado'.