BARCELONA -- Messi vive al margen del mundo en el fútbol. Lo haga bien, mal o regular el Barça, el ‘10’ juega siempre un partido personal e intransferible… Suele ofrecer con sus actuaciones el resultado necesitado, en momentos de máxima necesidad, pero no siempre es infalible. Y en Las Palmas se repitió la escena menos agradable.
Brújula incontestable del Barcelona, Messi fue quien despertó, a lo bestia, al equipo ante el Girona en la última jornada, pero en Gran Canaria volvió a no ser suficiente para un equipo falto de clarividencia, que se ha dejado por el camino tres empates contra Espanyol, Getafe y Las Palmas para convertir sus enormes partidos ante rivales de mayor potencial en resultados secundarios.
Messi consiguió su primer gol en su tercera visita al estadio de Gran Canaria. Le regaló una asistencia fantástica a Luis Suárez que el uruguayo no supo aprovechar y no alcanzó a acertar otra jugada. Tuvo tres lanzamientos directos acertando uno y fue el futbolista que se vio menos fastidiado en el terreno de juego.
Invisible Aleix Vidal, triste Paulinho, mudo Luis Suárez, agobiado Iniesta, señalado Digne o desafortunado Umtiti, el Barcelona parece haber llegado al momento cumbre de la temporada falto de gasolina y la llegada de Coutinho en el mercado de invierno da la sensación de ser más un problema que un empuje para un equipo que sin exuberancias dominaba con puño de hierro la temporada.
Las insinuaciones respecto a las pocas, mínimas, rotaciones del entrenador pueden dar paso a dudas razonables y en voz alta. Los que hace dos meses elogiaron las decisiones de Valverde son los mismos que ahora empiezan a afear la ausencia de cambios en el once y jugadores de refresco.
Y quienes clamaron que La Liga se acabaría en febrero llegan a marzo sin saber qué explicar. Y temerosos de Griezmann, Diego Costa y ese Atlético de Simeone que llegará al Camp Nou dispuesto a incendiar La Liga.
Al Barça solo se le escapó una Liga, en tiempos de tres puntos por victoria, en 2007, aventajando al segundo clasificado en cinco puntos a falta de 12 jornadas para acabar el campeonato. Ahora está en situación similar, cambiando el rival madrileño…
Messi no afloja. Hace lo que debe y cumple lo esperado… Pero cuando el equipo no acompaña el resultado se resiente.