Raúl Moro, expresidente y exgestor del Real Murcia hasta finales de 2017, ha revocado el poder que expidió al empresario mexicano Mauricio García de la Vega para que se hiciera con el mando del club de fútbol y ha argumentado "incumplimiento de contrato" para dar marcha atrás en su decisión.
Así lo ha indicado hoy en un escrito remitido a los medios de comunicación, que apunta que el hecho de que se adeuden tres nóminas a la plantilla le permite dejar sin efecto el contrato privado de alquiler entre ambas partes, previo a la compra ejecutada por García de la Vega.
"En vista del incumplimiento del contrato, me veo en la obligación de revocar el poder y de emprender las acciones necesarias para las defensas de mis derechos y los intereses del Real Murcia", ha manifestado Moro, quien mañana tiene previsto ofrecer una rueda de prensa para hablar más en profundidad de este asunto.
Esta noticia llega cinco días después de que García de la Vega ejecutara la compra del Murcia al hacerse con la mayor parte de las acciones de la sociedad anónima deportiva en la que entró en diciembre como gestor para dos meses y medio tras pasar a ser su dueño.
La compra fue anunciada de forma oficial por la entidad grana, que indicó que García de la Vega, agente de futbolistas de la FIFA y dueño de la empresa IconStar, acudió al notario para ejecutar la opción de compra del paquete mayoritario de las acciones del club.
El pasado 26 de diciembre, este empresario se hizo con el control del equipo tras firmar el acuerdo con el extremeño Moro en una especie de régimen de alquiler del Real Murcia, con una deuda que ronda los 45 millones de euros y cuyo primer equipo milita en Segunda División B.