BARCELONA -- El Barcelona, en plena semana de descanso por el parón para los partidos de selecciones, rememora este miércoles su última gran crisis liguera, que estuvo cerca de costarle un título que tenía en la mano y del que se cumplen tres años, cuando enlazó tres derrotas y un empate que echaron por tierra una ventaja similar a la actual... Y provocaron también su eliminación en la Champions League.
El 20 de marzo de 2016 el equipo entrenado por Luis Enrique visitó al Villarreal en la jornada 30. Lo hizo conociendo la derrota del Atlético de Madrid en Gijón (2-1) y la posibilidad de aumentar su ventaja al frente de la clasificación hasta los 11 puntos con 24 por jugarse. Tal era la euforia que alrededor del Camp Nou se hacían cuentas calculando la fecha en que se conquistaría el título. Y llegó el derrumbe inesperado.
El Barça, que ganaba por 0-2 al descanso, acabó empatando 2-2 en el Estadio de la Cerámica, sumó un punto más de distancia pero acogió la igualada como un paso atrás. Y lo fue porque a partir de ahí el marcador le condujo a la alarma.
La siguiente jornada el Real Madrid venció por 1-2 en el Camp Nou, la posterior perdió 1-0 en Anoeta y en la 33 fue el Valencia el que ganó 1-2 en el estadio azulgrana. La depresión convertida en crisis alcanzó la paranoia por cuanto entre todo ello el Barça fue eliminado en los cuartos de final de la Champions por el Atlético de Madrid y se presentó en la fecha 34, el 20 de abril, igualado a puntos (76) con el equipo colchonero y solo uno por delante del Real que dirigía desde hacía tres meses Zinedine Zidane.
TENSIÓN Y ATENCIÓN
El vestuario azulgrana está en alerta, avisado, y a través del mensaje de Ernesto Valverde mantiene la tensión. “Estamos en buena situación, pero no hemos ganado nada”, explicó el entrenador tras la victoria en Sevilla frente al Betis en un discurso casi calcado al puesto en el escenario por Piqué: “Queda mucha temporada y aún no hemos ganado nada”.
El equipo de Luis Enrique se vio contra el abismo y reaccionó con furia, ganando las cinco últimas jornadas de Liga con un saldo de 24 goles a favor y ninguno en contra antes de cerrar la temporada con el doblete, gracias a la victoria en la final de Copa ante el Sevilla por 2-0.
Ahora el Barça no quiere verse en la misma situación y, por ello, se rechaza cualquier insinuación o cálculo respecto a cuándo se podría concretar matemáticamente la consecución del título liguero. Podría ser en la jornada 34, visita al Alavés, o en la 35, recibiendo al Levante, cuando el grupo de Valverde pudiera, si mantiene el ritmo, proclamarse campeón.
Sin embargo, recordando lo sucedido en 2016, en el Camp Nou se prefiere mantener la cautela. Se quiere ganar el triplete, por supuesto... Pero para nada se quiere proclamar nada a los cuatro vientos.