Cerca de 200 aficionados y antiguos dirigentes, técnicos y jugadores del Hércules han rendido homenaje este sábado al exfutbolista argentino Mario Alberto Kempes, quien fue jugador del equipo alicantino durante las temporada 1984-85 y 1985-86 en Primera División.
En el acto, organizado por el Club Información y presentado por su director, Toni Cabot y el exjugador y periodista Raúl Ruiz, se ha repasado la corta pero intensa trayectoria de Kempes en el Hércules, donde a pesar de estar solo dos medias temporadas dejó una huella imborrable.
El vídeo marcador del estadio Rico Pérez mostró durante el acto varios de los goles históricos anotados por el campeón del mundo, entre ellos uno icónico de saque de esquina directo anotado ante el Atlético de Madrid a su compañero de selección Ubaldo Pato Fillol.
"Luego me quería matar", bromeó Kempes, quien intentó repetir en dos ocasiones la acción sin la misma fortuna. "El gol olímpico no se entrena, es algo que sale", confesó Kempes, quien confesó no haber vuelto al Rico Pérez desde su salida en enero de 1986 para jugar en Austria.
El exdelantero, que fue recibido entre aplausos y con la grada en pie, recordó que llegó al Hércules en una situación crítica tras una mala salida del Valencia y después de estar jugando durante medio año al fútbol sala.
"Alguien allí no me quería, pero no guardo rencor a nadie. Me molestó que no me dijeran que no me querían antes de junio. Aquí me dieron el tiempo de poder volver a coger la forma. Me encontré un vestuario con ganas de luchar. Estaba escrito que tenía que despedirme del fútbol español en el Hércules", explicó.
Kempes estuvo acompañado en el acto de Carlos Jurado, entrenador que logró su fichaje por el Hércules, y de José Torregrosa, presidente en aquella etapa, además de por muchos de los que fueron sus compañeros, como Quique Sala, Manuel Espinosa, Teo Rastrojo, Recesvinto Casero, Luis Paños, José Antonio Herbera, Vicente Latorre o Juan Cartagena.
También acudieron al acto otros dirigentes históricos de la entidad, como Emilio Orgilés, José Ramón Solano, Valentín Botella o Quique Hernández.
Mario Alberto Kempes, que anotó diez goles durante su etapa en el Hércules, dijo sentirse "querido y valorado" en Alicante y recordó con orgullo "cuánto les costaba a los equipos ganarnos".
"La gente vio que tras haber salido mal del Valencia y estar un tiempo sin jugar no vine a robar. Entre todos lo logramos", explicó el jugador, uno de los dos campeones del Mundo que han vestido la camiseta del equipo alicantino en sus 97 años de historia.
El argentino también se refirió al histórico triunfo en el Bernabéu ante el Madrid (0-1) que permitió al Hércules alcanzar la permanencia de forma agónica en la última jornada de la temporada 1984-85.
"La fiesta de después fue como si hubiéramos sido campeones del Mundo", recordó el exjugador, quien fue largamente ovacionado por los seguidores tras cada intervención.
A la conclusión del acto, y antes de que el argentino firmara ejemplares de su libro 'Matador' sobre el mismo césped del estadio, el Hércules le entregó por medio de su presidente, Carlos Parodi, una placa conmemorativa y una camiseta con el número 10.