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Previa del Barça-Real Madrid: Éste será un Clásico mucho más reñido

Es el enfrentamiento más grande de la historia del fútbol organizado: Barcelona vs. Real Madrid. Apodado "El Clásico", es una batalla que comprende toda la elegancia, audacia, destrezas, la hostilidad, deportividad y trascendencia social que puede posiblemente embotellarse en un encuentro de 90 minutos.

Es cierto que el primer Clásico de la presente temporada fue pospuesto por espacio de siete semanas debido a los disturbios y conmoción social que se vivieron en Barcelona y Cataluña; y es cierto que el anfitrión Barça y el Real Madrid están empatados en puntos en el liderato de La Liga española, previo al choque del miércoles. Hay un elemento adicional de desesperación por ganar el primer enfrentamiento directo de la temporada, por si este termina siendo decisivo a los efectos de la carrera por el título, a pesar de que nos encontramos apenas en diciembre.

Estos elementos le agregan picante al partido, pero, ¿qué hay del contexto? Hablamos de algo con un significado enormemente mayor al simple aquí y ahora del 18 de diciembre de 2019. Esta es una rivalidad épica, la cual ha comprendido de forma magnífica 90 años de existencia en La Liga española y otro periodo de aproximadamente 30 años en otras competiciones. Por cierto, durante esos 90 años, el Madrid y Barça han disputado 179 encuentros en marco de liga y el hecho glorioso es que estos enemigos mantienen un empate con 72 victorias por lado. Es digno de todo mérito.

Si recordamos todos los enfrentamientos previos entre Real Madrid y Barcelona, podemos oler esa agresividad punzante entre archirrivales con mayor fuerza: La estadística antes mencionada es producto de la testosterona y la idea medieval de "No me vencerás"; no obstante, en todas las competiciones, ambos clubes se han visto las caras en 242 partidos y el Barcelona es líder por una victoria. 96 para el Barça, 95 para el Madrid. Es simplemente sorprendente. A pesar de ello, este enfrentamiento ha estado lleno de emociones sin fin desde el momento en el cual el club blaugrana, bajo la influencia del estilo futbolístico predicado por Johan Cruyff, aprendió a ser competitivo de nuevo.

El verdadero medidor de todo ello ha sido la última década, durante la cual la balanza se ha inclinado de forma violenta hacia el noroeste, en dirección del Camp Nou. De esos 21 Clásicos de Liga, el Madrid apenas ha salido victorioso en cuatro ocasiones, contra 13 del Barça. Desde mayo de 2009, en la primera victoria de Pep Guardiola a cargo del banquillo culé, este ha sido el panorama presenciado en el Camp Nou, el Santiago Bernabéu y en los televisores de miles de millones de personas alrededor del mundo.

Veintiún Clásicos de Liga, con 77 goles para un suntuoso promedio de 3.6 tantos por partido. Si sumamos todas las demás competiciones; a saber, Copa, Champions League y Supercopa, en los últimos 10 años hemos visto 37 variedades distintas del enfrentamiento Barça-Madrid, con 126 goles y 3.1 millones de personas han pagado para sentarse y hechizarse en los estadios de ambos clubes, aparte de dos finales de Copa del Rey en Mestalla, seguros de que terminarán rebosantes de emoción.

¿Eso ocurrirá en esta ocasión?

Sr. Messi, al escenario, por favor

El Clásico español es el partido de autor para Lionel Messi. Si el Barcelona desea ganar la primera edición de esta temporada, ¿veremos al explosivo geniecillo que acaba de ganar el premio The Best de la FIFA, que viene de alzarse con su sexto Balón de Oro y que ha sido el jugador más dominante de La Liga desde que se recuperara de sus lesiones tempraneras tomar a este partido por el cuello? Quizás sea así.

El impacto que ha causado Messi en La Liga en fechas recientes ha sido sustancial; no obstante, su nivel se muestra cada vez más desalentador. De los últimos cinco Clásicos, Messi ha sido titular en apenas tres, sumando un solo gol. Hace un año, los blaugranas se impusieron 5-1 al Madrid, entonces liderado por Julen Lopetegui, con Messi sentado en el área VIP de jugadores de la Tribuna del Camp Nou.

Entonces, ¿quién necesita dar ese paso adelante? Pues bien, no tenemos que preocuparnos por Luis Suárez. Al igual que Messi, el uruguayo vive y ansía jugar partidos de alto voltaje como éste. Suárez no solo es el mayor socio de Messi en el ataque; sino que ha convertido 11 tantos en 14 Clásicos de por vida, perdiendo en apenas cuatro oportunidades.

Tenemos otras tres destacadas figuras. Marc-Andre ter Stegen, sin duda, está disfrutando de la temporada de su vida; no obstante, en sus dos partidos anteriores de Liga cometió sendos errores que le costaron goles en contra al Barcelona. Eso no puede volver a suceder este miércoles si desean mantener a raya a un Madrid con aspecto poderoso. Las otras dos son Gerard Piqué e Iván Rakitic. Ambos disfrutan de esta batalla por encima de cualquier otra. Buscan en lo más profundo de su ser el nivel, la inspiración y esa voluntad y sed de triunfos pura e indomable.

Una gran oportunidad para el Madrid

El Barcelona ha disfrutado las mieles de jugar en condición de local en la presente campaña liguera, con siete victorias y 30 goles en apenas siete cotejos. Sin embargo, aquí debemos tomar una pausa. De 10 Clásicos disputados en el Camp Nou desde mayo de 2009, los blancos han ganado o empatado en cinco ocasiones y tres de los triunfos del Barça se han producido por la mínima diferencia. La victoria 5-1 del año pasado sin Messi fue un partido sorprendente; pero muchos habrán olvidado que, en dicho compromiso, hasta el momento en el cual Ernesto Valverde puso en la cancha a Ousmane Dembelé para desbordar al mediocampo lleno de baches del Madrid, el Barça estaba abajo 2-1 y debían mantenerse replegado.

La defensiva con cinco hombres de Zidane no es un secreto para nadie, al igual que la mayor parte de su mediocampo (Toni Kroos, Federico Valverde, Casemiro). Sin embargo ¿intentará el francés ganar a mitad de cancha, imponer su estrategia de ese modo y así poder elegir entre Luka Modric e Isco, para contar con dos hombres a la delantera? ¿O intentará sobrepasar a los defensores del Barça utilizando a Gareth Bale a la cabeza de un esquema 4-3-3?

Creo que Zidane pondrá en la cancha a los cuatro fantásticos del Madrid, incluyendo a Modric, en el mediocampo, con Karim Benzema y Bale golpeando en el contraataque.

Batalla clave: todas las miradas sobre Busquets

Este partido representa una caja de sorpresas tal que nos es imposible vaticinar si una batalla individual garantizará los puntos para uno de estos clubes. Presenciaremos muestras de temple, ingenio, errores, tensión e improvisación puras. Veremos todos los elementos que nos atraen, de forma irresistible, hasta la adoración, al deporte de competencia en lo más profundo de nuestros seres. Pero el "click" que hace el motor del Madrid en momentos así es tan importante, y son tales las dificultades que actualmente confronta el intelecto que caracteriza al estilo de fútbol moderno del Barcelona, que uno puede sentir la tentación de decir "ventaja para el Real Madrid".

El nivel actual de Sergio Busquets es uno de los mejores que podamos recordar: astuto, visionario y dotado técnicamente, aparte de una delicia para el ojo del espectador. Sin embargo, el desmoronamiento gradual a su alrededor del estilo de juego que aprendió mientras crecía (los principios impartidos por Cruyff y Pep Guardiola) ha dejado en evidencia cómo Busquets puede ser acosado hasta cometer más errores que nunca.

Con la presencia de Frenkie De Jong, la personificación de la energía, y Rakitic a su lado, Busquets aún es capaz de transformar un partido con sus destellos de inspiración. Pero la fluidez e impacto del eje Casemiro-Valverde en el mediocampo de la Casa Blanca son tales que existe la oportunidad de que los hombres de Zidane obtengan la ventaja en un área del terreno que ha sido su perdición en años recientes; a menos que Busquets eleve su nivel sustancialmente, en comparación con lo visto el sábado pasado en Anoeta (donde fue reemplazado).

¿Se extrañará la presencia de Hazard y Dembelé?

Un partido de semejante relevancia puede resistir algunas ausencias notables. Podrá sonar como una locura, pero es probable que el Madrid extrañe un poco más a Eden Hazard en partidos poco similares a este.

Si estuviera en plenitud de condiciones, no hay duda de que el estelar belga asumiría la titularidad del cotejo del miércoles. Se trata de una baja sustancial porque su sociedad con Benzema se estaba haciendo irresistible. Pero el Barcelona jamás se replegará y dejará el autobús parqueado en un partido de esta envergadura, situación que Hazard necesitará olvidar a medida que la temporada se aproxime a sus meses decisivos. En el caso de Marcelo, Alfredo Di Stefano solía decir que un partido sin goles era como un día sin sol. Cualquier encuentro sin la presencia de Marcelo carecerá un poco de travesura creativa, hilaridad e inventiva. A pesar de ello, Ferland Mendy ha comenzado a crecer en su rol, se ha mostrado mucho mejor a la defensiva y es joven y veloz. Que se cuide el Barcelona.

En el caso de los culés, duele admitir que, a pesar de sus talentos y el fútbol hermoso es capaz de desplegar, la ausencia de Dembelé aún no constituye una pérdida gigantesca y es probable que éste hubiera comenzado el partido en el banquillo. Sigue siendo una figura tan elusiva que es incapaz de encontrar su nivel, incluso si se le enviara en una caja por correo expreso, con la etiqueta "Privado: a la atención de Dembelé, en sus manos".

¿Cómo formarán ambos equipos?

Creo que el Barça saldrá a la cancha de la siguiente forma: Ter Stegen bajo los palos; Sergi Roberto, Piqué, Clement Lenglet, Jordi Alba o Semedo a la defensiva; Rakitic, Busquets, De Jong en el mediocampo; Messi, Suárez y Antoine Griezmann en el ataque. Se trata de un XI indudablemente capaz de ganar este partido; a pesar de contar con uno o dos jugadores que se muestran ligeramente tocados o fatigados, o que aún no alcanzan su mejor nivel; como son los casos de Alba, Lenglet, Busquets, Semedo y Messi.

¿Qué hay del Madrid? Pues bien, este debería ser su XI titular: Thibaut Courtois bajo el arco; Dani Carvajal, Raphael Varane, Sergio Ramos y Mendy a la zaga; Modric, Valverde, Casemiro y Kroos en el mediocampo y Bale y Benzema a la delantera. No es imposible que Isco termine asumiendo el puesto de Modric. Después de todo, no todo el tiempo el croata podrá disimular sus 34 años.

Aunque sí creo que habrá oportunidades para los gemelos terribles, Rodrygo y Vinicius Jr., de imitar lo hecho por Dembelé para la causa del Barcelona el año pasado; o sea, empezar a toda velocidad en un partido "roto" y demostrar que son capaces de seguirle el paso al rival. Bale tendrá la responsabilidad de ganar las batallas en el juego aéreo, hacer los sprint vertiginosos e imponerse en los cotejos de remates a larga distancia a favor del equipo de Zidane hasta que los brasileños sean llamados a la cancha.

Finalmente, la pregunta del millón: ¿quién ganará?

Pintemos una imagen del panorama en octubre pasado, el mes en el cual estaba previsto jugar el partido originalmente. Desde entonces, el Madrid ha mejorado su nivel de forma dramática. A finales de octubre, los blancos solo habían anotado 16 tantos, con diferencial de goles de +7. Dejaron perder nueve puntos. Desde entonces, los merengues no han conocido la derrota, con 17 tantos convertidos en 7 compromisos, concediendo solo cuatro puntos. En años recientes, el Barcelona ha sido más inteligente con el balón, con mayor agudeza a la hora de evitarse problemas pasando la esférica: los culés han sido dominantes por varias razones, siendo la principal esa dinámica entre Messi y Suárez. Juntos son dinamita.

Este partido tiene el aroma de esos empates 2-2 en los cuales el ímpetu va entre un equipo y otro, gracias a su nivel físico, claridad de pensamiento y la astucia y experiencia ganada en esta batalla, el gran clásico del fútbol de clubes de todos los tiempos.

Les recomiendo que no se lo pierdan, por nada de este mundo.