BARCELONA -- El Barcelona “es el único club del mundo que descuenta títulos en vez de sumarlos”. La frase, atribuida a Pep Guardiola durante su etapa como entrenador azulgrana, resume de forma tan simple como clara la realidad a la que se enfrenta a partir de este jueves el equipo de Ernesto Valverde en Arabia Saudí.
Dominador absoluto de una Supercopa que ganó en 13 ocasiones (16 si se tienen en cuenta sus denominaciones anteriores), el Barça se estrena ante el Atlético de Madrid en una semifinal a la que acude con la ineludible etiqueta de favorito. Por muchas dudas que pueda ofrecer.
La nueva Supercopa que suma tantas críticas como millones de euros de beneficio se marchó a 6 mil kilómetros de Barcelona para convertir lo que fue el partido que abría oficialmente la temporada en un nuevo y revolucionario torneo impuesto a mitad de curso, tan incómodo desde el punto de vista deportivo como apetecible desde el económico puesto que le significará al club unos ingresos superiores a los 11 millones de dólares y que, en cierta manera, marcará la realidad del equipo, de los equipos, en pleno mes de enero.
Sin Ter Stegen pero capitaneado por Lionel Messi, el equipo azulgrana se enfrenta a un Atlético de Madrid que suma cuatro victorias consecutivas en partidos oficiales, no pierde desde que el primero de diciembre de 2019 le derrotase en el Wanda Metropolitano el propio Barça y que tiene en esta nueva Supercopa la, de entrada, mejor oportunidad para sumar un título esta campaña.
Falta por ver cómo gestionarán tanto Valverde como Diego Simeone un enfrentamiento atendiendo a la posible final dentro de tres días, con el cansancio que ello pudiera suponer apenas una semana después de regresar de las vacaciones de Navidad y sin perder de vista que la Liga alumbra otra vez a la vuelta de la esquina... Y la Champions estará de regreso en apenas un mes y medio en un calendario que se sabe infernal.
Alrededor del vestuario azulgrana se sospecha la entrada de rotaciones en el once inicial que ponga en juego el técnico. Semedo, Umtiti, Ansu Fati... Varias son las combinaciones que podría decidir un Valverde que comenzó el periplo árabe con mal pie, atendiendo a que su rueda de prensa se trasladó a la finalización del entrenamiento debido a que el chofer que le tenía que conducirle desde el hotel hasta el Training Center del Al Alhi se encaminó hacia el estadio del partido... Porque la organización del torneo así se lo indicó. Y de esta manera un recorrido de apenas 20 minutos se convirtió en un paseo de más de una hora, con el evidente enfado por parte del entrenador azulgrana.