BARCELONA -- Leo Messi tomó la palabra a pie de campo por segundo partido consecutivo y si tras la debacle frente a Osasuna su discurso fue un absoluto bombardeo en todas direcciones, la victoria en Vitoria frente al Alavés mostró a un capitán satisfecho "porque hoy se vio otra cosa".
En un Barça que, atrapado en la necesidad y envuelto en un mar de dudas, que vive una auténtica montaña rusa para pasar de la depresión a la esperanza, las palabras del crack argentino pueden tomarse como el verdadero termometro del vestuario, el equipo y el club en su totalidad.
"Hoy se vio otra cosa... Era un partido difícil de jugar por la situación en la que nos encontrábamos, por ser el último partido, por la hora, por el calor... Y el equipo respondió de otra manera a nivel de comprimiso y actitud y eso un paso muy importante para nosotros", advirtió el capitán, quien destacó que el equipo dio "un paso al frente".
"Te pueden ganar o no... Pero a ganas desde luego que no pueden ganarnos", reafirmó Leo, quien descubrió que tras el desastre frente a Osasuna hubo charla interna en el vestuario. "Lo principal lo hicimos, que fue autocrítica de puertas adentro, que es como tiene que ser, y nos dimos cuenta de un montón de cosas", señaló, reconociendo que "no hicimos una gran temporada a nivel de juego y de resultados por lo que se vio, pero hoy dimos un paso importante a nivel de actitud y compromiso, que es lo primero que hay que tener siempre".
Cerrada la Liga, lo importante es empezar a pensar en la Champions y en el duelo frente al Napoli, para lo que el Barça, proclamó Messi, necesita "calma" después de haber sacado a la luz, en la intimidad del vestuario, todos los problemas.
"Ahora necesitamos un poco de tranquilidad, este parón y limpiar la cabeza para volver con más ganas. Ya dijimos todo lo que nos teníamos que decir, ya hicimos autocrítica y ahora toca trabajar y dar lo mejor. Ya no hay nada más que hablar y sí demostrar que dimos el cambio" resumió.
Sobre su papel como capitán para liderar este cambio, Messi resolvió que es una labor colectiva. "Es un momento importante para nosotros porque nos vamos a jugar cosas importantes y no hace falta llevar el brazalete para darnos cuenta de lo que hicimos. Todos somos conscientes de que debemos ser mucho más regulares. Como decía el míster el otro día hicimos partidos y momentos muy buenos y falta mantenerlo durante los 90 minutos y en todos los partidos" resumió.