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El Barcelona puede recuperar terreno perdido en su visita al Athletic en San Mamés

BARCELONA -- Partido a partido, el lema preferido del Cholismo que ha hecho carrera en el Atlético de Madrid, el Barcelona ya olvidó su ajustada y discreta victoria en Huesca para centrar toda su atención en la nueva final que debe afrontar este miércoles en San Mamés, enfrentado a un Athletic de Bilbao en el partido aplazado a inicio de temporada y al que enfrenta con la necesidad, innegociable, de sumar los tres puntos.

Acudirá el equipo de Koeman después de un principio de semana enrarecido, con los dos positivos detectados el lunes por la noche y el cambio de planes del martes, con pruebas PCR generalizadas a toda la plantilla y el traslado del último entrenamiento a la tarde, con especial atención en el club a que no se desate un contagio generalizado en el vestuario en un momento tan exigente de la temporada. Por no decir crítico.

El técnico holandés no debe contar con demasiados contratiempos para afrontar el partido. Contemplándose que repita la misma línea defensiva que puso en liza en Huesca y a la espera de confirmar que Sergio Busquets mantenga el puesto por delante de Miralem Pjanic junto a Frenkie de Jong y Pedri, la principal duda asoma con Antoine Griezmann, suplente en dos de los últimos tres partidos y que, según las palabras de Koeman, se debe jugar la titularidad con un Martin Braithwaite que a pesar de sus discretísimos números parece haberle ganado la delantera.

Derrotado en sus dos últimas visitas, la última de ellas significando la eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey, para el Barcelona no es un escenario amable el nuevo San Mamés, donde solo ganó en seis de sus doce visitas y suma tres consecutivas sin conseguirlo, siendo el Athletic un rival especialmente incómodo y que no olvida el 4-0 con que le venció en la Supercopa de España en 2015, el último título conquistado por los Leones.

El conjunto vasco, además, tendrá su principal novedad en el banquillo, donde se estrenará Marcelino García Toral, quien el domingo sustituyó a un Gaizka Garitano cuyo despido causó mucha sorpresa alrededor del club vasco y quien teniendo unos números desastrosos frente al Barça mantiene un último recuerdo feliz.

Desde que se estrenó al frente del Recrativo de Huelva, Marcelino se ha enfrentado hasta en 21 ocasiones como entrenador al Barcelona, cosechando una sola victoria por 14 derrotas y seis empates, aunque esa solitaria victoria la conquistó en la final de la Copa del Rey de 2019, dirigiendo al Valencia y rompiendo el reinado de los cuatro años anteriores del equipo azulgrana.