MADRID -- Más vale tarde que nunca, se suele decir cuando el día menos esperado y cuando la decepción es generalizada, aquel jugador del que tanto se esperaba acaba por catapultarse, por aparecer un día, y dos y tres. Por demostrar que sí, que, más allá de su precio, su calidad contrastada ya se deja ver en el campo y su trascendencia es la esperada. ¿Griezmann? No, al francés se le sigue esperando. El protagonista de tan feliz despegue es Frenkie de Jong. La cara más alegre del Barcelona.
En Vallecas marcó su cuarto gol desde que comenzó el 2021 y mostró, otra vez, su mejor versión. El todocampista total que enamoró en el Ajax y que entró silencioso en el vestuario del Barça en verano de 2020. Tanto se esperaba de él que sus titubeantes inicios fueron de una frustración evidente. Instalado como interior por Valverde, muy pegado a la banda, la primera temporada de De Jong en el Barça fue más discreta que brillante.
Sin marcar la diferencia a las órdenes de Valverde, siendo en no pocos partidos casi invisible, su procedencia, su juventud y sus ganas provocaron que el aficionado tuviera con él mucha más paciencia de la que disfrutaron otros futbolistas fichados como estrellas.
Al holandés se le esperaba para que dirigiera el futbol de ataque y tampoco con Setién dio ese paso adelante, formando parte del derrumbe final y encarando su segunda temporada como azulgrana como una reválida.
DE LA DUDA A LA CONFIRMACIÓN
Llegó Koeman al banquillo y, de forma sorprendente, cambió todo el dibujo, le colocó al lado de Busquets en el doble pivote y las cosas apenas si mejoraron para él. Ni arriba ni abajo, quedándose en tierra de nadie, los primeros dos meses fueron la continuación de la pesadilla... Hasta que todo cambió.
Y De Jong se catapultó de manera celestial. "Tiene mucha calidad para construir desde atrás pero también debía dar más al equipo ofensivamente. Hablamos de ello, de llegar al área contraria, rematar y marcar más goles" sentenció este miércoles en Vallecas, Ronald Koeman, feliz por la recuperada figura de su compariota y consciente de que su cambio de sistema, el devolverle a la posición de interior con libertad, ha sido probablemente la mejor decisión deportiva del entrenador.
De Jong en modo Ajax se proclama ahora en Barcelona. "Estoy contento pero puedo jugar mejor" sonrió el jugador tras marcar su cuarto gol desde que empezó el año, al que acompaña con dos asistencias y una trascendencia en el juego del equipo que le recoloca en la figura que se espera.
"Sabemos su calidad en esta posición y está siendo más completo porque a pesar de ayudar a Busquets en la construcción desde atrás, su llegada al área rival nos ayuda mucho" solventó el técnico dando cuenta de esa mejoría, explotando su mejor versión en este recuperado 4-3-3, liberándole de tareas defensivas y otorgándole la posibilidad tanto de conectar más con los delanteros como de llegar al área rival desde la segunda línea.
El Barça arranca a trompicones. Probablemente sufre más de lo adecuado pero sonríe mirando a su número 21. De Jong ha dado el paso y ya está en camino de demostrar que fue un fichaje clave para el futuro del club.
A Griezmann, mientras, se le sigue esperando.