BARCELONA -- La Liga aventura un cambio de líder el jueves si el Barcelona cumple la lógica y supera al Granada (que cuenta por derrotas sus 26 visitas al equipo azulgrana) en el Camp Nou. Este hecho provocaría que el Atlético de Madrid, tan intratable durante la primera mitad del curso como inconsistente en los dos últimos meses, abandonase su posición de privilegio y que a cinco jornadas del final el campeonato tuviera tantos aspirantes a estas alturas como no ocurría desde la temporada 1972-73, cuando los cuatro primeros clasificados estaban separados por un solo punto.
Hoy el Atlético comanda la tabla con 73 puntos, dos más que Real Madrid y Barça (con ese partido pendiente) y tres de ventaja sobre el Sevilla. Y todo ello a dos semanas que se crucen por un lado Barça y Atlético en el Camp Nou, y Real Madrid y Sevilla en Valdebebas por el otro, en un doble enfrentamiento que puede, sin ser definitivo, aclarar mucho las cosas... O dejarlas aún más apasionantes en la pelea por el campeonato.
La situación es también similar a la temporada 2015-16, cuando a falta de cinco jornadas Barcelona y Atlético comandaban la clasificación con 76 puntos y uno por detrás se encontraba el Real Madrid, siendo tres los aspirantes, que no eran cuatro a estas alturas, con tal competitividad, desde el curso 1983-84, en que Athletic y Real Madrid estaban igualados con 41 puntos y les seguían, con 38, Barça y Atlético. En aquel entonces, de todas maneras, las victorias se contabilizaban con dos puntos.
MÁXIMA IGUALDAD
La última vez que la Liga mantuvo a cuatro aspirantes hasta la recta final del torneo fue en la temporada 2006-07, cuando con cuatro fechas por jugarse Real Madrid y Barcelona lideraban la tabla con 66 puntos, seguidos por el Sevilla, con 64, y el Valencia con 62. El equipo che se descolgó con una derrota en Mestalla (2-3) frente al Villarreal y los otros tres mantuvieron el codo a codo hasta el desenlace.
En la penúltima jornada el Sevilla igualó (0-0) en Mallorca y se llegó a la fecha final con Real Madrid (líder por goal average) y Barcelona igualados a 73 puntos, con los andaluces, 71, pendientes de una utópica derrota por duplicado de los dos grandes que no se produjo.
El Madrid que entrenaba Fabio Capello acabó siendo campeón ganando (3-1) al Mallorca mientras al Barça no le sirvió su goleada (1-5) en Tarragona para enlazar el que habría sido entonces su tercer título consecutivo.
Nada, sin embargo, similar a lo ocurrido en la temporada 1972-73, cuando el Espanyol (hoy líder en Segunda División) más cerca estuvo de conquistar un título que acabó en manos del Atlético de Madrid. Si dos cursos antes (1970-71) el Valencia se proclamó campeón en la última jornada y beneficiándose de un empate cara a cara en el Calderón entre colchoneros y culers y con el Real Madrid descolgado de la lucha solo dos jornadas antes de acabar el torneo, entonces la situación volvió a apretarse entre cuatro aspirantes como nunca más ha vuelto a suceder.
Barcelona y Atlético de Madrid lideraban en aquel mes de abril de 1973, con cinco fechas por jugarse, la clasificación con 40 puntos, por los 39 que sumaban Real Marid y Espanyol, que se había dejado su posición de privilegio tras un polémico y protestado empate (2-2) en el campo del Betis. Fue aquella una Liga que no se decidió entre colchoneros (a la postre campeones) y culers hasta la última jornada, después de un empate entre ambos en el Camp Nou (0-0) en la jornada 31 (eran 34 en la época) que les favoreció para mantenerse en el primer puesto.
El Real Madrid (que empató en Atocha frente a la Real Sociedad) y el Espanyol, derrrotado (1-0) por el Athletic, se descolgaron de la carrera a dos jornadas de la conclusión una semana después de la igualada entre los otros dos aspirantes y aunque en la penúltima jornada el Atlético rozó el desastre con un apurado empate (1-1) en Zaragoza, mantuvo una renta de un punto sobre el Barça para sentenciar el título en la última fecha imponiéndose (3-1) al Deportivo de La Coruña en el Vicente Calderón.
Ahora, casi 50 años después, la Liga vuelve a dirigirse a un final apasionante, con los habituales tres grandes peleando por un título a cuya carrera se suma el Sevilla, 14 años después de su última gran aparición en este escenario y con el sueño, quien sabe, de dar el gran golpe para lograr un trofeo que solo conquistó en 1946... Y gracias a un empate (que le valía) en la última jornada en el viejo estadio de Les Corts ante el Barcelona que necesitaba ganar para ser campeón.