BARCELONA -- El Barcelona trabaja con determinación para encontrar acomodo a Lionel Messi dentro de los parámetros salariales que ajustarán a su plantilla y consciente de la necesidad de recortar drásticamente el coste general de un equipo al que le sobran no pocos futbolistas y al que, de los que se tiene claro seguirán, se pretende rebajar las fichas para cumplir las exigencias de LaLiga.
Y mientras todo ello ocupa el día a día en el Camp Nou, Messi sigue despreocupado, se supone, con la selección de Argentina. "Hay optimismo pero no hay nada cerrado" se mantiene desde el entorno del 10. "Me gustaría decir que Leo se queda pero en estos momentos no puedo porque estamos en el proceso de encontrar la mejor solución”, reveló públicamente Joan Laporta, aparentemente tranquilo a pesar de que, hoy por hoy, Leo es un jugador libre... A la espera de que se pueda encontrar la solución definitiva.
Aunque se ha especulado con la necesidad de disminuir en más 200 millones de dólares esa masa salarial de la plantilla, en el Camp Nou se entiende que con algo más de la mitad sería suficiente para encajar el salario del astro argentino, que ya se rebajará ostensiblemente una ficha que podría quedar alrededor de los 50 millones, aproximadamente la mitad de la especificada en su último contrato pero con una serie de condicionantes futuros que provocarán que a la larga mantenga su status económico.
Ahora, entre Miralem Pjanic, Samuel Umtiti e incluso Philippe Coutinho se aspira a sumar un ahorro superior a otros 50 millones por temporada, a los que se sumarán los ya ahorrados de Jean Claire Todibo y Matheus Fernandes, los que se conseguirán una vez cerrada la venta de Junior Firpo y lo que pueda añadirse de otros futbolistas... Y también a través de rebajas entre los demás. ¿Fácil? En absoluto, pero sí factible en opinión del club azulgrana.
Dos días después de anunciar la rescisión de contrato del mediocampista brasileño Matheus Fernandes, fuentes del club admitieron a ESPN que el objetivo es continuar con las salidas, que se pretendería pudieran solventarse con brevedad pero se sospecha no serán tan sencillas de consumar.
Cerrada la venta de Todibo al Niza y cercano un acuerdo con el Leeds United por el traspaso de Junior Firpo que podría dejar en las arcas del club unos cinco millones de dólares una vez descontado el último plazo de su fichaje al Real Betis y el porcentaje de venta que debe recibir el club verdiblanco, se liberarán otros cinco millones de masa salarial, aún muy lejos de lo total que se pretende pero considerándose, ya, una buena operación tanto a nivel deportivo como financiero, que se añaden a los casi tres millones que tenía de ficha el central francés.
A partir de aquí los gestores del Barça centran sus miradas en dos rutas diferentes: por una parte se negocia con los ejecutivos de LaLiga, con Javier Tebas al frente, la posibilidad de obtener facilidades en cuanto a las inscripciones ante el límite salarial que ya fue recortado el último curso en más de 300 millones de dólares. La otra parte, fundamental, es encontrar la salida a los futbolistas con que no se cuenta.
Uno de ellos, Miralem Pjanic, tiene bastante clara la situación. El mediocampista bosnio sabe que no entra en los planes del club azulgrana y espera desencallar su futuro más pronto que tarde. Se mantiene la esperanza de un traspaso de bajo coste pero en último término no se descartaría una cesión remunerada. Esto es repetir la fórmula utilizada con Philippe Coutinho y el Bayern Munich en la temporada 2019-20 y de esta manera ahorrarse los más de diez millones de dólares que anualmente le cuesta al Barça su salario.
Menos sencilla se contempla la solución con Samuel Umtiti. El club estaría encantado con ofrecerle la baja y rescindir el contrato del central francés una vez su fichaje ya está totalmente amortizado... Pero el jugador, con dos años más firmados y un coste superior a los 20 millones de dólares por temporada, no está dispuesto a renunciar a su ficha así como así y el Barça entiende que no está en situación de despedirle por las bravas.
Umtiti, de hecho, incluso ha rechazado una cesión y se contempla la opción de repetir la fórmula utilizada por la directiva anterior durante el verano de 2020 con Luis Suárez: ofrecerle una baja incentivada. Esto es pagarle una cuantiosa indemnziación con la cual redondease el salario en su nuevo club. La duda está hasta qué cantidad...
Esperándose a la recuperación de Coutinho se confía en que el jugador acepte de buen grado su marcha aunque sospechándose más que difícil cobrar un traspaso por él y planteándose una nueva cesión con la que ahorrarse otros 24 millones de dólares o al menos buena parte de ellos, mientras que la lesión de Ousmane Dembele sí supuso un duro golpe para el club, que al comienzo de la Eurocopa, mientras se especulaba con su renovación negociaba un traspaso a la Premier League, con el Chelsea de Tuchel en el plano, que en cuestión salarial le habría supuesto un ahorro también superior a los 20 millones de dólares.
En paralelo a todo ello el Barcelona mantiene abiertos canales de negociación con LaLiga confiando en la empatía de la patronal, considerando que a la vista de todos los esfuerzos que sigue haciendo el club debería encontrar facilidades de su parte.
De momento Messi está sin contrato... Y el Barça acelerando sus negociaciones en todas direcciones para que eso dure lo menos posible.